Mientras en la casa de Albert, los pequeños que se fueron a dormir ya hace un rato y como no pueden dormir, están pensativos hasta que oyen abrirse la puerta silenciosamente, entran sin hacer ruido para que no se enteren sus padres, se trata de los hijos de Albert.
Caminan despacio. Mientras llaman en voz muy baja, casi en susurros.
- Vosotros, tampoco podéis dormir, dicen a la vez los pequeños mientras se sientan cada uno en uno de ellos en las camas.
- No, responden los pequeños.
- Que os pasa, pregunta la hija de Albert, echáis mucho de menos a vuestra mamá, no queréis seguir aquí, dice toda preocupada ya que no se quiere separar de sus primos y amigos de juegos
-No, dice la niña, respondiendo a la pregunta de sus primos, es que estaba pensando como podíamos arreglar lo que hicimos con la tía Mary, y no se me ocurre nada, dice la pequeña.
La hija de Albert mira a su hermano y responde a su amiga y prima.
- Yo tengo una idea, pero no se si será buena
La hija de Karen , se levanta dando un pequeño saltito y dice.
- cuenta, cuenta, seguro que es muy buena, así nos contentamos con la tía Mary.
La hija de Albert, mira a su hermano, para saber si está de acuerdo, después mira a su primo y ve como los dos asienten con la cabeza y están de acuerdo , así que les empieza a decir su idea, cuando acaba de hablar, la pequeña hija de Karen, empieza a aplaudir ya que le gusta mucho la idea que ha tenido su prima y los niños empiezan a darse pequeños golpes entre ellos, ocasionando un pequeño alboroto por lo que las niñas les llama la atención ya que no quieren que los mayores les descubran.
Lo que no saben es que Albert que había ido a la habitación de los pequeños para ver cómo se encontraban, había visto como sus hijos se estaban acercando a la habitación de sus primos, por lo que decidió regresar a su habitación.
En la habitación su esposa Ada, le pregunta,
- Están bien los pequeños, has hablado con ellos.
Albert mira a su esposa y responde.
- No te preocupes, están bien, nuestros hijos están con ellos y cuando vine estaban hablando en voz muy baja ya que no querían que nos despertáramos y les riñeramos.
Ada mira a su esposo y dice.
- Seguro que te quedaste a escuchar, que estaban diciendo.
- Pues estaban preocupados por el tema del cabello de Mary y en como podían arreglar el problema.
- Espero que no traten de hacer ningún desaguisado, sino tu tendrás toda la culpa, por alentarles.
Albert mira a su esposa y pone cara inocente y responde.
- Yo alentarles, como si no he hecho nada ni les dije nada, responde Albert mirando a su esposa.
Ada, mira a su esposa Albert y contesta.
- Quieres saberlo, de verdad que no les has dicho nada cuando estabas con ellos en el salón después de que Mary saliera de el cuando les estaba buscando enfadada.
Albert, cruzó los dedos de una mano, sin que su esposa lo vea y responde muy serio.
- No, querida no les dije nada.
Ada mira fijamente a su esposo ya que duda si es cierto porque sabe que sin su debilidad, aunque también son de ella.
- De acuerdo, si es cierto o no tarde o temprano lo sabremos y espero que Mary se le pase el enfado que tiene, por cierto igual la llevaré a la peluquería para arreglar le el cabello, así se encontrará mejor.
A continuación añade.
- Ahora me puedes enseñar las fotos que le hiciste a Mary, por favor.
Albert mira a su esposa y pregunta.
- Qué,.... Como.....
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La Revancha
RomantizmKaren Sullivan llega como el brazo ejecutor a su ciudad para descubrir muchos secretos y tratar de hacer justicia, ya que existe muchos secretos.