Llegamos a casa en la noche y fuimos directo a la cocina, comencé a servir en platos la comida que habíamos traído.
- ¿Por qué dejaste que te tocara?. - Dijo, molesto.
- ¿Qué?.
- Andy, los vi allí Hayden, y no me mientas, porque...
- Kyle, ni siquiera estoy hablando todavía.
- Explícame. - Se sentó y yo fui, me paré al lado suyo y lo miré.
- Le comenté que Ryan había fallecido, y fue muy lindo que me diera sus condolencias, ¿Si?, no fue más que eso.
- Hayden, tengo miedo... - Dijo, agachando la mirada.
- ¿De qué?.
No hubo respuesta.
Le tomé ambas manos y lo miré, besé su frente y lo obligué a mirarme, tomándolo por sus mejillas.
- Kyle, Andy y yo... Tuvimos casi toda una vida juntos. - Agachó la mirada. - Pero, escúchame, eso ya pasó, lo único que tenemos ahora es a Dominik. - Dije, más para mi que para él, le acaricié el cabello. - Ahora estoy contigo. - Y él está con ella. - Y te amo a ti. - Y ellos también se aman.
- Está bien. - Sonrió. - Yo también te amo. - Me dio un beso y yo sonreí.
Lo bueno es, que él es feliz, y así, yo también puedo serlo.
Al siguiente día me desperté temprano, pero Kyle se marchó antes, tiene práctica y un importante partido en un par de días.
Desayuné bien, y tranquila, sola, para variar, lo único bueno de la rutina que llevo como vida es que, me distrae, no digo que no me guste, amo mi trabajo, amo a mi hijo, y quiero a Kyle.
Lo quiero... Antes de ayer, no se me dificultaba decir que lo amaba, así, a la ligera, pero, ahora...
Sacudí la cabeza y miré mis manos.
- ¿Qué pasa contigo?.
Terminé de alistarme, casi antes del almuerzo, hoy mi día iba a ser muy corto, la única cita que tenía lamentablemente era con la pareja que me quitaba el sueño.
Andy Biersack y Christina Hayes.
Me pasé la mano por el rostro y suspiré, así que así debía terminar todo, ese era nuestro destino, desde el momento en que dejé que entrara a mi vida, desde ese momento creí que siempre, siempre estaríamos juntos, a pesar de mis inseguridades respecto a Adrianna y a Merry, que en su tiempo y con cada una me sentía diminuta, absurda en comparación a ellas, que eran mujeres increíbles, hechas y derechas.
Y ahora, lo único que tengo que decir es que fui la única que no lo pudo superar, Andy es feliz, está enamorado y va a casarse... Y yo intento lidiar conmigo misma y mi cabeza que no me deja en paz.
- ¿Por qué tiene que ser así?. - Miré la cadena que descansaba sobre mi pecho y me di cuenta de que era una idiota por hacer esas cosas.
Me puse de pie y me dirigí a mi habitación para poder terminar de maquillarme y arreglarme, luego salí de la casa y me dirigí al trabajo.
Por lo que sé, hoy hay una visita de un colegio cercano, para ver cómo se trabaja en mi empresa y esas cosas, realmente nunca he sido buena lidiando con mucha gente, pero, ahora debo hacerlo.
En cuánto llegué los autobuses estaban estacionados en el parqueadero exterior, suspiré y me resigné a que al menos hoy, no podría ser feliz en ningún momento.
Ingresé y Taylor me comentó que el grupo estaba en el cuarto de telas, entonces, no era necesario que me mostrara en ese momento, ni que los acompañara durante toda la visita, corrí entonces para llegar a mi oficina, pero, un muchacho, bastante joven, se me atravesó y chocamos.
- Es... Es usted. - Dijo, ayudándome a recuperar el equilibrio.
- Soy yo. - Sonreí, sin más. - ¿Quién eres tú?.
- Soy... Perdón, acabo de olvidarlo, oh si, soy Adam Jackson.
- Un gusto Adam. - Reí, ante su nerviosa actitud.
- Vaya, usted... Es increíble.
- ¿Enserio?. - Me miró. - Me refiero a que no sabía que a los chicos también les gustaran este tipo de cosas.
- Ah, no, claro que no, la admiro por lo hermosa que es. - Sonrió y entonces se ruborizó.
Que ternura.
- ¿Si?. - Sonreí. - ¿Cuánto mides?. - No importa cuántos tacones use, siempre seré más pequeña que el resto. Rayos.
Sonrió mientras que metía sus manos en sus bolsillos.
- 1.92.
- ¿Qué?. - Es que la pequeña no era yo, el gigante era él.
- Si. - Sonrió él.
- Bueno, debo mirarte hacia arriba. - Él rió levemente. - ¿Dónde está tu grupo?.
- Adentro, en la sala de telas, y es algo que a mi me aburre, pero, lo que me gustan son las texturas... Eso si es... Increíble.
- ¿Qué quieres ser?.
- ¿Yo?.
- Tú. - Asentí.
- En realidad quiero ser fotógrafo, me encantan ese tipo de cosas desde que era pequeño.
- ¿Alguna vez fuiste pequeño?. - Rió, mientras asentía con la cabeza, y sonreí al pensar en que tal vez, y gracias a su padre, Dominik podría ser así de alto cuando crezca. - Es por eso que la admiro.
- ¿Eh?, pero, yo no tomo fotos, bueno, si las tomo, pero, no es mi ocupación principal.
- ¿Toma fotografías?.
- Si, pero...
- Vaya, es usted aún más asombrosa. - Me tomó ambas manos y al notarlo, me soltó bruscamente y retrocedió un par de pasos. - Lo siento, me emociono mucho con las cosas. - Se rascó la nuca y yo sonreí, me da mucha ternura este niño.
- Eso es bueno. - De joven yo era así. - Yo también tenía esa manía de emocionarme por todo, en especial por los libros, pero, eso fue cuando yo era joven.
- ¿Era? Es, por Dios, se ve bellísima. - Ladeó la cabeza. - Me gustaría tomarle un par de fotos, tiene un perfil hermoso, y su manera de vestirse es tan... No lo sé, usted es una musa.
Sonreí, que cosas tan bonitas dice.
- ¿Una musa?.
- Quisiera que mía. - Dijo colocando su mano sobre su pecho. - Usted me inspira mucho, muchas cosas, muchos sentimientos, muchas ideas.
- Tal vez, si tu quieres podríamos programar una sesión de fotos.
- ¿Qué?. - Sonrió. - ¿Habla enserio?.
- Si, ¿Por qué no?.
- Sería inefable. - Mi boca se abrió sin querer, al escuchar esa palabra que muy pocas veces había usado yo, la mayoría de ellas, era para describir a Andy, o alguna situación relacionada con él.
Y es que este muchacho me da más y más sorpresas.
- ¿Puedo...?. - Dijo sacándome de mis pensamientos.
- ¿Si?.
- ¿Puedo abrazarla?, no, espere, ¿Puede regalarme un abrazo?.
- ¿Cuál es la diferencia?. - Sonreí.
- Que en la oración corregida usted es más importante.
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Pidieron maratón, ahora aténganse a las consecuencias :v
Bueno, ya, jajaja, tendrán diez episodios :'3, amo leerlas.
¿Qué diferencia creen que causará el nuevo muchachito? 7u7
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Fanfiction- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...