Desperté, tarde, pero lo hice. Fui a ducharme... De seguro Dominik aún no despierta, así que tengo que preparar el desayuno para And... Para los cuatro...
Me vestí con una camisa y un suéter, que juntos tenían la pinta de ser formales. Más tarde tengo una cita con una de las reservas de la compañía.
Bajé lentamente para no hacer ruido con los zapatos, y entonces escuché risas en la cocina.
Caminé hacia allí y vi a Andy frente a la estufa y a Dominik en la mesa, con un cuchillo en mano, picando frutas.
- Mi Dios. - Solté de una sola, y ambos voltearon asustados.
- Hayden. - Andy sonrió.
- Dominik, te he dicho que no puedes acercarte a las cosas con filo, puedes hacerte daño.
- Perdón, mamá. - Hizo un puchero y agachó la mirada, iba a llorar.
- Mi amor, no estoy reprochando, me preocupo por ti y no quiero que te lastimes, ¿Si?
- Si. - Asintió con sus ojos hermosos envueltos en lágrimas.
Lo cargué y lo abracé y él recibió feliz mi abrazo. Huele a bebé, es ese olor inconfundible a inocencia y a bondad que tienen los bebés, y se me hace simplemente irresistible.
- Ve a despertar a Tadeo, ¿Si, mi amor?
- Si, mami. - Sonrió, besándome en la mejilla y salió disparado.
- Buenos dí...
- ¿Cómo se te ocurre darle un cuchillo a un bebé?
- Pero yo...
- ¿Y si se lastimaba?
- Yo no iba a dejar que eso pase, y lo sabes.
- Pero.
- Escucha, yo vine sólo... Dominik se levantó por un poco de agua y al enterarse que el desayuno iba a ser para ti quiso ayudar.
Me crucé de brazos.
- Ni modo que le diga que no. - Levanté una ceja. - ¿O hubieras preferido que lo ponga a freír cosas?
- No, claro que no.
- Oye, no peleemos, puede bajar en cualquier momento y...
- Lo sé. - Resoplé. - Solo... No dejes que se acerque a la cocina, no me gusta, siento que puede lastimarse, y si no quieres que él se lastime o yo me mortifique, no lo volverás a hacer.
Me abrazó por la espalda y sonrió.
- Si no confías en él y lo dejas hacer las cosas por si solo, no aprenderá nada, de hecho se convertirá en un niño de mamá.
- Y me encantaría que sea un niño de mamá, porque es mi niño.
- Y también es mío.
- Pero yo soy su madre, cuidarlo se me atribuye más que nada en la vida.
- A mi me gustaría un poco de tus cuidados y atención.
- No empieces... - Amenacé.
- ¿...Algo que no voy a terminar?
- Sólo no empieces con estas cosas, ya te dije que nada pasará.
- La esperanza es lo último que se pierde.
- Pues esta vez tendrás que tener una reserva extra. - Caminé hacia la estufa. - Yo me encargo del resto, por favor mantén a Dominik y a Tadeo en la sala.
- Pero...
- Por favor. - Pedí.
- Está bien.
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Fanfiction- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...