- Por favor...
¿Eh?
- Quédese...
Alcanzaba a oír algunas palabras, en varias ocasiones, pero, no puedo ver nada, simplemente me veo inmersa en una enorme oscuridad.
- Hayden... Por favor...
No siento nada, ni siquiera siento mi cuerpo, intento caminar, moverme, pero absolutamente nada sirve.
- Haré lo que sea...
Sus voces me llamaban, y yo no podía reaccionar, ¿A dónde voy? ¿Qué debo hacer?
- Mi niña, por favor quédate...
Una luz brilló a un lado, cegándome por unos segundos por la gran luminosidad.
- Ángel, la necesito aquí conmigo...
Blanco, todo era absolutamente blanco... Mantuve los ojos entreabiertos unos segundos, para acostumbrarme a la luz, sentí algo, en mi mano derecha, abrí bien los ojos, y miré.
Es una habitación de hospital, los cables y tubos conectados a mi mano, y cuando la vi, supe que era.
A un lado de la cama, había una silla, y en esa silla, estaba sentado un hombre, y ese hombre estaba tomando mi mano, dormido y recostado sobre el borde de la cama.
Ese hombre es Andrew Biersack. Tan pacífico, tan lindo, tan quieto, tan él. Se removió, y de algún modo pensé que cerrar los ojos sería lo mejor. Y eso fue exactamente lo que hice.
Estaba allí, se había acomodado en la silla, ahora mismo, acariciaba mi cabello y mi rostro, y sentí, lo más tranquilizante hasta ahora, un beso, duradero, lento, tranquilo, sobre mi frente.
- Por favor... - Susurró. - Despierta... - Algo caliente cayó sobre mi mejilla, una lágrima suya. - La necesito conmigo...
¿Eso de "Usted" de nuevo?
Soltó mi mano, debo decir que me molestó un poco, porque me había acostumbrado al calor que me daba esta.
- Hoy. - Se aclaró la voz. - Hoy le traje otro libro, y... Espero que le guste.
Y comenzó con la lectura.
"Hay tantas cosas en la vida, - Respiró profundo. -
Buenas, malas, importantes y sin sentido,
¿Cómo decirte que todo seguirá bien,
Si la más importante no está? Ya se ha ido.
Recuerdo todo de ti, tu cabello y tu sonrisa,
Aunque nada más bello, que tu alma indecisa.
Cuando la brisa sopla, lo único que imagino son tus ojos,
Tan bellos, quietos y relajantes como la nieve,
Blanca, hermosa y pura.
Y estás tan lejos y tan cerca,
Tan ausente y tan presente,
Y aunque siento que te he perdido,
no lo creas, no me doy por vencido. - Cambió de página.
Amarte es tan sólo un arte,
Como el Arte de Conquistarte,
Porque seguir sin ti, no promete nada en la vida,
Porque seguir sin ti, es tan sólo, un castigo sin medida,
¿Para qué seguir si no te tengo?
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Fanfiction- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...