El humo negro ascendía hasta formar enormes nubes tóxicas, la luz rojiza y amarillenta mezclándose en un naranja reluciente, casi cegador, se extendía tanto que ignorarla era imposible, aún si no fueran vampiros esas grandes llamaradas hubieran llamado su atención. Un incendio. Algo estaba ardiendo en poderosas llamas imposibles de extinguir. Los cuatro apresuraron el paso, cada vez más ansiosos, más desesperados ¿Era...? ¿Estaba pasando?
Lo era. Lo fue. Y sí, estaba pasando. El castillo ardía en llamas vivas, el Aquelarre Kim se extinguía bajo el peso del calor abrasador, su casa se perdía ante sus atónitos ojos. Jongin cayó de rodillas, sus labios entreabiertos y sus ojos cristalizados, víctima del shook mientras hacia un sobre-esfuerzo por no terminar de derrumbarse como lo hacía su hogar frente a sus incrédulos ojos. Chanyeol se arrodilló a su lado, sorprendido, lo envolvió en sus brazos mientras intentaba consolarlo sabiendo (de primera mano) lo que se sentía ver arder su único hogar.
YiFan tenía la boca abierta, los puños apretados y los ojos entrecerrados reteniendo cualquier emoción, su cuerpo estaba increíblemente tenso y aún así se podía apreciar como temblaba, su mirada no se apartaba del que siempre considero su segundo hogar. JungMyeon... JungMyeon no había reaccionado; no había expresión en su rostro, su cuerpo no se veía tenso ni temblaba, sus brazos caídos sin fuerza a los costados de su cuerpo. Nada.
—No...— alguien lloriqueó.
JungMyeon miró hacia el origen encontrando a su primo, MinSeok lloraba desconsolado mientras Jongdae llegaba tras él para quedar en shook, pronto se percató de como llegaba el resto de su clan de diferentes direcciones. Estaban todos a salvo; algunos se veían sucios (llenos de tierra o barro, ropas rasgadas) otros parecían bastante heridos (arañazos, mordidas o extremidades rotas) pero al fin y al cabo, vivos, fuera del castillo envuelto en un incendio que parecía adquirir más fuerza.
—¿Qué sucedió?— no se mostró afectado.
—Debió ser una trampa...— Jongdae se esforzaba por hablar —Habían muchos invasores, lobos... Neófitos. Todos en diferentes direcciones y...— apretó los labios con rabia.
—Entiendo— su voz baja, extrañamente tranquila.
Pronto toda la atención se dirigió a la entrada casi en ruinas del castillo, dos presencias luchaban por salir, dos vampiros. No se movieron, no reaccionaron, aunque la ira quería adueñarse de sus cuerpos y buscar venganza. Un chico y una chica salieron a tropezones, tosiendo como si el humo los afectará, se veían claramente jóvenes e inexpertos. Dos neófitos. Presenciaron casi con deleite como se percataban de que estaban rodeados, entrando en pánico al no ver una salida, petrificadonse de miedo.
—JungMyeon, no— YiFan intentó detenerlo.
El mayor miró sin expresión a su amigo y luego como su muñeca derecha era apretada con fuerza por la mano izquierda contraria, le dio una mirada de advertencia diciéndole en silencio que lo soltará pero YiFan no le hizo caso, cuando estaba de esa forma era peligroso y todos los presentes lo sabían. Sin consideración alguna, JungMyeon le rompió la mano a su amigo liberandose de su agarre y tornó sus ojos negros inmovilizando a los miembros de su clan.
YiFan no parecía sorprendido por su acción y con una mueca de dolor combinada con resignación, lo dejó ir. Chanyeol que tampoco estaba bajo su control, se mantuvo al lado de Jongin, quien aún estaba arrodillado en el suelo. Sabía (por carne propia) lo que ese poder era capaz de hacer, cuanto dolor podía ocasionar pero se relajó al notar que el Príncipe Kim tenía tanto control sobre sus emociones que no le estaba haciendo ningún daño a los demás.
