Especial XIV

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Los Lee eran un clan pequeño que carecía de poder, eran vistos como uno de los clanes más débiles, aún siendo vampiros sangre pura. Incluso su Aquelarre tenía deficiencias tanto de diseño como de espacio, estaban ubicados en los territorios más remotos y desdichados, con pueblos pobres rodeandolos y un pequeño castillo que parecía estar en ruina.


Amor, no te muevas demasiado— rogó el alto vampiro Llevas dos niños, nuestros niños— murmuró conflictuado.


SeungRi, a veces eres tan molesto— se quejó la vampira con cansancio.


—Lisa, por favor— su cabello blanco se mecía con el viento.


El cabello de su pareja también se movía con la fría brisa de la noche, su estómago redondo y grande sobresalía gracias a su cuerpo delgado, estilizado y femenino. Lisa podía ser fácilmente la envidia de cualquier vampira o vampiresa en su clan, incluso de humanas. SeungRi caminaba tras ella con una clara expresión de preocupación, podía ser más fuerte y resistente que cualquiera pero no todos los días se tenían mellizos, sus hermosos Minhyuk y Jooheon.

Lisa se detuvo abruptamente y tocó su estómago causando que su pareja la mirará con mayor preocupación, ambos supieron lo que sucedía cuando un pequeño y casi imperceptible charco se extendió bajo el vestido gastado de la vampira, SeungRi la tomó en brazos con delicadeza pero tan rápido que sus movimientos no podrían haber sido captados por ojos comunes. Esa noche nacieron dos Lee más, dos pequeños que no podrían disfrutar al máximo de su hogar natal.

Cuando los Park les declararon la guerra a los demás clanes para obtener el poder absoluto, se vieron obligados a participar en esa primera gran guerra de su propia especie, pues corrían el riesgo de desaparecer, gracioso e irónico. Participar en esa guerra los hizo desaparecer casi por completo. Pues las batallas constantes se llevaron a los pocos sobrevivientes. Incluso dos pequeños niños se vieron envueltos en esa desgracia.


—¿Cómo llegaron aquí?— gruñó un hombre alto de cabello blanco.


—Los seguimos— mencionó el mayor con la mirada baja.


Pronto el hombre gruñó nuevamente con más fuerza y enojo, ya estaban en el campo de batalla y volver les resultaría imposible, los niños temblaron en su lugar y comenzaron a llorar. Con un suspiro el mayor miró alrededor, su clan no desaparecía en esa lucha pero obviamente su número disminuiría considerablemente, las luchas a su alrededor le impedían salir con los niños.


Escuchen, pequeños— se agachó a la altura de los niños Ocultense, cuando todo termine volveremos juntos a casa, ¿ok?— les sonrió.


Los pequeños dejaron de llorar y asintieron sintiéndose más tranquilos, desde ese momento todo pasó tan rápido que les resultaba incomprensible para su corta edad; quien les prometió volver no lo hizo, un vampiro extraño los encontró e intentó lastimar, otro vampiro extraño los salvó, protegió y llevó a un lugar lejano pero seguro. Sus vidas dieron una vuelta drástica y exagerada, dieron un vuelco imposible de corregir.

Los días pasaron y aunque JungMyeon, su salvador, se había ganado con facilidad su cariño, extrañaban a su familia, su clan y el pobre Aquelarre que los había visto crecer hasta esa corta edad. Lamentablemente estaban tan lejos que les resultaba imposible volver solos, además de que no conocían el camino de regreso y por más que pidieron ser llevados, siempre obtenían la misma respuesta.


♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora