Señorita Consumida

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Corrí por la casa, gritando su nombre, esperando que se haya metido en algún lugar, intentando evitar la reunión, no fue así. Llegué hasta su habitación y tampoco estaba en ella, o bueno... Intenté entrar al baño, pero, la puerta estaba cerrada con seguro, así que grité su nombre y golpeé la puerta hasta cansarme, Will llegó a mi lado.

- ¿Qué pasa?.

- Derriba esa puerta.

- Hayden, ¿Qué...?

- Sólo hazlo. - Le grité, desesperada.

Comenzó a arremeter contra la puerta, hasta que esta, a la final cedió, después de muchos intentos.

Se abrió de golpe y pasé hasta caer al lado de la bañera, esta escena era simplemente una pesadilla carmesí.

- No, no, no... Ryan, no. - El nudo en la garganta, mi mundo se desmoronó.

Entré a la bañera desesperada, tratando de sacarlo de allí.

- No... Había otra opción Hayden. - Sonrió y una lágrima rodó por su mejilla. - Te amo. - Dijo, pálido, moribundo.

- William, ¡Llama una ambulancia!.

Él, como yo, ni siquiera podía reaccionar bien. Hasta el instante en que le hablé, no había movido ni un músculo.

- S-si. - Sacó su celular.

- Te pondrás bien Ryan, estarás bien. - Sonrió y negó con la cabeza mientras me miraba, con cariño, a la mujer que desconsoladamente lloraba a su lado. - Te sacaremos de esto.

- No quiero. - Negó con la cabeza.

- Necio idiota. - Le dije mientras él sonreía.

- Dicen que vendrán enseguida.

Le coloqué la mano en la enorme cicatriz que tenía en la muñeca derecha, al igual que en la izquierda.

- ¿Por qué?, ¿Por qué hiciste esto?. - Le grité mientras que escuchaba pasos detrás de nosotros y un grito desgarrador de la que supongo que es Alice.

- Lo hice por ti...

(...)

Tom estaba abrazándome, William fue por café, hace ya un rato que estamos aquí, Jeremy tiene en brazos a Alice, quien después de tanto llorar se quedó dormida.

- En tan sólo un momento... - William se bajó un poco la manga de su buso, para cubrir sus cicatrices.

- Él va a estar bien, ya verás. - Tom.

- ¿Y si no?. - Lo miré, con mi estúpida y maldita voz temblando, rota.

¿No hay acaso otra cosa que puedas hacer Hayden?.

El doctor a cargo de Ryan entró a la sala de espera y nos miró a todos.

- Familiares de Ryan Mckenna. - Llamó.

Will y yo nos pusimos de pie, para que Jeremy no tuviera que despertar a Alice.

- Si, ¿Qué pasa con él?.

- ¿Se pondrá bien?.

- Lo lamento, - Dijo él, sin más. Soltó el veneno como si de una Mamba Negra se tratara. - El muchacho falleció apenas llegado a emergencias, hemos tratado de hacer hasta la imposible para devolverlo a la vida, pero, nada ha servido.

Me agarré con fuerza de la camiseta de Will, alguien me arrancó el corazón y lo pisoteó hasta reírse, mi vida... Mi mundo como lo conocía, era el que era gracias a Ryan.

Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora