Estaba sufriendo horriblemente y se debía al inmenso dolor que le provocaban las quemaduras en su cuerpo, además del dolor en su corazón, cada vez que intentaba regenerarse la estaca clavada en él no lo permitía. Causando un dolor agudo que casi lo hacía llorar y suplicar clemencia pero mantuvo los labios sellados, apretados tratando de no liberar ni siquiera un quejido, sentía como su sangre aún escurría desde su pecho pasando por el abdomen y sus muslos para llegar finalmente a sus pies donde un charco de sangre se había formado.
—Jongin...— murmuró apenas audible para sí mismo.
Hizo un gran esfuerzo para levantar la cabeza y ver el cielo, estaba oscuro, ya había anochecido. No sabía si estar agradecido o maldecir a todas las criaturas existentes, pues desde que había amanecido el sol había estado radiante y no había dejado de iluminar la tierra durante todo el día, había sufrido mucho pero eso solo significaba que su tortura terminaría más rápido. Suspiró adolorido y dejó caer su cabeza, realmente no tenía fuerza ni de mantenerla firme, tenía mucha sed.
Lamió sus resecos labios notando que estaban agrietados y parecía haber comido polvo, su garganta estaba tan reseca que dolía y casi podía jurar que la saliva nunca había existido en su boca, deseaba tanto beber por lo menos una gota de sangre. Solo una pero también estaba prohibido, tenían que mantener a su cuerpo débil para asegurarse de que muriera y si por milagro sobrevivía, simplemente olvidarían el tema ¡Y los vampiros eran los que no poseían alma!
—Tan solo diez horas más— un susurro lejano.
Sus párpados no respondían sus ordenes, se negaron completamente a subir y permanecieron firmemente en su posición, ni siquiera estaba seguro de haber escuchado realmente aquella voz que no lograba reconocer o simplemente deliraba por la falta de sangre y la debilidad causada tanto por el sol como por su propia sangre pérdida ¿Cuantos días había estado de pie gracias a las cadenas que lo mantenían atado al árbol?
Un vampiro común podía resistir de cinco a siete horas continuas bajo el sol, obtendría quemaduras graves, se desorientaría, incluso podía colapsar pero no moría. Los vampiros más fuertes resistían diez o dieseis horas bajo el sol, eso lograba debilitarlos (al mismo nivel que los comunes) pero no corrían el riesgo de morir... Veinticuatro horas. Veinticuatro horas era demasiado para cualquier vampiro existente.
—¿Cuánto tiempo ha pasado?— Sehun preguntó en voz baja.
Chanyeol estaba recostado contra la pared junto a la ventana con los brazos cruzados y la mirada fija en Sehun, quien deba vueltas por todo el salón y preguntaba continuamente lo mismo, YiFan estaba desesperandose cada vez más y parecía que en poco tiempo explotaría. Miró hacia los Lee notando que estaban muy calmados, demasiado considerando lo que estaba sufriendo su líder. Cerró los ojos imaginando a Jongin, mala idea, solo podía ver su rostro destrozado y sería peor si llegaba a enterarse de eso.
—¡El tiempo acabo!— DaeSung dio el aviso con alivio.
Sin saber en que momento, los hermanos Lee entraban cargando un irreconocible JungMyeon para depositarlo con cuidado en el sofá más cercano, sus expresiones demostraban lo preocupados que estaban y sus ojos cristalizados solo lo confirmaban. El cuerpo quemado, prácticamente siendo huesos forrados por una delegada y calcinada piel, era todo lo que quedaba de uno de los más fuertes Príncipes que habían existido.
—JungMyeon, JungMyeon...— Sehun demostraba su desespero.
El menor se arrodilló junto a los Lee quedando justo en frente de lo que antes era un apuesto rostro, no sabía como reaccionar, JungMyeon no presentaba ningún signo de que estuviera vivo; no respiraba (por obvias razones) su corazón, a pesar de ya no tener clavada la estaca, no había iniciado regeneración y simplemente no respondía a ningún llamado ni intentó por despertarlo. En un acto de desesperación pura y miedo por perder al único amor de su vida, mordió la palma de su mano y la acercó al pecho contrario.
