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Sonrió notando que el plan estaba yendo bien, al menos por su lado. Respiró hondo llenando sus fosas nasales con el delicioso olor de Chanyeol, estaba cerca, muy cerca. Miró hacia atrás sin disimulo y les dio una sonrisa burlona, necesitaba que estuvieran cegados por sus propios instintos de caza y no notarán a sus compañeros, ni a Chanyeol por supuesto. Suspiró para calmarse y aceleró el paso.

Chanyeol corría hacia él, de frente, asintió dándole a entender que todo estaba bien. Cuando estuvieron por tocarse, a sólo centímetros, Jongin saltó sobre el mayor y golpeó a los lobos para distraerlos. Por otro lado, cuando el menor saltó sobre él, aprovecho para deslizarse por el suelo pasando por debajo del lobo con patas negras que llevaba la delantera y llegar al lobo con orejas negras. No se permitió dudar, no había tiempo para dudas.

Todos los lobos parecían perdidos y confundidos, no habían notado que estuvieron corriendo en círculos, todos sus sentidos estuvieron en sus presas y nada más. El aullido estridente de dolor que dio el lobo blanco con orejas negras logró llamar la atención, Chanyeol lo sostenía por la espalda dándole un fuerte abrazo que acabó por romperle varias costillas, al ver que el plan daba frutos dejó caer el cuerpo jadeante y casi inconsciente para correr hacia Jongin.


Vámonos— lo tomó de la mano, apresurado.


—¿Estará bien?— cuestionó, comenzando a correr.


Chanyeol miró hacia atrás, los tres lobos se acercaban a su compañero caído con expresiones preocupadas y aullidos suaves de dolor, asintió hacia el menor. Sabía que estaría bien, era terriblemente doloroso al igual que la reacomodación de los huesos rotos pero se recuperaría, estaba seguro de eso. Jongin lo miró fijamente parecía leer su mente, como si se diera cuenta de que esa no era la primera vez que tenía que recurrir a eso pero no dijo nada, simplemente continuó corriendo sintiendo como la luz solar tomaba fuerza y comenzaba a quemar sus espaldas.

Por fin lograron visualizar la mansión sobre la colina, un suspiro de alivio salió de ambas bocas, los lobos podrían seguirlos hasta ahí pero tendrían que enfrentarse a todo un clan y nadie era tan temerario ni siquiera los hombres lobo. La puerta se abrió en cuanto estuvieron frente a ésta, Tao los saludó casualmente y subió las escaleras donde Kyungsoo lo esperaba, no era de extrañar, el más bajo parecía ser el más receptivo.


—¿Qué sucedió? Lucen afanados— Kyungsoo los miraba de arriba abajo con sospecha.


Pues...— Jongin comenzó a hablar pero lo interrumpió.


—Nada, el sol nos alcanzó antes de lo que pensábamos— dijo tranquilamente —¿Están todos?— miró alrededor.


, desde el último ataque, solo salimos a comer y volvemos— le informó Tao.


—Bien— lucia tan aliviado Que nadie abandone la mansión hasta que se solucione el problema de los lobos— ordenó.


La pareja asintió mientras desaparecía para darles a los demás la noticia, dejó salir todo el aire que había estado acumulando y miró a Jongin, quien parecía acusarlo con la mirada. Negó suavemente, no podían hablar en ese momento, cualquiera escucharía su conversación con facilidad. Lo tomó de la mano y lo arrastró al despacho, donde varios murciélagos dormían colgados del techo, llamó a uno y le entregó un mensaje para que fuera enviado tan pronto como fuera posible.


♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora