- ¿Andy? - Acariciaba mi cabello, seguíamos en la cama en un domingo tranquilo, era temprano.
- ¿Si? - Respondió con una dulce voz y le abracé.
- He estado pensando...
- ¿En qué? - Me senté, y él conmigo.
- ¿Nunca te molestaste por mis celos e inseguridades?
- Nunca, me parecían perfectos.
- Hablo enserio Andy.
- Y yo también, me parecían molestos cuando los llevabas al extremo y por ella querías terminar conmigo.
- Habían muchas cosas pasando.
- Y por eso nunca dije nada. - Sonrió, colocando sus manos en mis mejillas para acercarme a él y besarme.
- Andy. - Le detuve. - Creo que en este punto de mi vida por fin puedo decírtelo sin titubear o pensar que exageraba, o lo que pensaras de mi.
- Vamos, dime, lo que sea, estoy listo para escuchar.
- Creo que todo por lo que atravesamos, aunque en su momento te culpara, fue culpa mía. - Andy miró al techo con una expresión divertida de confusión y yo reí.
- ¿Qué?
- Me refiero a que estaba tan perdida en las cosas que habían pasado en mi vida que creía que nada de eso era bueno para ti, ¿Me explico?
- Algo. - Sonreí.
- Mis inseguridades, celos y miedos existían debido a que yo creía que no me merecía que me amaras en el modo en que lo hacía, porque sentía que era egoísta tenerte para mi cuando el mundo necesitaba a Andy Biersack, me sentía tan pequeña al lado tuyo y no fui capaz de usar la cabeza para borrar todo lo que me agobiaba y concentrarme en ti, en nosotros.
Andy sonrió.
- Y entonces... Aquí estamos. - Me abrazó. - Todo lo que pasó en nuestras vidas debía pasar para que el día de hoy nos encontremos juntos, abrazados en esta cama, ¿Si? ¿Lo entiendes? Si algo, lo más mínimo, hubiese cambiado, quien sabe cómo hubiesen terminado las cosas.
- Está bien, Señor Biersack. - Le sonreí y le robé un corto y casto beso. - Sólo quería que sepas que ya no tengo miedo, nada ni de nadie, y que no pienso separarme nunca, nunca más de ti.
La boda es mañana, todo está listo y arreglado y me preguntaba como es que todo había pasado tan rápido, bueno, al menos así fue para mi, porque Andy estaba desesperado porque el tiempo pasara más rápido, y henos aquí.
Sonreí, con tantas cosas por hacer, todo el mundo corría desaforado buscando los últimos detalles y yo, no puedo estar más nerviosa.
Amy y papá estuvieron de acuerdo en que hoy no podríamos estar juntos Andy y yo, así que Amy se ha quedado en casa de Andy junto con Dominik, y yo he venido a casa de papá, con Tadeo y Caroline.
Ya era de noche y estábamos cenando.
- ¿Está todo listo?
- Si, Wendy vendrá por mi en la mañana para llevarme a la peluquería y ayudar con el vestido, entonces nos veremos en la ceremonia. - Sonreí, realmente estaba nerviosa, aunque no tenía idea de porque, no era nada que no conociera antes, vivir junto con Andy, dormir con él, cocinar juntos, convivir, todo lo conocía, sólo que ahora sería la esposa, iba a ser la Sra. Biersack, ¿Cómo no iba a estar nerviosa?
- Cariño, vas a casarte. - Sonrió mi padre mientras acariciaba mis mejillas. - Uno no se da cuenta de que esas cosas pasan hasta que suceden y ya no hay marcha atrás. - Miró su plato. - Disculpen. - Se levantó de la mesa y lo vi con ternura, mi padre se había pueso emotivo y no quería que lo veamos.
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Fanfiction- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...