♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

43.

No fue capaz de decirle en ese momento, pues Jongin se había alterado sólo con el recuerdo y pensó que contarle lo sucedido con su hermano mayor haría que su estado anímico empeorará, llegando a la simple conclusión de esperar el tiempo adecuado. No planeaba ocultarselo, después de todo en algún momento tendría que enterarse, ya fuera por su boca o por otra pero esperaba ser él, no quería que su relación (recién iniciada) se basará en secretos.

Llevó al menor a la habitación, lo acostó en la cama y se acomodó a su lado, mirándolo en silencio. Jongin se quedó dormido rápidamente, el cansancio mental era demasiado. Con cuidado y esperando no despertarlo, lo movió para acomodar la cabeza sobre su brazo y así poder tenerlo más cerca, utilizó su mano libre para acariciar el rostro tranquilamente dormido. Delinió sus cejas, sonrió tocando suavemente sus pestañas y bajó a sus gruesos labios.

—Chanyeol— sonaba adormilado —Aún faltas tú— le recordó.

—Lo sé, duerme un poco— susurró con cariño.

Jongin asintió aún con los ojos cerrados y colocó su mano sobre la del mayor que descansaba suavemente sobre su mejilla, Chanyeol tomó con cuidado esa delicada y un poco más pequeña mano para llevarla a sus labios dándole un beso en los nudillos. Vio una sonrisa perezosa pero feliz antes de también acomodarse para intentar dormir, se abrazó al menor y respiró su único aroma, se sentía cálido y a gusto, perfecto para dormir el resto de la tarde y levantarse al anochecer.

—Ya anocheció...— un susurro lejano.

Gruñó en desacuerdo y se dio la vuelta, quedando de espalda al menor, aún no quería levantarse. Escuchó una risa tan única como el dueño, se vio obligado a girar cuando Jongin lo jalo del hombro usando solo la fuerza suficiente para dejarlo boca arriba, sonrió aún sintiéndose en la inconsciencia mientras recibía con gusto a otro cuerpo sobre el suyo. La desnudez les daba la única posibilidad de sentirse libremente y por completo, como si se mostrarán tal cual eran, sin secretos o mentiras.

—Dime— pidió Jongin —Dime, ¿por qué ocultarmelo?— susurró.

Chanyeol abrió los ojos y fijó su mirada en el rostro relativamente cerca al suyo, Jongin tenía los brazos cruzados sobre su pecho y el mentón apoyado sobre ellos, su expresión era tranquilidad absoluta. Lo miró fijamente a los ojos, encontrando que el rojo no simbolizaba únicamente la pasión, también podía brindarle tranquilidad, seguridad y confianza. Sonrió sintiéndose capaz de decirle, acarició una de sus mejillas y lo abrazó pidiéndole con ese contacto que lo entendiera.

—Es sobre tu hermano, el Príncipe Kim...— dijo por fin.

—¿Le pasó algo?— inquirió, intentando lucir calmado.

—Sí, pero esta bien— Chanyeol se apresuró en aclarar.

—Es bueno saberlo— suspiró con una sonrisa —Pero ¿Qué sucedió entonces? Tú parecías tan...— frunció el ceño, dudoso —Fuera de si, creí que te habían hecho algo o que lo intentaron— murmuró confuso.