♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

68.

Recibió el beso en su frente con una sonrisa feliz, tal vez los que observaban eso, porque sabía que todo el clan estaba espiandolos, se sorprenderían por ver al gran Príncipe Kim actuando de manera cariñosa pero poco les importaba. No sabían cuando volverían a verse, a pesar de ser seres inmortales, también corrían peligros y no podían estar seguros de nada, así que habían decidido aprovechar cada momento juntos.

JungMyeon le sonrió y le dio la espalda para correr, alcanzando en segundos a Sehun y los demás que ya iban un poco adelantados. Se quedó en el marco de la puerta observandolos hasta perderlos de vista, cuando ya no fue capaz de sentir sus presencias se apresuró a entrar en la mansión y encontrar a Chanyeol, lo tomó de la mano y lo arrastró hacia el exterior. Aún confundido por su actitud, se dejó hacer, gritando ordenes antes de cerrar la puerta e irse por fin.

—¿A dónde vamos?— estaba realmente curioso.

—Tendremos una cita— Jongin le sonrió.

Una cita. Se oía bien. Le correspondió la sonrisa y entrelazó los dedos de sus manos unidas, caminaron tan sólo unos minutos para comenzar a correr, al parecer Jongin tenía prisa y a él le gustaba todo lo que hiciera. Le seguiría a cualquier parte sin rechistar. Avanzaron rápidamente pasando por varios pueblos hasta llegar a una amplia pradera, el olor fresco, los pastales altos y verdes. La vista del firmamento era preciosa.

—Hermoso, ¿no?— Jongin miraba el cielo nocturno con adoración.

—Sí, muy hermoso— Chanyeol no estaba mirando el cielo.

El menor se percató de la mirada del mayor pero solo sonrió, mostrando esa amplia sonrisa que alcanzaba sus ojos volviéndolos media lunas y mostraba sus perfectos dientes blancos, una sonrisa que embelesaba a su acompañante. Chanyeol le dio un beso en la mejilla y luego subió sus manos aún unidas para darle un beso en el dorso de la mano, un momento simplemente romántico. Jongin le dio un beso casto antes de soltarlo y comenzar a correr lejos de él.

—¡Atrapame, si puedes!— gritó estando ya bastante lejos.

Rio escándalosamente y le dio algo de ventaja, Jongin avanzaba rápidamente a pesar de no usar su velocidad sobrehumana, cuando notó que el menor se detenía y le hacía señas provocándolo, decidió comenzar a correr también. Tampoco usó su velocidad sobrehumana, no era una competencia real, solo se estaban divirtiendo. El menor era ágil, daba saltos altos y precisos, cada vez que estaba por atraparlo lograba huir con facilidad.

Solo se oían sus risas en ese vasto campo solitario, de vez en cuando soltaban bufidos cuando un movimiento no les salía o maldiciones susurradas cuando resbalaban y/o caían pero al final todo era diversión, una felicidad llena de amor. Jongin giró dispuesto a escapar nuevamente de las manos de su amado pero Chanyeol logró reaccionar más rápido agarrandolo de la muñeca y tirando de él hacia su cuerpo, atrapandolo en un fuerte abrazo, un abrazo que se vio correspondido en medio de risas más altas.

—Te atrape— susurró orgulloso —¿Qué recompensa obtuve?— cuestionó juguetón.

—Esto— Jongin se acercó con una sonrisa juguetona.

Sus labios se tocaron superficialmente mientras mantenían sus ojos abiertos, mirándose con intensidad, transmitiendo sus deseos sin decirlo con palabras. Jongin fue el primero en bajar los párpados y separar levemente los labios, rodeó el cuello contrario con sus brazos, pegando sus cuerpos más si era posible. Chanyeol apretó su cintura posesivamente y aceptó ir más allá, cerrando los ojos y fundiéndose en un beso profundo, un beso húmedo.