- ¿A dónde vas? - Papá apareció detrás de mi, con su pijama y frotándose los ojos.
- Con Kyle, me invitó a su casa, es que tiene el fin de semana libre y su mamá hace postres deliciosos.
- Estudia en Stanford, ¿Cierto?
- Si. - Sonreí.
- ¿Beca en deportes, no?
- Si.
- Bueno cariño. - Besó mi frente.
Salí de casa y tomé el ascensor, una mujer iba bajando con un niño pequeño que no paraba de llorar, pensé en Robert y Adrianna, de seguro deben de estar iguales.
- Colega. - Estaba distraído en su celular, levantó la mirada y se quitó las gafas de color azul, estilo aviador.
- Hayden Hunter. - Abrió sus ojos y su boca al tiempo, y luego mordió su labio, mirándome.
- Hola Kyle. - Sonreí, me abrazó y me levantó en el aire, olía a perfume, a un delicioso perfume.
- Tu cabello es... - Suspiró. - Te queda increíble.
- Creo que te gustan las chicas con cabello corto. - Sonreí, recordando a Cassie.
- Claro que no, me gustan las chicas interesantes... Como tú. - Sonrió.
- ¿Gracias? - Sonreí y subimos al auto.
- ¿Qué has hecho colega?
- ¿Realmente?
- Y por favor que sea algo que no tenga que ver con Biersack. - Dijo sarcástico.
- Yo ni siquiera iba a mencionarlo. - Reí y él sonrió.
- Creo que arruiné el momento. - Me miró. - ¿Verdad?
- Verdad.
Llegamos a su casa, y al abrir la puerta me invadió ese olor delicioso a dulces, como a canela, chocolate, cerezas, no sé describirlo, pero huele tan bien.
- Hayden, hola. - Corrió hacia mi Camile.
- Hola. - Nos abrazamos.
- Vaya, tu cabello. Todo te queda bien. - Se cruzó de brazos e hizo puchero. - Si yo me cortara el cabello... - Que por cierto tiene muy largo. - Quedaría cómo... No sé una oveja mal trasquilada.
Escuché la carcajada ronca de Kyle detrás de mi y sonreí, me gusta mucho escuchar reír a la gente.
- Mamá preparó un pastel de naranja y canela, pero tuvo que salir.
- Ah, no se preocupen, podemos hacer otras cosas.
- ¿Cómo qué?
- Podemos ver una película. - Mi celular vibró en mi chaqueta y yo lo saqué, Adrianna.
- Esperen un momento.
Me alejé un poco para contestar.
- ¿Dónde te has metido?
- Hola, ¿Cómo estás? Muy bien, ¿Y tú? Gracias por preocuparte. - Respondí sonriendo.
- Perdona, pero es que...
- ¿No estaban de luna de miel?
- Estamos.
- ¿Entonces por...?
- Verás, le comenté a una amiga que la que organizó mi boda, básicamente fuiste tú, porque Anton no estuvo muy presente, y quiere que organices los dieciséis años de su hija.
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Fanfic- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...