Señorita Rota

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- Por favor, siéntate. - Ryan miró a Andy, ofuscado.

- Por favor. - Susurró Andy también.

Ryan se sentó, sin decir nada más, con el peluche de Dominik en sus manos, lo miraba, mientras lo acariciaba lentamente con sus dedos, y su mirada perdida en él... Dios, ¿Qué pasa?, ¿Qué pasa con él?.

Cuando me di cuenta que me miró, supe que estaba listo para que le soltara cualquier sandez que tuviera por decirle.

- Ryan, estuvimos hablando con Andy.

- Si, ya he visto que lindo hablan. - Sonrió, mi chico, estaba empezando a levantar su muralla contra mi, era la primera señal, iba a comenzar a ocultarme todo, todo lo que le pasaba por la cabeza, todo lo que sentía su gran corazón, todo lo que embargaba su gran universo.

- Ryan, escúchame...

- Habla. - Se sentó erguido, sin soltar el peluche, a la defensiva.

- Andy encontró una solución, una oportunidad en todo esto, una solución, para todos. - Le tomé la mano y él intentó soltarla, pero, no lo dejé.

- ¿Cuál es?. - Miré a Andy.

- Bien, digamos, estoy dispuesto a dejar que ustedes dos se casen. - Ryan sonrió, de una manera amarga y molesta. - Y...

- No es como si tú pudieras impedir algo, digo, no eres su dueño, no puedes decidir por ella.

- Y eso, ella me lo ha dejado claro. - Dijo Andy a la defensiva, bastante serio, molesto. Ryan sabe como sacarlo de sus casillas. - No he dicho lo contrario Ryan, tranquilo.

- Estoy tranquilo. - Mirada asesina.

- Entonces, ¿Me dejas terminar?.

Se encogió de hombros.

- Estarán un mes juntos. - Ryan se removió en su asiento. - Se cumple el trato establecido, tu quedas libre y puedes hacer con tu vida lo que te venga en gana, y luego, se divorcian, lo quieras o no, publicidad buena o mala es publicidad, y todo el mundo hablará de ustedes.

- Y Hayden corre a tus brazos, ¿Verdad?. - Lo miró mal.

- Espero. - Le retó, Andy. - Cálmate amigo, soy yo quien corre a los brazos de Hayden, no al revés.

- Yo no soy tu amigo. - Le dijo, con una voz que nunca le había escuchado usar. - Yo estuve con Hayden todos estos años, estoy al tanto de todo el daño que le has hecho, como también estoy al tanto de que ella es una masoquista por permitirte todo y luego dejarte volver como si nada.

- Ryan... - Dije, sorprendida.

- Cómo se nota que nunca has amado, ni te han amado.

- Fíjate que sí. - Sonrió Ryan, metiendo el peluche de vuelta en su bolsillo, estaba sentado al borde del sofá.

- Ni siquiera tu padre te quiere, ¿Cómo podría alguien más amarte?. - Le espetó Andy y enseguida Ryan se puso de pie, y Andy lo imitó.

- Ryan. - Me paré en frente de él. - Por favor... No hagas esto.

Me miró, con los ojos envueltos en lágrimas, volvió a sentarse, con los brazos cruzados.

- Ven. - Le dije a Andy y lo llevé afuera de la oficina.

- De todas las cosas que pudiste decirle, ¿Por qué eso?.

- Hayden, ¿No lo escuchaste? Era un ataque, y no sólo para mi.

- Pero, tocaste esa fibra, la única que le hace daño, Andy, ¿En qué rayos estabas pensando?. - Le empujé levemente.

- No es la única. - Dijo serio.

Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora