El amanecer llegó sorpresivamente, los rayos solares comenzaron a colarse a través de las ventanas, las cortinas se cerraron de manera automática. La tecnología no había avanzado hasta ese punto pero para eso estaba la velocidad sobrehumana que poseían los vampiros, principalmente los pertenecientes al clan Kang.
Cada clan se dirigió a una habitación, no tenían la necesidad de dormir pero tampoco de estar juntos, de hecho estar juntos solo causaría desastres. Jongin miró nuevamente el interior de la mansión, asombrandose con el cambio drástico. De día lucia aterradora, siniestra e inavitable; las luces apagadas y las cortinas cerradas creaban el ambiente sombrío.
—¿Puedo curiosear?— murmuró sabiendo que sería escuchando.
—No creo que...— JungMyeon inicio pero se vio interrumpido.
—¡Por supuesto!— la voz animada pertenecía a Daniel, su guía —Nuestra casa es su casa— comentó con una sonrisa amable.
Jongin sonrió feliz, hizo una reverencia y se perdió por el pasillo contrario al que seguían. JungMyeon suspiró derrotado, nunca podía negarle nada a su hermano menor, Namjoon sonrió burlón mientras caminaba a su lado, ese mimado vampiro era la única debilidad de su perfecto líder. Daniel sonrió y continuó con su trabajo de guía momentáneo.
—¿Qué es...?— sus ojos se movieron por el lugar.
Su nariz captaba el olor típico de un vampiro, sangre y muerte pero extrañamente parecía distinto a los demás, atrayente. Su cuerpo se movió prácticamente solo, como si volará hacia aquel único olor. Algo no estaba bien, nunca había sentido tanta necesidad de estar cerca a alguien. Nunca había percibido el olor de otro vampiro estando tan lejos.
—¿Príncipe Park?— preguntó, asombrado por encontrarlo.
Chanyeol estaba sentado en un sofá individual, cerca a una de las ventanas de la sala con una copa en su mano, por supuesto ya había sentido la cercanía del menor, lo esperó pacientemente solo para confirmar sus temidas sospechas. Sonrió de lado, aún en silencio y le dio un sorbo a su copa, sangre humana fresca.
—No creo que sea tan fácil de olvidar ¿o si?— su voz, grave y juguetona.
Desvío la mirada lejos de aquel vampiro, Chanyeol tenía una sonrisa de lado y lamía sus labios de una manera tan provocadora, Jongin realmente no sabría hasta que punto podría soportarlo... ¿Soportar qué? Era una gran pregunta. No lo odiaba, eso era seguro. Sentía una extraña atracción hacia él, una extraña y peligrosa atracción que lo hacía sentir deseoso, como si quisiera devorarlo o dejarse devorar. Demasiado confuso.
—¿Qué sucede?— su aliento acarició su oreja —Luces nervioso— una lamida en su cuello.
Jongin se estremeció ante esa simple acción, la cercanía también era un problema. Chanyeol era mucho más rápido que él, sus ojos no alcanzaron a captar sus movimientos. Antes de que alguno pudiera reaccionar a tiempo, un ruido sordo y una nube de polvo envolvieron sus sentidos, algunos rayos solares iluminaron el lugar.
—Park, será mejor que te alejes de mi hermano— una voz de ultratumba llena de odio.
Del agujero (en la pared) se levantó una sombra lentamente, Chanyeol miró los ojos negros de JungMyeon, quien estaba de pie frente a Jongin mirandolo con sed de sangre, con aquella perturbadora mirada que ansiaba su muerte. Sonrió mientras su piel comenzaba a quemarse, esa sonrisa no contenía gracia alguna, por el contrario era una fachada para sus verdaderos deseos.
—¡Se puede saber, ¿qué hacen?!— YiFan gritó haciendo retumbar las paredes.
No pasaron ni dos segundos cuando se vieron rodeados por varios pares de ojos rojos, DaeSung suspiró mirando la escena, realmente no sabía como lidiar con ese par. Jimin y JinYoung se acercaron rápidamente a Chanyeol, quien ingresó a la mansión para cubrirse del sol pero sin dejar de ver a JungMyeon.
—¿Qué fue eso?— JinYoung inicio el interrogatorio —Siempre han discutido, pero nunca habían llegado a esto... ¿Qué hiciste?— lo acusó, conociendo bien a su líder.
—Yo no hice nada— dijo a la defensiva —¿Por qué no le preguntan al Príncipe Kim qué sucedió?— su voz era una combinación entre odio y burla.
—No vuelvas a acercarte a mi hermano— JungMyeon advirtió con odio, ignorando a los demás.
—¿Me estas amenazando?— Chanyeol parecía incrédulo —Solo quería conocer a tu lindo hermano, además...— una sonrisa de lado apareció —él lucia bastante dispuesto— terminó de decir con soberbia.
Parecía muy dispuesto a iniciar una guerra entre clanes, Namjoon se apresuró en detener a su líder, su fuerza no se igualaba pero no podía permitir que cayera en las provocaciones de Chanyeol. Sin que ninguno lo esperará, Sehun apareció frente a JungMyeon y lo abrazó con fuerza, logrando que se detuviera y se tranquilizará.
—¡Todos vuelvan a sus habitaciones!— DaeSung lucia serio —Y ustedes... ¡Limpien esto ahora!— ordenó señalando a Hyun Sik y Woong Jae.
Todos asintieron en silencio y comenzaron a acatar sus ordenes, el clan Park pasó junto a los Kim, dándoles malas miradas pero sin detenerse o hacer más. Sehun se separó avergonzado de JungMyeon y siguió a YiFan a su habitación, al igual que BamBam. Jongin miró a su hermano mayor con un puchero pero no dio resultado, como siempre solía hacer.
—Namjoon— llamó la atención de su amigo —Vigilalo— ordenó sin mirar al menor.
—Sí, señor— tomó la mano de Jongin y comenzó a alejarse.
—Debe ser horrible— Hye Sung se acercó —¿Emparejarse con alguien de ese clan?— sonaba dudosamente compasivo —¡Y nada menos que con el mismo líder!— lucia aterradoramente devastado.
Lo observó en silencio y sin expresión, solo quedaban los dos en el salón, los demás habían hecho lo que DaeSung había dicho. JungMyeon desvió la mirada al pasillo por donde se habían ido los Park, sus afiliados colmillos salieron, enterrándose en su labio inferior. Una fina gota de sangre salió, deslizándose por su mentón.
—El destino puede ser muy cruel cuando se lo propone— Hye Sung habló con amabilidad —Familiarizarse con un Park es riesgoso— susurró acercándose más —Cuidate la espalda y protege a tu Aquelarre— le advirtió con falsa modestia.
Uno de sus delgados dedos tomaron la gota de sangre, limpiando su pálida y fría piel, su lengua salió y la lamió con una extraña sonrisa. JungMyeon no habló ni se movió, mantuvo su roja mirada fija sobre la contraria hasta que Hye Sung decidió irse, ambos hicieron una reverencia y se alejaron, perdiéndose cada uno en sus propios pensamientos.
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♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]
VampireEl amor no está prohibido. No se puede evitar amar. El verdadero problema es ¿Quién esta dispuesto a arriesgarse por vivir aquel sentimiento tan complicado e imposible de controlar? Los clanes siempre están en guerra, aunque no estén peleando físi...