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Abrió los ojos, aunque nunca se quedó dormido ¿Cómo podría dormir con tantos pensamientos complicados? Solo podía pensar en JungMyeon y aquella "charla" que los distanció aún más, si su hermano mayor mencionó lo de la confianza e insistió en que hablarán, eso quería decir que ¡¿Ya sabía todo?! Suspiró intentando calmarse, eso era posible pero no lo creía, había sido discreto y tenía el apoyo de varios de sus familiares.


—¿Despertaste hace mucho?— la voz de Chanyeol lo devolvió a la realidad.


En realidad...— dudo en responder —No muchomintió.


El mayor elevó una ceja con escepticismo pero no mencionó nada, lo atrajó más cerca aprovechando que tenía envuelta su cintura con un brazo y le dio un casto beso, Jongin sonrió mientras usaba el otro brazo de Chanyeol como almohada. Se sentía tan correcto estar juntos, sus cuerpos acoplados a la perfección y generando un calor único. Se miraron directamente a los ojos en silencio, únicamente contemplandose, adorandose con un amor puro.


—¿Qué me has hecho?— mencionó Chanyeol.


Cerró los ojos mientras sentía como esa gran mano acunaba su mejilla y el pulgar daba delicadas caricias, era tan cariñoso, tierno, compresivo... Sonrió pensando en sus primeros encuentros cuando le dijo palabras crueles y prácticamente lo echó de su vida pero las cosas se dieron para mejor, Chanyeol era diferente con él mientras seguía dando esa imagen cruel, fría, intimidante y cortante a los demás. En cierto modo era muy parecido a su hermano mayor, JungMyeon y él podrían llegar a ser grandes amigos si se dieran la oportunidad, aunque aún desconocía el origen de ese odio. Subió los párpados para verlo nuevamente.


Tal vez lo mismo que me hicistesonrió cariñosamente.


Chanyeol rió escandalosamente, era música para sus oídos, de algún modo había comenzado a amar o a acostumbrarse a cosas que antes detestaba o no soportaba. El amor era realmente poderoso. Sin darse cuenta, ya estaba riendo también, su risa era algo tan único como la relación que mantenían en secreto. Se besaron profundamente para luego separarse, Chanyeol se quedó en la cama mirando como Jongin abandonaba el lugar a su lado para buscar su ropa y vestirse, había llegado la hora de separarse (nuevamente, por más tiempo y distancia).


—¿Hablarás con tu hermano?— no pudo evitar la molestia al mencionarlo.


contestó Jongin, ignorando ese tono a propósito Tal vez no debería seguir con esto...— murmuró contrariado.


—¿A qué te refieres?— se podía oír claramente el miedo en su voz.


—¿Qué estás pensando?— rió Jongin al percatarse de lo que pudo entender —Me refería a mantener nuestra relación en secreto... Creo que está causando más daño del que se supone debía evitarexplicó con tristeza.


Chanyeol suspiró sintiéndose aliviado, aliviado como nunca antes creyó estar, por un momento pensó que él quería romper su... Movió la cabeza para eliminar aquellos pensamientos pesimistas y se levantó de la cama para acercarse al menor, lo abrazó con fuerza y le dio un beso en la cien, siempre mostraba su lado cariñoso con Jongin y sólo con Jongin. Sintió como esos brazos delgados y menos musculosos que los suyos, lo envolvían con la misma (o tal vez más) fuerza.


Vendré tan pronto como puedamurmuró Jongin en forma de despedida.


Siempre estaré esperándoteprometió Chanyeol.


Volvieron a besarse para cerrar aquella habitual promesa, nuevamente Chanyeol observaba desde su ventana la figura de Jongin alejándose de la mansión y de él, perdiéndose con el amanecer. Importandole poco su desnudez o que los rayos solares pudieran alcanzarlo, se quedó en la ventana, recargado en el marco hasta que el único olor que podía reconocer desapareciera. Cuando su nariz se vio incapaz de sentir ese atrayente olor, cerró la ventana y corrió las cortinas, hundiéndose en la fría y solitaria oscuridad.


Debí esperar al anochecermurmuró con fastidio.


Corrió por al menos cinco horas bajo la luz solar, su cuerpo ya no resistía más llevándolo a refugiarse bajo un gran árbol, miraba hacia el claro cielo a través de las ramas, las hojas verdes y algunos frutos rojos. Las nubes pasaban sobre su cabeza lentamente, llevando consigo la tormenta hacia otro lugar, suspiró cerrando los ojos y disfrutando del frío viento en su rostro. Se sentía realmente bien como su cabello se mecía, aún podía sentir el olor de Chanyeol en su cuerpo, delicioso.

Sonrió abriendo los ojos para reiniciar su camino, las quemaduras habían sanado hasta el punto adecuado para seguir corriendo bajo el sol, ya estaba pisando los límites del territorio de los Wu. Estaba corriendo por los bosques que lo rodeaban, ocultándose bajo los frondosos árboles del inminente sol, llegaría a su hogar en poco tiempo. Disminuyó el paso hasta solo caminar, llegar al Aquelarre Kim significaba enfrentar a JungMyeon como era debido, ni siquiera el sol le causaba tanto dolor como pelear con su hermano mayor.


—¡¿Qué demonios?!— gritó desconcertado.


Apenas había alcanzado a saltar y colocarse a salvo en una de las ramas más altas del árbol que estaba a su espalda, sus colmillos sobresalieron mientras sus ojos brillaban con un rojo lleno de rabia y confusión, un lobo de manto negro y ojos azules lo observaba desde el suelo. Había salido de la nada y si no hubiera sido por sus reflejos, probablemente tendría su cuello en el hocico de ese animal que no dejaba de gruñir y mirarlo como a un enemigo ¿Qué había hecho para merecerse el odio de un hombre lobo?


—¿Por qué me atacaste?— susurró sabiendo que era bien escuchado.


Obtuvo un poderoso gruñido como respuesta, el lobo levantó el hocico para olfatear el aire, Jongin frunció el ceño sin entender lo que sucedía y luego cerró los ojos al escuchar un estruendoso aullido. Había sido demasiado para su oído super-desarrollado, ese aullido había logrado descolocarlo lo suficiente para que el lobo intentará atacarlo, cayó del árbol al esquivar nuevamente al animal. No quería atacarlo ni lastimarlo pero no estaba dejándole muchas opciones.


—¿Por qué haces esto?— insistió en hablar.


Sus pies tocaron el suelo mientras el lobo gruñía desde el otro lado del árbol, nuevamente vio al lobo olfatear el aire para aullar y mirarlo con odio ¿Qué sucedía exactamente? Escuchó a la lejanía un aullido pero no tuvo tiempo de pensar en su significado o el origen, aquel hombre en su forma lubuna volvió a lanzarse sobre él derribando el árbol (en medio de ambos) a su paso y cayendo encima suyo, acorralandolo contra el suelo y apuntando los afilados dientes a su rostro.


—¿Qué te sucede? Yo no soy tu enemigomurmuró con dificultad.


Sus manos eran apresadas por las patas delanteras del lobo, sus muñecas sangraban, pues las garras estaban enterradas casi atravesandolas de un lado a otro para mantenerlo inmóvil. Tenía las piernas flexionadas sobre su cuerpo, sus rodillas eran las únicas que lo mantenían con vida, estaban contra el pecho del lobo intentado alejarlo pero aquel desquiciado animal era fuerte y parecía estar cegado por la ira. Una ira dirigida a él sin ninguna razón lógica aparente, o al menos eso era lo que creía.

♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora