♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

50.

—No puedo decir que la odio, sigue siendo nuestra madre, pero ¿Realmente es así?— su voz había bajado —¿Cómo puedo considerarla como una madre si nunca se ha comportado como una?— terminó en un susurro.

Jongin se removió incómodo y suspiró ¿Qué podía decir? La única "madre" que conocía era Jin, cerró los ojos y agachó la cabeza, pensativo. Si hacia un recuento de lo que su hermano mayor le había dicho, solo podía llegar a una conclusión: Su madre, Jennie, no era realmente una madre y no podía confiar en ella. El silencio permaneció durante varios minutos, JungMyeon se encontraba más relajado, su postura lo demostraba, prácticamente desparramado en el suelo.

—¿Jongin?— se aseguraba de que aún estuviera ahí.

—¿Sí?— contestó después de varios segundos.

—¿Lo amas?— la pregunta fue inesperada para ambos.

—¿A quién?— Jongin se hizo el loco, jugando.

—No me obligues a nombrarlo, ya sabes de quien hablo— se quejó de mejor humor.

—Si no me lo dices, ¿cómo lo voy a saber?— continuó con su juego —Podrías referirte a 'mamá', a Sehun, Mark, Taehyung, Namjoon, nuestro primo, Jongdae...— enumeró.

—Me refiero a él, así que sólo responde— JungMyeon se había cansado.

—Sí— Jongin fue concreto.

—Sí, ¿qué?— preguntó, burlándose.

—¡Sí amo a Chanyeol!— admitió, gritando avergonzado.

JungMyeon se quedó en silencio mientras volvía a mirar el rostro perfectamente pintado de su padre, una sonrisa sin gracia apareció al bajar la mirada al desordenado suelo, ya había hecho mucho drama y no quería preocupar más a sus amigos. Se levantó con energía renovada y dio media vuelta, mirando fijamente hacia la puerta, estaba dispuesto a salir pero podía aprovecharse de la situación, ¿no? Sonrió maliciosamente para después aclarar su garganta.

—Esta bien, tú lo amas— comentó de la nada —Puedo aceptarlo...— hizo una pausa, esperando su reacción.

—¡¿En serio?!— Jongin se había emocionado.

—Sí— podía imaginarse su sonrisa de felicidad —Pero...— la sonrisa se esfumó —Aún no sé si él te ama— mencionó con seriedad.

Jongin frunció el ceño mientras se levantaba del suelo y miraba fijamente la puerta. Al otro lado, JungMyeon tapaba su boca para evitar reírse, no tenía que verlo para saber que expresión tenía, respiró hondo calmandose y tomó la perilla dorada. La giró lentamente, agregando dramatismo a la situación, puso su expresión más seria y enfrentó la mirada acusadora de su hermano, quien no reaccionó por verlo al fin fuera de la habitación.