El despacho estaba envuelto en un ambiente horrible, tan tenso e incómodo incluso sombrío, la cortina estaba completamente abierta dejando que la luz lunar iluminará tenuemente el interior y la brisa, que entraba por la ventana abierta, era tan fría como la mirada de JungMyeon. Jongin estaba de pie temblando bajo su mirada sin atreverse a hablar. Ambos estaban envueltos en un silencio abrumador, difícil de romper.
—Hace unos minutos querías hablar y ahora pareces una estatua— su voz era suave y su expresión se relajó.
—Yo... Eh...— se removió incómodo —Quería decir... Hablar sobre eso— estaba tan nervioso.
—¿Eso?— JungMyeon sonrió al verlo tan nervioso.
—Sí, eso— su mirada seguía en el suelo.
—Jongin— llamó su atención sin ser brusco —¿Qué quieres decirme?— estaba curioso.
—Es sobre el Príncipe Park— admitió, desviando la mirada a la ventana.
La madera del escritorio crujió, debían comprar uno nuevo (otra vez), JungMyeon suspiró intentando relajarse ¿Por qué le molestaba su sola mención? Se relajó, soltando el escritorio que ya tenía grietas y algunos agujeros, debido a la fuerza con que había clavado sus dedos y descargado su rabia. Jongin se tensó, sin atreverse a mirarlo, había llegado la hora de confesar su "crimen".
—¿Tú quieres...?— ni siquiera sabía que decirle pero Jongin sí.
—No intentaré acercarme a él— murmuró con tristeza pero decidido.
—¿Qué?— estaba incrédulo —Pero ustedes...— nuevamente fue interrumpido.
—Yo fui a su Aquelarre durante tu ausencia y hablé con él— admitió en voz baja.
El silencio volvió, JungMyeon estaba petrificado, con los ojos fijos en la vista que le ofrecía la ventana abierta. Ya era capaz de entender todo, las reacciones de los demás; los rostros sombríos, el nerviosismo de Jongdae y el afán de Jongin por hablar con él. Se levantó y caminó lentamente hacia donde estaba el menor pero no lo miró ni tocó, se detuvo frente a él con la mirada aún pérdida en el exterior.
—¿Y qué te dijo?— su voz era extrañamente baja.
—Pues...— Jongin miró al suelo —Que lo olvidará, al igual que 'nuestra conexión'— su voz se perdió.
No había expresión en su rostro, estaba inmóvil y sin palabras ¿Cómo se suponía que debía reaccionar? Odiaba a Chanyeol y a su clan, realmente los despreciaba y su rechazo lo hacía feliz pero Jongin no era feliz, siempre había buscado que su hermano menor viviera en absoluta felicidad. Lo abrazó con fuerza sin saber que más hacer, el menor tardó en corresponder pero lo hizo al final.
—¿Qué me sucede, JungMyeon?— su voz era amortiguada por el pecho contrario —¿Por qué duele tanto?— había comenzado a llorar sin darse cuenta.
No pudo responder ¿Así se había sentido Sehun? ¿Cuántas veces YiFan tuvo que consolarlo como él estaba intentando hacer con Jongin? Apretó más el abrazo, realmente no sabía que hacer, no quería que Chanyeol estuviera cerca pero tampoco quería que su hermano sufriera.
Pero en ese momento volvieron los recuerdos del pasado, todo el odio y el rencor volvieron a nublar su parte racional, se separó un poco del abrazo y observó el rostro de su hermano menor, había tomado una decisión. Si Jongin estaba sufriendo, ¿no quería eso decir que no debían estar juntos? Secó las lágrimas contrarias con delicadeza y sonrió.
—No te preocupes, Jongin— tranquilizó —Nosotros somos tu familia y estaremos contigo siempre— su voz era maternal.
Jongin asintió aún con rastros de lágrimas y una sonrisa formándose, JungMyeon siempre había estado a su lado al igual que los demás miembros del clan, solo necesitaba de su familia. Siempre había sido así y por ese efímero momento parecía que siempre sería así. El abrazo se rompió por completo y el mayor se encargó de acabar con aquel sentimental momento al alejarse con el rostro serio.
—Ahora— su voz comenzó a cambiar —Hablemos sobre la salida sin mi permiso— la voz de ultratumba había aparecido.
Se tensó, su expresión llena de pánico y miedo combinados, JungMyeon caminó hacia su escritorio pero se detuvo, volteó a mirarlo con una sonrisa extraña. Volvió sobre sus pasos y pasó por su lado, se dirigió a la puerta y la abrió tan lentamente como era posible, salió de la habitación y caminó hacia la sala. Se veía tan tranquilo y ¿cómo no estarlo? Ya lo sabía todo. Su voz suave resonó en cada lugar del castillo y llegó a cada vampiro del clan.
—Reunión familiar— esas palabras nunca eran un buen augurio.
En unos segundos la sala estuvo llena de ojos rojos y rostros preocupados, Jongin apareció en último lugar con pasos temblorosos, JungMyeon estaba en el centro mirandolos con aquella sonrisa que solo causaba desconfianza. Si era lo que se imaginaban, podrían considerarse muertos.
Poco a poco su rostro se volvió serio, el ceño fruncido, sus ojos brillando con el rojo de la furia y sus colmillos sobresaliendo de manera amenazante. Su cuerpo estaba tenso, con los brazos cruzados y un pie golpeando el suelo a un ritmo constante, estaban en problemas. Sus ojos cayeron sobre Jongdae, quien estaba inmóvil tras MinSeok.
—Saben que odio las mentiras— su voz molesta era suficiente para causar miedo —Y todos me han mentido descaradamente— sonrió de manera escalofriante.
Sus ojos se tornaron negros al tiempo que Jongdae caía de rodillas, nadie fue capaz de moverse o intervenir, Jongin miró la escena sin saber lo que sucedía. Quería intervenir, quería ayudar al mayor pero su cuerpo no respondía, estaba inmóvil como si alguna fuerza externa lo mantuviera atado. Miró a los demás, todos parecían estar en el mismo estado ¿Ese era el poder de un líder de clan? Era aterrador.
—Bien— JungMyeon rompió el abrumador silencio —Jongin habló conmigo, así que por esta vez no habrá castigo— su voz se suavizó.
Los ojos negros volvieron al rojo original mientras los demás parecían recuperar la movilidad normal, observó a Jongdae preocupado, aún estaba arrodillado jadeando mientras MinSeok acariciaba su espalda ¿Qué le había hecho su hermano mayor? Los vampiros no necesitaban respirar, entonces ¿Qué había sucedido? Había muchas cosas que no lograba entender y no estaba seguro de querer entender.
—Una cosa más— su voz volvió a resonar —Ningún miembro perteneciente al clan Park es bienvenido— sus ojos cayeron sobre Jongin.
El menor no fue capaz de sostenerle la mirada, agachó la cabeza y se mantuvo en su posición, JungMyeon paseó la mirada por el resto obteniendo asentimientos silenciosos. Abandonó la sala y se perdió en la parte más oscura del castillo, por ese momento necesitaba estar solo con sus pensamientos, aunque no era el único. La mayoría también tenía muchas cosas que meditar.
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♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]
VampireEl amor no está prohibido. No se puede evitar amar. El verdadero problema es ¿Quién esta dispuesto a arriesgarse por vivir aquel sentimiento tan complicado e imposible de controlar? Los clanes siempre están en guerra, aunque no estén peleando físi...