♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

15.

Escapar de un Aquelarre lleno de talentosos vampiros era imposible si no se era más inteligente que ellos o no contaba con ayuda para engañarlos. Jongin tenía ambos problemas. No era un tonto pero no era un estratega, tampoco contaba con inteligencia superior y mucho menos con alguien que conspirará para ayudarlo.

—Mamá Jin— murmuró al verlo.

El mayor se giró, mirandolo con incredulidad, hace mucho que no escuchaba aquel apodo. Era el mayor de todo el clan y en muchas ocasiones dejó salir su instinto materno, sobretodo con JungMyeon y Jongin, aunque el Kim menor se había apegado más a su hermano mayor que a cualquier otro. Una pequeña sonrisa surgió mientras recordaba el pasado, suspiró antes de hablar.

—¿Sucede algo, Nini?— su instinto materno se había reactivado.

Lo miró sintiéndose avergonzado, cuando había visto al mayor tuvo la urgencia de acercarse y llamarlo de esa manera. Probablemente lo que más le sorprendía era escuchar aquel viejo apodo lleno de cariño salir de sus labios, había crecido, había madurado y habían dejado los "apodos tontos" de lado pero si era sincero, extrañaba eso.

—Extraño tus abrazos— parecía un niño pequeño y mimado.

—Ven aquí— Jin se rindió con solo ver su puchero.

Abrió los brazos a modo de invitación y Jongin no dudo ni un segundo para correr a ellos, se dejó envolver y suspiró feliz, realmente había extrañado los abrazos de quien lo cuido como una verdadera madre lo haría. Jin solo podía sonreír, sintiéndose feliz, apretó el delgado cuerpo entre sus brazos y respiró hondo antes de decidirse a hablar.

—Hablé con Tae...— sintió como Jongin se tensaba —Tranquilo, no se lo diré a JungMyeon, pero sabes que algún día tendrás que decírselo tú mismo— su voz era maternal, sueve, amorosa.

—Lo sé— murmuró —Pero ahora no puedo, él realmente lo odia, incluso prohibió que cualquiera de su clan entrará en nuestro territorio— suspiró con tristeza.

Jin sonrió separándose por completo y lo observó fijamente, Jongin se removió incómodo bajo su intensa mirada, no había crítica o burla ni siquiera lo estaba juzgando, simplemente lo admiraba. Admiraba el vampiro en que se había convertido, el bebé indefenso que ayudó a criar se había vuelto fuerte, ni JungMyeon ni él lo decían pero estaban tan orgullosos del vampiro que habían visto crecer.

—Ven conmigo— sonrió ampliamente.

Jin tomó su mano y lo arrastró sin fuerza por el pasillo, Jongin sonrió sin entender y se dejó llevar, simplemente disfrutando del contacto con alguien más. Llevaba días distanciado de los demás miembros del clan, completamente solo o distraído por sus problemas sentimentales, quería ir con Chanyeol pero también quería arreglar las cosas con su familia.

—Ustedes dos— Jin señaló a YuGyeom y Mark —Vengan— ordenó con suavidad.

Ambos miraron al mayor con duda, sus ojos cayeron sobre las manos tomadas entre él y Jongin, quien avergonzado no era capaz de mirarlos. YuGyeom miró a su mejor amigo y asintió, Mark frunció el ceño con curiosidad y comenzó a caminar tras los otros dos. Iban de camino a sus propias habitaciones cuando se toparon con ellos, no tenían nada mejor que hacer pero aún no se sentían cómodos con el Kim menor.

—Ve por Namjoon— dijo en cuanto vio a Taehyung —Los veré en mi habitación— el menor asintió, desapareciendo en un parpadeo.

—¿Por qué vamos a tu habitación?— Jongin susurró a su espalda.

—Será una sorpresa— comentó con diversión.

Continuaron caminando sin afán, aún tenía la mano de Jongin sujeta, apretandola sin fuerza pero brindándole confianza y cariño a través de ese sencillo tacto. YuGyeom y Mark caminaban obedientemente detrás de ellos mientras miraban alrededor, como si esperarán que algo o alguien apareciera para detenerlos, como si temieran que su líder descubriera lo que estaban haciendo a su espalda y los castigará por ello.

Llegaron a la habitación del Kim mayor, se detuvieron frente a la puerta y se quedaron en silencio, simplemente observando sin atreverse a actuar. Jin suspiró, girandose para sonreírles e invitarlos a entrar en silencio, parecían reacios a hacerlo. Aún sin soltar la mano de Jongin, abrió él mismo la puerta con su mano libre y movió la cabeza a modo de invitación.

—Solo entren— demandó, cansado de la situación.

Mark caminó hacia el interior seguido de YuGyeom, quien no se atrevía a mirar a Jongin que seguía sosteniendo la mano de Jin y se ocultaba tras su gran figura, era una situación realmente incómoda. Namjoon y Taehyung aparecieron al final del pasillo, caminaban hacia ellos con tranquilidad y expresiones curiosas.

—Enten, chicos— sonrió.

Taehyung sonrió al verlos y obedeció inmediatamente, Namjoon levantó una ceja al ver las manos unidas y como Jongin se ocultaba tras Jin, sonrió un poco e ingresó rápidamente a la habitación. Jin se giró y le sonrió a Jongin, movió la cabeza, indicándole entrar y lo siguió cerrando la puerta a su espalda.

Jin caminó al centro de la habitación mientras miraba alrededor; Mark y YuGyeom estaban junto a la ventana con expresiones sombrías, Namjoon estaba de pie junto a la cama con expresión tranquila y los brazos cruzados sobre su pecho, Taehyung estaba sentado en la cama con expresión curiosa y Jongin estaba a su lado con la mirada en el suelo.

—Arreglaremos esto de una vez por todas— dijo, señalandolos a todos.

—¿Qué se supone que debemos arreglar?— YuGyeom parecía reacio al tema.

—Calmate, solo escuchemos— Mark acarició su brazo mientras le susurraba.

—¿Cómo iniciamos?— Namjoon estaba dispuesto a arreglar los problemas familiares.

Jin le sonrió a su amigo con agradecimiento y luego miró a Jongin, quien seguía con la mirada en el suelo, Taehyung notó su estado anímico y decidió tomar su mano. Esa simple acción hizo que el menor levantará la mirada para fijarla en él con asombro, Taehyung le sonrió, apretando el agarre y sintiéndose avergonzado por hacer algo así.

—Bien...— Jin se aclaró la garganta —La forma más sencilla de resolver nuestros problemas es...— hizo una pausa dramática —Hablando— terminó con una gran sonrisa.

Todos los ojos cayeron sobre la figura insegura de Jongin, quien apretó la mano de Taehyung con fuerza y pasó saliva con dificultad, sabía que él tendría que iniciar la conversación. Él tenía que dar explicaciones por fin, tenía que hablar para recuperar la confianza de su familia, de los únicos que podrían brindarle apoyo o consejo de ser necesario.