♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

86.

—Parece que llegamos a tiempo...

La voz de YiFan fue una gran sorpresa para HyeSung, el clan Wu llegaba desde las montañas, la dirección contraria de la que provenían los Kim. Los Shin retrocedieron de inmediato, parecían no esperar tener a tres clanes juntos pero tampoco parecían realmente afectados, probablemente porque conocían su propia fuerza y aún si estaban en desventaja numérica, no era un problema real. JungMyeon sonrió aliviado al verlos bien pero rápidamente recobró la seriedad.

—¿Qué sucede, Príncipe Shin?— llamó su atención —¿Por qué no seguimos recordando el pasado? Usted parecía divertirse— sonrió de lado.

—Tienes razón, JungMyeon— saboreó su nombre —Recordar el pasado es bastante divertido, principalmente cuando se trata de tu padre, Kim Jihun— sonrió con perversidad.

JungMyeon gruñó al mismo tiempo que Jin, ambos conociendo mejor que nadie el pasado y las sucias intenciones de Shin, estaban usando toda su fuerza de voluntad para no saltar sobre él y arrancarle la cabeza. Conocían las reglas, el primero en atacar no sólo estaría en desventaja, también correría el riesgo de enfrentar al Consejo Vampirico y sus reglas. HyeSung suspiró encantado por sus propios pensamientos, rememorando la época en que conoció al anterior Príncipe Kim.

—Seungjun fue un obstáculo para alcanzar a Jihun, no hay duda, pero nunca espere que se hiciera imposible después de su muerte— mencionó aún perdido en sus recuerdos —Jihun se hizo inalcanzable cuando supo la verdad y al igual que Park intentó detenerme, no tuve otra opción que encargarme de él— fingió tristeza.

—Claro, por eso lo culpo por su muerte, ¿no?— JungMyeon no era tonto o ingenuo.

—Así que lo sabías— había un poco de sorpresa en su voz —Sí, debo admitir que me molesto cuando Jihun buscó con desespero a Park y cuando lo encontró...— hizo una mueca de asco —Lo importante es que después de saberlo y enterarme del suicidio de Seungjun, fue más fácil convencer al Consejo de que Jihun lo había hecho. Engañarlos es tan sencillo— se burló —Unas cuantas pruebas falsas, testigos pagados y listo— admitió orgulloso.

JungMyeon gruñó con molestia, una cosa era sospechar las cosas y otra comprobarlas, miró de reojo a Chanyeol que parecía estar fuera de sí; su expresión vacía, sus ojos enfocados en la nada, probablemente procesando toda la verdad revelada. Si era sincero consigo mismo, él era una parte crucial en ese engaño. Se sentía culpable porque nunca se atrevió a decirle nada pero sus propios pensamientos eran confusos y le habían impedido actuar racionalmente.