♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

27.

Tenía los ojos fuertemente cerrados, una sonrisa que no mostraba sus dientes era visible y sus manos seguían apretando los hombros contrarios, aún era capaz de sentir los espasmos recorrer su cuerpo. Una sensación inigualable y que encantado la repetiría con quien se había encargado de enseñarsela. La lluvia era traída hacia ellos por la brisa, gotas frías tocaban su piel, era la primera vez que podía sentir ese tipo de frío y se debía a la alta temperatura que generaba su cuerpo en contacto con el del mayor. Realmente agradable.

Jadeo con sorpresa al abrir los ojos y ver dos figuras acercándose a la mansión, se levantó bruscamente alejándose de la ventana y sin darse cuenta (sin quererlo) empujando a Chanyeol, quien aún víctima del post-orgasmo, cayó de espaldas por la ventana. Jongin se acercó preocupado al darse cuenta de lo que había causado pero suspiró aliviado, el mayor se envolvió en humo rojo y se transformó en murciélago, evitando la caída y elevándose de vuelta.

—Lo siento...

Se disculpó, con un toque divertido pero realmente arrepentido, en cuanto el murciélago entró por la ventana y el humo rojo apareció para darle paso al cuerpo desnudo y el rostro serio de Chanyeol. Solo había actuado por impulso, había visto a la distancia que KyugSoo y Tao se acercaban a la mansión, era seguro que podrían verlos a la distancia y su faceta vergonzosa lo hizo actuar sin considerar la situación.

—Realmente tengo que conseguir una nueva cama— comentó Chanyeol con una inesperada sonrisa.

—¿Qué?— realmente le confundió el cambio drástico de tema.

—Solo mira— le señaló aún con la sonrisa.

Se giró aún dudoso del cambio de actitud pero su sorpresa creció, no había notado las patas rotas de la cama, además de las grietas en la pared tras dicho objeto. La cama había sido víctima de su derroche de pasión. Miró a Chanyeol nuevamente avergonzado, ninguno se había podido controlar pero se había sentido tan bien, el mayor le sonreía con diversión mientras se acercaba para abrazarlo cariñosamente. Era uno de sus lados que mejor oculto permanecía.

—Tranquilo, esto se resuelve de manera muy sencilla— murmuró Chanyeol.

—JungMyeon siempre rompe los escritorios cuando se enoja— comentó Jongin riendo —Son lo que más abunda en el castillo— lo miró fijamente.

Chanyeol apretó los labios sintiéndose incapaz de responder, solo admiró el brillo único en los ojos de Jongin que surgía al hablar de un miembro tan importante de su familia, el menor ladeo la cabeza en símbolo de su confusión por la falta de respuesta, dándole ese toque infantil y tierno que le gustaba tanto. Apretó a Jongin con más fuerza contra sí, uniendo aún más sus cuerpos y obligándolo a esconder el rostro en el hueco de su cuello.

—¿Algo está mal?— su voz se oía un poco amortiguada.

—Nada está mal mientras estés a mi lado— respondió Chanyeol en voz baja.

Estaba siendo sincero y Jongin lo sabía, la repentina confesión le causó miles de emociones agradables pero no supo como responder, solo pudo rodear a Chanyeol con sus brazos y apretarlo. No era el mejor en palabras pero las acciones parecían ser su fuerte, sin deshacer el abrazo, se separó un poco y le sonrió para volverse a acercar pero no para esconder su rostro sino para repartir besos en la piel que tenía a su alcance. Uno en el mentón, tres en el cuello, dos en los omóplatos, sus labios saltaron directamente al hombro y comenzaron su recorrido de vuelta sin contar cuantos besos repartía.

Besos que se volvieron húmedos cuando llegó al cuello (nuevamente) y comenzó a ascender hacia esos labios delgados que tanto ansiaba probar, beso la quijada incontables veces y se detuvo a milímetros de su objetivo principal, miró directamente a los ojos contrarios y cerró los propios esperando a que Chanyeol diera ese paso. El mayor admiró su rostro y terminó con aquella mínima distancia uniendo sus labios en un contacto puro, cariñoso, lento y sin segundas intenciones.

Sus labios se separaron para formar sonrisas radiantes mientras suaves golpes en la puerta los traían de vuelta a la realidad, rieron sin elevar demasiado la voz y rompieron el abrazo, no sin antes darse un beso casto. Jongin comenzó a recoger su ropa para vestirse, Chanyeol se vistió a la velocidad de la luz y caminó sin afán hacia la puerta, miró al menor para comprobar que estuviera listo y abrió para ver quien interrumpía sus pocos momentos juntos.

—Chanyeol, SeokJin está aquí— Yoongi le avisó inmediatamente.

—Ok, gracias— respondió un poco decaído.

Yoongi le dio una mirada rápida al interior de la habitación, notando el rostro decaído de Jongin, asintió hacia Chanyeol y se perdió en el pasillo sin decir más. Podría haberse burlado del Kim menor pero ya tenían suficiente con su relación complicada como para soportar más. La puerta se cerró dejándolos solos nuevamente pero en un ambiente silencioso y deprimente, había llegado la hora de separarse otra vez, una relación a distancia era complicada pero ¿cómo se podría definir una relación entre miembros de clanes enemigos?

—Debo irme, mamá me está esperando— susurró Jongin sin verlo directamente.

—Entonces, nos vemos después— intentó sonar animado pero fracasó.

—Volveré tan pronto como pueda— dijo determinado.

¿Por qué la despedida siempre costaba tanto? Se acercaron con pasos temblorosos y se miraron con temor, temor a que esa fuera la última vez que pudieran estar de esa manera, un beso fue suficiente para terminar ese corto encuentro. Chanyeol movió su brazo de un lado a otro, despidiéndose desde su ventana de Jin y Jongin que se alejaban de su mansión, el Kim menor le dedicó una última sonrisa para seguir a su mayor devuelta a casa.

—Chanyeol...— la voz de YiXing llegó desde afuera de la habitación.

—Pasa— murmuró sin ánimo aún desde la ventana.

Se dió la vuelta para ver a su amigo, levantó una ceja con extrañeza, no debería haber vuelto tan pronto. Por lo que sabía, YiXing había ido al Aquelarre Wu para pasar varios días con Luhan ¿Por qué había vuelto antes? La expresión seria y algo preocupada del más bajo, lo hizo cuadrar los hombros y cruzar los brazos sobre su pecho, demostrando lo tenso que se había puesto.

—Ten cuidado con Kim— advirtió YiXing con voz segura.

—¿A qué te refieres?— había logrado desconcertarlo.

—Es mucho más de lo que aparenta ser— se oía molesto pero preocupado a la vez —Su mirada...— susurró tembloroso —Su mirada es diferente a cualquiera que haya podido presenciar. Tan fría, sin compasión, como si...— pasó saliva con dificultad —Como si no tuviera sentimientos. Como si ni siquiera fuera capaz de sentir— finalizó con el ceño fruncido.

Asintió con la mirada ida en la cama destrozada, se giró dándole la espalda a su amigo y miró por la ventana, siguiendo con sus ojos la dirección que habían tomado los Kim minutos atrás. YiXing suspiró y salió de la habitación sin hacer ruido, dejándolo sólo con sus pensamientos. Respiró hondo y revolvió su cabello con frustración ¿Qué se supone que debía hacer con esa nueva e inquietante información sobre su "cuñado"?