Prólogo

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Ríos de sangre e incontables cuerpos. Eso era lo primero que capturaban los ojos de cientos mientras buscaban a sus familiares y amigos, gritos desgarradores y miradas llenas de furia, un deseo de venganza y una chispa de sed de sangre fue suficiente para iniciar una nueva batalla.

Era un enfrentamiento imposible de ver para ojos comunes, los colmillos manchados de rojo junto a sonrisas malvadas y garras bien afiladas, eso era todo lo que se necesitaba en aquel campo abandonado por el hombre. Los ojos rojos brillaban en la oscuridad con fuerza y un deseo incontenible de matar inundaba el aire.

Era una guerra. Una guerra comenzada por poder, una guerra que determinaría quien se quedaría con el poder y los perdedores agacharian la cabeza ante el vencedor. El clan Park, fue el primero en lanzar el grito de guerra y comenzar con aquella fiera batalla, una lástima que apenas pudieran mantenerse en pie.

El clan Kang estaba destinado a ganar y no desilusionaron al destino cuando se proclamaron vencedores mientras pisaban los cadáveres de cientos de los suyos; contaban con los más poderosos y desalmados de su especie, los vampiros no tenían alma pero eran capaces de demostrar piedad. Lástima para aquellos que creyeron en esto cuando enfrentaron a este poderoso clan.


Nuestra lealtad le pertenece una voz llena de pena.


El clan Shin fue el primero en bajar la cabeza y jurar lealtad, logrando sobrevivir a esa matanza entre los suyos. No era de extrañar la inteligencia y gran habilidad que portaba el líder para tomar decisiones, si se hubiera mantenido al margen de aquella guerra, no se arrepentiría de ver a cientos de los suyos como cadáveres antes de desaparecer por completo. La sabiduría llega con el tiempo y la experiencia, después de todo.

El clan Kim fue el segundo en bajar la cabeza en reconocimiento de sus habilidades y por sobretodo miedo a perecer, habían logrado sobrevivir una gran parte y no podían morir de esa manera; el clan Wu se mantuvo alejado de cualquier batalla y solo reconoció el poder de los demás clanes cuando era seguro abandonar su escondite.

Los humanos habían descubierto su secreto. O al menos una parte, ya que no los llamaban como era debido, fueron confundidos con las brujas. Las mujeres fueron las primeras víctimas, seguidas por las vampiresas y los vampiros reales, los cazaban día y noche sin darles descanso. Al descubrir la existencia de las "brujas", los seres humanos comenzaron a sospechar de la posible existencia de otras criaturas, dando inicio a innumerables cacerías y matanzas.


¡Capturenla!un grito masculino lleno de repulsión.



Los ojos rojos de la mujer que corría desesperada eran el motivo principal por el que la perseguían y pronto acabaría en la hoguera quemada como una simple bruja, cuando en realidad era una vampiresa, una humana hipnotizada por un vampiro y utilizada como esclava. Un mes después de tener al hijo (que portaba en su vientre) moriría, a menos que el vampiro la convirtiera en vampira y esposa, era común que así sucediera.


Se ha encontrado a la sospechosa culpable de brujería se dictaminó sin expresión.



¡No! ¡No soy bruja!— desespero puro.



El juez ignoró sus gritos y dio la orden de llevarla a su futura muerte, había una gran multitud armada de trinches y antorchas encendidas alrededor de la hoguera, a la espera de la supuesta bruja.

El clan Wu fue el más perjudicado durante esta época, aunque eso no quería decir que los demás clanes no hubieran perdido a sus mujeres. Porque sí, las mujeres, vampiras y vampiresas habían sido la parte más afectada.

Los vampiros pueden ser fuertes, rápidos o contar con misteriosos poderes pero todos tienen debilidades, un ser inmortal puede morir, incluso los seres omnipotentes tienen fallas, pueden tomar decisiones equivocadas y terminar cayendo en las trampas de los más débiles.

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