- ¿Aquí vives? - Después de que se hubo comportado como un niño pequeño haciendo berrinches, Hayden aceptó ir a su casa para comer, en señal de disculpa.
- Así es. - Cerró la puerta detrás de él.
- Es muy lindo, muy hogareño.
- Lo sé, mamá me ayudó a elegirlo todo.
- ¿Cómo está ella? - Sonrió.
- Bien, supongo que muy feliz porque no le he dicho que cortaste conmigo y luego desapareciste de la faz de la tierra.
- Por favor, Andy, las cosas no fueron así.
- ¿Cómo, si no? - Sonrió.
- Simplemente no era el momento, no... Tienes que aceptar que nada estaba bien.
- ¿Y por eso huiste? - Ataqué.
- No hui.
- Si te vas sin decirle a nadie... - Interrumpió.
- Mi padre lo sabía.
- Perfecto, tu padre, eso no cambia la situación.
- Disculpa, pero no vine para que me des una charla de lo que debo o no debo hacer, no soy una niña para que me regañes, Andy. - Se dirigió a la puerta.
- Hayden, no, por favor, espera. - La detuvo, tomándola por su brazo. - Lo siento.
Mordió su labio en señal de remordimiento.
Andy no era el único que había sufrido con todo esto, no, por supuesto que no, de hecho, cuando todo esto empezó, Hayden no salió de casa, no fue hasta que Ryan comenzó a obligarla a salir a los varios meses que dejó de ser una ermitaña.
En especial con lo que sucedió en el avión.
- Estate tranquila, el vuelo es algo largo, pero valdrá la pena.
- Eso espero. - Respondió, sin ganas.
Ryan cerró sus ojos, dispuesto a dormir.
- ¿Ryan?
- ¿Si? - La miró.
- ¿Qué sucede si...? - Tenía miedo de preguntar. - ¿Qué sucede si me arrepiento?
- Volveremos.
- Pero tú quieres... - La interrumpió.
- Volveremos, no es algo que este a discusión.
- Ryan, tu quieres estar en New York, no dejaré que...
- Si te arrepientes, será porque realmente no lo deseabas o porque algo no salió bien, entonces, con justa razón volveremos. No podría dejarte sola, eres mi mejor amiga y me has ayudado más de lo que crees. - La tomó de la mano.
- Está bien. - Sonrió y lo abrazó, después Ryan se acomodó y se quedó dormido, tan rápido que fue como ver a un bebé.
De su mochila, Hayden sacó un paquete forrado, era su obsequio de cumpleaños, el regalo de Andrew, que había dejado para el comienzo de su viaje.
Al rasgar el papel de regalo se topó con otro papel, una carta, otra carta de Andy, respiró profundo y sonrió, no iba a llorar, no lo haría, definitivamente no.
"Te voy a esperar, querida
Un paciente de la eternidad, mi enamoramiento
Universalmente, no se oxida.Nada de polvo crecerá en este marco,
Un millón de años voy a decir tu nombre.
Te amo más de lo que jamás podría gritar.Reservamos nuestro vuelo hace años,
Dijiste que me amabas y me abandonaste,
Los remordimientos siguen atormentado mi cabeza hueca,
pero te prometí que te vería.
Reservamos nuestro vuelo hace años,
Dije que te amaba y te dejé.
Los remordimientos ya no están en mi cabeza,
Pero te lo prometí y ahora estoy en casa de nuevo, otra vez...
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Fanfic- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...