—Ustedes fueron los que me enseñaron a esconder mi presencia, pero— comentó risueño —también me enseñaron que solo funciona con humanos— Jongin volteó para enfrentarlos.
—No es nuestra culpa— se defendió Mark.
Salió de entre las sombras con cara despreocupada, seguido por YuGyeom que lucia una pequeña sonrisa de disculpa. Jongin suspiró, sabía que eso pasaría pero esperaba que realmente no pasará. Se volteó, mirando hacia una cuidad, era la más cercana al castillo. Miró a los mayores con reproche antes de hablar con algo de enojo.
—¿JungMyeon no puede confiar un poco más en mí?— su voz se perdió al final.
—No culpes al Príncipe de todo— pidió Mark con tristeza.
—Nosotros nos ofrecimos porque sabíamos que él se preocuparía si ibas solo— dijo YuGyeom un poco decaído.
—No voy a volver hasta que la noche se acabe— advirtió.
Los mayores se miraron un momento para asentir con duda, Jongin les sonrió y corrió hacia la cuidad a toda velocidad, era realmente rápido a pesar de haber nacido de una vampira. YuGyeom fue el primero en salir corriendo tras ese problemático chico, Mark suspiró desganado y comenzó a caminar sin afán. Tendría que cuidar de ambos.
La noche ya estaba en su punto máximo de silencio, Jongin miraba emocionado la ciudad nocturna mientras estaba sentado sobre el techo de una de las pequeñas casas, YuGyeom y Mark estaban vigilandolo desde lejos. No serían capaces de dejarlo solo pero tampoco querían inmiscuirse demasiado en su primera salida.
—¡Ah! Por favor, no— un grito femenino.
Jongin frunció el ceño levantándose, de pie sobre el techo miró hacia el callejón, donde se había originado aquel desgarrador grito y la súplica dicha entre lágrimas. Sus ojos captaron movimiento entre las sombras, una mujer era atacada por otra mujer.
—Neófito— YuGyeom susurró cerca suyo.
Jongin miró a los mayores sin borrar la mala expresión, escuchó otro grito ahogado, apretó los puños y miró al callejón dispuesto a intervenir. Una mano en su hombro se lo impidió, Mark negó suavemente mientras lo miraba con una expresión amarga, podrían hacer algo al respecto pero tenían ordenes de no interferir en la vida humana. No podían arriesgarse a ser descubiertos y colocar en riesgo su Aquelarre.
—No podemos intervenir— Mark murmuró.
—Ese olor— murmuró con desagrado y arrugando la nariz.
—Los lobos se encargarán — Minhyuk apareció tras ellos.
Jooheon también estaba tras ellos con una expresión sombría mientras miraba hacia la dirección por donde se asomaba un gran lobo rojizo. El lobo levantó el hocico y olfateó el aire, sus ojos cafe se posaron sobre los cinco vampiros sobre el techo pero rápidamente corrió hacia el callejón, en busca de la vampira que había descuartizado sin piedad a una inocente mujer.
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♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]
VampiroEl amor no está prohibido. No se puede evitar amar. El verdadero problema es ¿Quién esta dispuesto a arriesgarse por vivir aquel sentimiento tan complicado e imposible de controlar? Los clanes siempre están en guerra, aunque no estén peleando físi...