♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

45.

Ya estaba ahí. Frente a la gran puerta del inmenso castillo de los Kim. El castillo que una vez fue su hogar. Pasó saliva y miró a su lado, Chanyeol le devolvió la mirada junto a una pequeña sonrisa, esa sonrisa le dio la fuerza necesaria para también sonreír y respirar hondo. Tenía que ver a su hermano mayor, a su clan, a su familia. Extendió la mano hacia la puerta con duda ¿Debería simplemente entrar?

—Pasen— la voz de JungMyeon llegó desde el interior.

Chanyeol tomó la mano que tenía aún extendida y entrelazó sus dedos, sonrió sintiéndose tranquilo e ingresaron al castillo, sentía varias presencias a su alrededor mientras caminaba pero sabía que ninguno se acercaría. El mayor estaba ocupado mirando alrededor ya que era la primera vez que entraba en el castillo de su "enemigo", Jongin apretaba su mano con fuerza mientras dirigía el camino, sabiendo donde encontrar a su hermano.

Llegaron al recibidor más rápido de lo que hubieran querido, principalmente Jongin, quien se detuvo de golpe en el marco de la puerta. JungMyeon estaba sentado en el sofá individual, su espalda recta, una pierna sobre la otra y un libro siendo "leído" con mucha concentración. Chanyeol se aclaró la garganta para llamar su atención, sin saber que JungMyeon ya los había visto y sólo simulaba no prestarles atención.

—Príncipe Kim...— saludó Chanyeol con una leve inclinación de cabeza.

—Príncipe Park— saludo devuelta sin moverse de su lugar —¿A qué debo su inesperada visita?— preguntó volviendo a su "lectura".

Jongin apretó los labios, quería lanzarse sobre su hermano, abrazarlo, preguntarle por su bienestar y reclamarle por lo que había hecho. Lo que no había notado era la forma en que JungMyeon apretaba el libro que aparentemente leía para contenerse, para no demostrar toda la emoción que le causaba ver a su hermano menor, esas inmensas y casi inaguantables ganas de abrazarlo. Se extrañaban pero había un muro invisible entre los dos que ninguno se atrevía a romper.

—¡Oh!— exclamó llamando su atención —Qué descortés he sido, por favor, siéntense— invitó con una sonrisa falsa.

Chanyeol le devolvió una sonrisa parecida mientras arrastraba a Jongin que parecía una estatua, se sentaron en el sofá más grande frente al que él ocupaba, estaban frente a frente envueltos en un silencio horriblemente tenso. JungMyeon cerró el libro de golpe ocasionando que se sobresaltarán un poco y mostró su faceta seria, descruzó sus piernas y se inclinó al frente, asintió para sí mismo antes de hablar.

—¿Y qué hacen aquí exactamente?— utilizó su tono de voz frío.

—Verá...— habló Chanyeol —Le conté a su hermano lo sucedido y hemos venido a comprobar su bienestar— respondió con tranquilidad.

—Ya veo— murmuró —Como verán estoy en óptimas condiciones, así que si eso es todo, pueden retirarse. Gracias por su visita— dijo a modo de despedida.

Chanyeol frunció el ceño y miró de reojo a Jongin, el menor tenía la cabeza gacha, el cabello caía sobre su rostro impidiendo ver su expresión. Apretó los puños con molestia y le dio una mala mirada a JungMyeon, quien los miraba fijamente sin expresión, tan vacío como solo los Kim podían mostrarse. Habían ido para intentar solucionar las cosas y ¿así era como decidía comportarse? Abrió la boca para hablar pero se vio interrumpido.