74.

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La estadía en el Aquelarre no era tan malo, lo malo y la incomodidad se debieron a la compañía, el clan. Jongin se mantuvo a su lado prácticamente todo el tiempo por miedo pero no miedo a que alguien lo lastimará, sino de que él lastimará a alguno del clan. Si lo pensaba con cuidado, tenía que darle la razón. Su mente estaba hecha un desastre y a cualquier mínima provocación no podría controlarse, estaba preocupado por su amigo, por Jongin, por su clan y por él mismo.

Los miembros del clan habían estado paseándose por la sala, donde él estaba la mayor parte del tiempo ya que no tenía la confianza de pasearse como si estuviera en su casa, sabía que estaban vigilando sus movimientos y parecían turnarse. Sonrió cuando vio a Tao pasar frente a la sala y darle una rápida mirada de reojo para apresurarse a la cocina, después fue Kyungsoo, quien no disimulo y le regalo una larga mirada antes de seguir a su pareja.


—Solo están intranquilos con lo que significa que estes aquí— Jongin le comentó.


El menor estaba sentado a su lado mirando con anhelo el piano que se extendía con elegancia frente a ellos, lo miró fijamente sin dejar de sonreír, sabía cuanto le gustaba la música a su hermano, aunque claramente Jongin no sabía a que se debía ese gusto. JungMyeon miró también el piano y tomándose la libertad (que tal vez no tenía) se acercó a él para sentarse y acariciar el instrumento con adoración, su padre le había enseñado a tocar y ese mismo vampiro tocaba cuando Jennie estaba embarazada de su hermano.


—Solo desearía que dejarán de verme como si fuera su enemigo, para mi no es el paraíso estar aquí, tampoco— tocó una nota baja.


Jongin bufó pero no perdió detalle, los movimientos de sus manos, de sus dedos hundiéndose con suavidad en las teclas blancas y negras. La melodía inició extendiéndose por toda la mansión, pronto la mayoría del clan estuvo asomada en la puerta mirándolo con curiosidad, algunos con indiferencia pero resaltando la aceptación y la admiración. Era triste, era horriblemente triste pero tan conmovedora, los más sentimentales ya tenían indicios de lágrimas.



—Una hermosa melodía, aunque parece que solo se baso en sus momentos tristes— la voz de Chanyeol resonó cuando la melodía terminó.


Se abrió paso entre la multitud arremolinada en la puerta e ingresó a la sala, JungMyeon lo miró en silencio aún con las manos suspendidas sobre las teclas, poco a poco comenzó a enderezarse y atraer los brazos hacia su cuerpo, miró al frente al otro lado del piano y suspiró. Asintió para sí mismo estando de acuerdo en silencio con él, solía tocar esa melodía en especifico cuando estaba triste o muy preocupado o como en esa ocasión, ambas.


— respondió simplemente.


Chanyeol llegó a donde estaba dándole una mirada larga y comprensiva, JungMyeon decidió no mostrar más sus sentimientos, se levantó dignamente y caminó hacia la ventana corriendo las cortinas para evitar el amanecer que estaba próximo. El silencio los envolvió al tiempo que parecían congelarse, había alguien en la puerta de la mansión, no lo habían notado por estar tan inmersos en el sonido único del piano y la conmovedora melodía que expresaba más de lo que se podía admitir en palabras.

♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora