Señorita Septiembre

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- Por Dios. - Andy me abrazó con fuerza.

- Robert, has algo por favor. - Gritó Adrianna y Robert sacó su celular, llamando a una ambulancia.

- Yo sé primeros auxilios. - Mi papá se puso de pie y se dirigió a Alec, empezó a revisar sus signos vitales.

- Por Dios, exageran. - Wendy se puso de pie y se colocó sobre Alec, le dio una cachetada y él abrió los ojos al instante, mirándola asustado. - No quieras ser el centro de atención por una vez en tu vida Alec. - Se incorporó y tomó su asiento, todos la miraron asombrados y nadie dijo nada, supongo que porque en el fondo... Se lo agradecían.

- Felicidades Andrew. - Mi padre y Caroline se acercaron a nosotros.

- ¿Y yo qué?. - Papá rió.

- Es que él es quién se gana el premio mayor. - Andy en el momento mostró una sonrisa confundida y dudoso respondió.

- Gracias. - Yo reí.

- Ambos ganamos, papá. - Sonreí.

- Lo sé. - Caroline me abrazó.

- Me alegro tanto de esta noticia, no me la esperaba para nada.

- Nosotros tampoco.

- ¿Cómo pasó?.

- Pues. - Le miré. - Creo que nos pedimos matrimonio los dos al mismo tiempo.

- ¿Qué?.

- Yo se lo dije primero, y él me entregó el anillo, haciendo la pregunta oficial.

- Se propusieron matrimonio mutuamente. - Caroline le tomó la mano a mi padre y sonrió de una manera hermosa, se ve radiante el día de hoy, es como si...

Vaya, Dios... Amaría que ella fuese mi madre.

Mi madre... Habían pasado ya tantos años desde que me marché de casa, claro que esperaba que mamá me buscara, que me pidiera que regresara aunque ya no lo haría, vaya, al menos esperaba una llamada de ella...

Nunca pasó, y ahora que pienso en esto ni siquiera es triste, no la necesitaba al vivir con ella, no la necesité nunca al vivir con Ryan, ni siquiera cuando quedé embarazada y necesitaba algún tipo de ejemplo, de guía, en el amor... Con Andy.

Era gracioso pensar que mi madre nunca fue un pilar fundamentale en mi vida, pero Andy... Desde que lo confundí con un alumno al hablarme sentí que mi lugar era él, y debía volver siempre allí.

La reunión familiar se acabó y Amy nos pidió que Dominik fuera a quedarse con ella esa noche, Dominik estaba feliz con la idea, y nosotros simplemente no pudimos decir que no.

Yo quise venir a casa y preparle una maleta con ropa, su pijama y algo para mañana, pero Amy no me dejó, dijo que lo llevaría de compras, porque nunca lo había hecho y lo necesitaba.

Llegamos a casa y caímos rendidos sobre el sofá.

- Nunca creí que estas cosas me encantaran. - Me abrazó con fuerza.

- ¿Estas cosas?. - Tenía mis manos sobre su pecho.

- Esto de la familia unida y eso.

- ¿Por qué no?. - Rió ligeramente.

- Hayden yo... - Pasó su mano por mi mejilla y me acarició el rostro. - ... Sé que no conces más amor que el mío. - Sonrió. - Y eso me encanta, pero yo viví muchas cosas más que tú, tuve a Merry en la secundaria, una novia casi perfecta, hermosa, que me amaba y hacía cualquier cosa por mi, y si, en su tiempo me volvió loco y creí que... Que no habría más.

Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora