Adam se había marchado aquella noche, con la razón en la mano y el corazón vuelto nada, y solamente yo y nadie más lo había causado.
Ahora mismo no importaba, debe estar molesto y herido, rompí su corazón y no debe querer verme de nuevo.
El día de la exposición de Dominik llegó, y yo, como la mamá responsable que soy, estoy corriendo por los pasillos, porque estoy llegando tarde.
Al entrar, la puerta causó un estrépito y todos los padres y los niños voltearon, incluyendo ese par de esferas azules, que sin saberlo, me miraban desde el otro lado del salón.
- Que increíble entrada triunfal. - Susurró una de las madres, la presidenta del comité de padres de familia, una bruja en cuestión.
- Brillando como siempre. - Dije, igual en un susurro, lo suficientemente fuerte como para que me escuchara, y así fue, creo que si podría, ahora mismo me asesinaría.
- Bueno, continuemos. - Dijo Cassandra, seguía siendo la maestra de Dominik, no notó la tensión entre nosotras, y fue mejor así.
Un par de niños hablaron sobre sus palabras, muchos se ponían nerviosos y eran muy tímidos, pero, Dominik... Dios mío, nunca vi que un niño se posara en frente de todos para asegurarse de que todos lo vieran y escuchen bien.
- Buenos días con todos. - Dijo, se veía increíble con su traje de mago, así que simplemente saqué mi celular y le hice una linda foto. - La maestra Cassie hizo que...
Sé que su nombre es Cassandra, sin embargo, no pude evitar pensar en la Cassie que había estado en mi vida, hace ya mucho tiempo, pero, que había estado, y en cómo ella había terminado odiándome, al igual que Anne, supongo que he estado ciega por mucho tiempo respecto a varias personas, pero, no concibo tal diferencia, cómo es que tuve chicas tan sensibles y geniales como ellas, que terminaron siendo falsas, y luego una chica ruda, con el corazón duro como roca sea mi excepción.
Necesito llamar a Wendy cuando salga de aquí, no nos hemos visto en mucho tiempo.
- ... La maestra dijo que eligió esta palabra porque en mis dibujos veía la magia de mi mente. - Entonces mostró una cartulina grande, que mostraba la silueta de un hombre que se encontraba de perfil, con las manos en los bolsillos, y al otro lado del papel, estaba una mujer, con la mirada gacha, abrazándose a sí misma, castaña...
Soy... ¿Soy yo?
- Este es mi papá. - Señaló la figura del hombre, todos empezaron a prestar más atención. - Mi papá lo es todo para mi. - Sonrió, de inmediato y sin mirar a Andy, supe que él también sonreía. - Al igual que mi mami, quien está aquí. - Señaló la mujer del dibujo.
- No tiene que ver con la magia. - Dijo la misma mujer de antes.
- Cállese señora. - Le espeté esta vez y ella abrió su boca indignada. - Mi hijo está hablando. - Le sonreí y Dominik rió por lo bajo.
- Si tiene que ver con la magia. - Se mordió el labio y agachó la cabeza. - En uno de los libros de mi mamá, leí que la magia es sólo ciencia que no comprendemos, yo no comprendo muchas cosas, porque soy un niño. - Se encogió de hombros y todos rieron, yo sonreí enternecida. - Pero, si comprendo lo que es la poesía, mi papá lo es, con cada palabra y cada verso quedas conmovido, es un como un trago fresco de leche tibia antes de dormir, sabes que te encantará y te acompañará siempre. - Me cubrí la boca con ambas manos. - Cuando hablamos, en varias ocasiones mi papá ha dicho que mi mamá es puro Arte Poético.
Abrí la boca ante eso, no podía respirar.
- Y al principio no lo entendía, hasta que empecé a mirarla, y noté que, mi papá mira maravillado a mi mamá como si fuera una obra de arte, como yo miro a mis dibujos, y como yo los miro a ambos. - Sonrió, y seguido se frotó los ojos con sus manos en puño.
Mi niño... Una madre a mi lado colocó su mano en mi espalda y me sonrió, le devolví el gesto y seguí escuchando a mi pequeño.
- Descubrí entonces que eso es la magia, la magia no está en sacar un conejo de un sombrero, ni de sacar una moneda de mi oreja, aunque no sepa como papá hace eso. - Varios rieron. - La magia es el modo en que papá mira a mi mamá, y como sólo con eso, ella siempre se sonroja y corresponde a su mirada. Mis padres son magia.
- Debes estar orgullosa. - Me susurró el esposo de la madre a mi lado, con una enorme sonrisa y lágrimas en el rostro asentí enérgicamente.
- Beso. - Escuché.
- ¡Beso!. - Aclamaron todos juntos, no, no, no, no.
Del otro lado, Andy me sonrió, la gente empezó a empujarnos y en el rostro de mi niño se formó una preciosa sonrisa, pero... No puedo hacerlo de nuevo.
- ¡Beso!, ¡Beso!. - Andy frente a mi, con sus manos sobre mis mejillas y la presión social de las voces en coro de toda esta gente... Yo, no... No puedo.
- Basta. - Dije en voz alta, evitando gritar y armar un escándalo.
- Hayden, tranquila... - Me susurró el culpable de mi desequilibrio emocional reciente.
- No me digas eso.
- Si no quieren hacerlo... ¿Ustedes no están de acuerdo con demostraciones públicas de afecto?. - Andy se pasó la mano por el rostro.
- Nosotros simplemente no podemos.
- Pero.
- ¿Por qué no?.
- Sólo era un beso.
- Vamos, uno pequeño.
- Nosotros no somos pareja. - Dije finalmente, y para mi había salido total y completamente bien, hasta que escuché tras de nosotros la puerta, y al volver mi mirada a la pizarra, Dominik ya no estaba, ni siquiera estaba en el salón.
¿Qué hiciste?, Hayden Hunter, ¿Qué acabas de hacer?.
- Andy... - Susurré, y él me miró preocupado.
- Tranquila, quédate aquí, yo iré a buscarlo.
- No puedo quedarme aquí. - Negué con la cabeza, y las lágrimas empaparon mi rostro.
- Ven, tranquila.
¿No era suficiente?, ahora también había arruinado el bello concepto que mi hijo tenía sobre mi.
Como es costumbre en mi, lo volví a arruinar todo, excelente, uno más para la lista.
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Fanfiction- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...