JungMyeon caminó hacia los neófitos aún congelados en su lugar, vio el miedo y la desesperanza en sus ojos rojos y solo atino a sonreír de manera escalofriante, su sonrisa se amplio con maldad pura al ver como se sobresaltaban con solo imponer su presencia. Quería verlos sufrir, rogar misericordia (que no les daría) pero también quería respuestas, se detuvo al estar a tan sólo dos metros de ellos y se cruzó de brazos. Era una delicia verlos tan asustados.
—¿Ustedes hicieron esto? ¿Ocasionaron el incendio de mi hogar?— cuestionó manteniéndose tranquilo.
—N-no, no di-diremos nada— el chico "valientemente" habló.
—¿Cuánto durará esta pequeña, pequeñísima, muestra de valentía?— sonrió, extendiendo los brazos.
Los pobres chicos no pudieron ni parpadear cuando tenían una mano en el cuello apretando sin misericordia y con los pies varios centímetros lejos del suelo, JungMyeon los sostenía con facilidad en el aire mientras buscaba su propio auto-control, egoístamente pensó en su hogar cayendo en pedazos detrás de los neófitos, egoístamente pensó como ardía el único cuadro de su padre y como toda la historia de su clan se perdía (los diarios, los libros, las pinturas...)
—Aún si... Si nos mata, n-nosotros no...— la chica lo sacó de sus pensamientos.
Una sonrisa macabra se extendió en su angelical rostro ¿No dirían nada? ¿Mantendrían los labios sellados hasta la muerte? Eso se podía resolver de una manera tan sencilla que no pudo evitar que una pequeña risa llena de maldad y diversión se le escapará, por el agarre en sus cuellos sintió como se tensaban y la manzana del chico se movía bajo su mano, lo miró fijamente encontrando debilidad. La chica gritó desgarradoramente cuando forzó el agarre para romper su cuello.
—No, por favor, no... Yo, yo...— empezó a rogar presa del pánico.
—Morirás— determinó sin compasión —Es lo que estabas dispuesta a hacer para no hablar, ¿cierto?— inclinó la cabeza fingiendo inocencia.
Soltó al chico sabiendo que no se atrevería a huir y se enfocó en degollar a la chica usando únicamente sus manos, tomó el cuerpo decapitado y lo arrojó sin esfuerzo a las llamas vivas frente a él, sostuvo la cabeza de la chica frente al rostro del chico que había comenzado a llorar y negar. Era un vampiro despiadado con sus enemigos, era insaciable y ridículamente poderoso, era un depredador que no temía acabar con su presa. No le gustaba mostrarse de esa manera, odiaba sentir el miedo de Jongin a través de su vínculo pero no permitiría que lo vieran débil, incapaz de proteger a su clan.
—¿Entonces?— miró al chico —¿Por qué mi Aquelarre? ¿Quién los envío?— jugó con la cabeza como si fuera una simple pelota.
—No-nosotros, no, no, yo no puedo decirle— negó en medio de lloriqueos —Cuando abrí lo-los ojos era di-diferente y una voz dulce en mi cabeza me decía q-que hacer— habló tan rápido como podía.
Mientras el chico seguía jurando no saber nada, JungMyeon se deshizo de la cabeza y lo miró con aburrimiento, esa información era realmente inútil. Sin más que hacer ni obtener, mató al chico rápidamente infringiendole poco dolor y lo arrojó al castillo aún en llamas, era toda la compasión que recibiría por parte de él. Miró al cielo nocturno, era la noche más oscura que había presenciado en su larga vida, desvío la mirada hacia donde estaban los demás.
Sus ojos se volvieron rojos liberando a su clan de su poder mientras sentía como la lluvia empezaba a caer, no pasó por alto como Jongin evitaba su mirada y se colocaba de pie para abrazarse con fuerza a Chanyeol, miró a YiFan encontrando que su mejor amigo también lo evitaba concentrándose en masajear la mano que le había roto. Sonrió con ironía mirando nuevamente al cielo, sintiendo como las gotas de agua impactaban sin fuerza en su rostro ¿Qué pasaría después? ¿Qué debería hacer?
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♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]
VampireEl amor no está prohibido. No se puede evitar amar. El verdadero problema es ¿Quién esta dispuesto a arriesgarse por vivir aquel sentimiento tan complicado e imposible de controlar? Los clanes siempre están en guerra, aunque no estén peleando físi...