—No dejaré que mueras así— susurró acercándose.
Mordió su propio labio inferior y beso al mayor dándole su propia sangre mientras intentaba reanimar su dañado corazón con la mano que había colado a través del agujero que dejó la estaca en su pecho, JungMyeon no parecía reaccionar ante sus intentos pero no se detuvo, continuó bombeando el corazón contrario con constantes apretones de su mano y haciéndolo beber la sangre de su boca. Había lástima y pesar en la mirada de la mayoría en ese salón pero también había esperanza.
—Para, es suficiente— YiFan intentó detenerlo.
—¡No!— gritó negándose —Él no puede morir... No ahora...— se dejó alejar envuelto en lágrimas.
Se aferró al cuerpo de su hermano mayor mientras YiFan lo apretaba contra sí mismo y lo acompañaba con sus lágrimas, BamBam al igual que la mayoría, desvío la mirada evitando ver esa desgarradora escena y conteniendo sus propias lágrimas. Los hermanos Lee no se separaron del cuerpo de su querido líder, dejaron caer sus rostros sobre las piernas del mayor y lloraron en silencio. Los hermanos Park se abrazaron sintiéndose repentinamente tristes, tal vez contagiados por el ambiente deprimente.
—Algo está pasando...— murmuró Chanyeol.
La mayoría no presto atención a sus palabras pero el cuerpo de JungMyeon había comenzado a regenerarse; sus músculos se tonificaban poco a poco, el corazón parecía succionar la poca sangre (de Sehun que quedaba) con ansiedad al tiempo que cerraba la herida que lo atravesaba, el agujero en su pecho también empezó a desaparecer y la piel se aclaraba conforme los segundos avanzaban.
—¡Ah!
Ese grito, proveniente de Jooheon, hizo que todas las miradas cayeran nuevamente en el sofá. El menor de los Lee había gritado entre sorprendido y adolorido, pues JungMyeon había tomado su mano y la había apretado con tanta fuerza que logró romperla, una simple reacción de autodefensa por parte de su cuerpo debido a todo el dolor que tuvo que soportar hace apenas minutos y durante horas eternas. Sehun fue el primer en lanzarse sobre él dichoso y aliviado.
—Eres un idiota, me asustaste— le recriminó aún llorando.
—¿Dónde quedo el respeto?— murmuró apenas audible y con diversión.
Con gran esfuerzo y ayuda de Sehun logró incorporarse quedando sentado, miró a Jooheon dedicándole una disculpa silenciosa pero el menor solo le sonrió aliviado y negó lentamente diciéndole que no se preocupara mientras era abrazado por Minhyuk, quien miraba a JungMyeon con una sonrisa y los ojos cristalizados con lágrimas de felicidad. BamBam al igual que la mayoría, sonrió sintiéndose tranquilo.
—Amigo, realmente nos asustaste— mencionó YiFan con una sonrisa y rastros de lágrimas bajo sus ojos.
—Lo siento— se disculpó con una sonrisa sincera —Pero era necesario...— mencionó mirando fijamente a Chanyeol.
Rompieron la conexión de miradas al sentir ese repugnante olor que les indicaba la cercanía de lobos, miraron hacia la puerta trasera donde las cabezas de los representantes de la tribu se asomaban, ambos miraban fijamente a JungMyeon para inclinar sus cabezas como una especie de reverencia y muestra de respeto para después correr por el mismo camino que los había llevado a la mansión. La relación entre sus especies era complicada pero el respeto siempre estaba de por medio.
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♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]
VampireEl amor no está prohibido. No se puede evitar amar. El verdadero problema es ¿Quién esta dispuesto a arriesgarse por vivir aquel sentimiento tan complicado e imposible de controlar? Los clanes siempre están en guerra, aunque no estén peleando físi...