Señorita Extrañada

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El viaje fue muy largo, y muy cansado, cuando papá abrió la puerta casi nos mata a los dos, nadie le había dicho nada, pero se calmó, porque al menos habíamos arreglado las cosas.

A penas vimos la cama nos acostamos a dormir, realmente estábamos cansados.

- Hayden... - Me llamó Andy por segunda vez.

- No, por favor... Contesta tú...

- Es tu celular... - Me quejé y me levanté, sin ver el número en pantalla contesté.

- ¿Hola?

- ¿Hayden donde estás? - ¿Adrianna?

- Estoy en casa, ¿Por qué?

- ¿Ya vienes? Robert está muy nervioso...

- ¿Robert? - Rayos... Su graduación, se me olvidó.

- ¿Lo olvidaste?

- No, claro que no. - Me levanté de la cama lo más rápido que me fue posible. - Ya voy de salida.

- Más vale, Isa quiere verte y Robert no deja de temblar, apresúrate.

- Si, voy. - Colgué y me levanté de la cama, tan rápido, que me mareé y caí al suelo, Andy se levantó, me ayudó a ponerme de pie y me miró.

- ¿A dónde vas con tanta prisa? - Estaba aguantando la risa, tonto.

- La graduación de Robert... La olvidé por completo.

- ¿De la universidad? - Negué con la cabeza.

- El colegio.

- ¿Se gradúa recién? - Preguntó sorprendido.

- Perdió dos años por su hija, decidió mudarse y no darle problemas a su mamá. Pero luego decidió retomarlo. - Busqué en el armario algún vestido decente de los que alguna vez había dejado en casa de mi padre, por si las dudas.

- ¿Y hoy es su graduación?

- Si... - Saqué un vestido blanco del armario. - ¿Te gusta este? - Negué con la cabeza.

- No. - Se acercó lentamente y tomó mi cintura. - Deja el blanco para cuando nos casemos. - Se agachó y me besó, lo abracé por el cuello y él sonrió.

- Es una pregunta seria. - Le dije.

- Y la mía es una respuesta seria. - Besó mis labios repetidas y rápidas veces.

- Buscaré otro. - Le di la espalda y él me miró divertido.

- Ok.

Encontré uno azul sin mangas.

- Este, Andy, ¿Qué haces? Vístete.

- ¿Se supone que yo iré?

- Obviamente.

- Lo siento, pero, no me invitaste.

- Andy, se hace tarde... Y Adrianna me dijo que...

- ¿Adrianna estará allí?

- Si, ¿Por qué?

- ¿No preferirías que me quede aquí?

- Andy, ya. - Puse mis manos en mis caderas y lo miré.

- Así, tan demandante y segura te ves tan sexy. - Se mordió el labio.

- Me voy a desesperar. Hablo muy en serio, ayúdame a elegir el vestido. - Besó mis labios, haciéndome callar.

- Ponte lo que quieras amor de mi vida, todo te queda espectacular. Además... - Se dio la vuelta y se colocó detrás de mi. - Lo que sea que te pongas, hoy acabará en el suelo...

Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora