♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

35.

Estaba en desventaja. Cuando la lucha comenzó no lo creyó así pero poco a poco comenzó a ver la experiencia y fuerza de su contrincante... JungMyeon había estado en innumerables batallas, había sido entrenado por uno de los vampiros más fuertes de la historia, era inteligente, un estratega innato y no poseía misericordia con sus enemigos, además del hecho de que su inmenso poder venía de nacimiento. Un vampiro virtualmente invencible.

—¿Cómo...?— estaba tan sorprendido.

Hace varios minutos había dejado de ejercer su poder sobre sus amigos, estaba utilizando toda la concentración posible en la pelea que estaba perdiendo, JungMyeon había esquivado con mucha facilidad sus golpes directos y más fuertes. Se sintió desorientado al perder de vista a su enemigo, reaccionó a tiempo para saltar y ver como su contrincante enterraba un puño en el suelo haciendo un hueco pero lástima que no preveo a tiempo el siguiente ataque.

JungMyeon se apoyó en su puño para quedar cabeza abajo y dejar sus piernas libres, pateó a Chanyeol aprovechando que había saltado para esquivar su primer ataque y aún permanecía suspendido en el aire, apenas había alcanzado a cruzar los brazos frente a su rostro como protección y recibir el ataque volando varios metros lejos. Cerró los ojos por inercia mientras giraba en el aire para caer en la tierra apoyándose en sus cuatro extremidades.

—Patético— murmuró JungMyeon.

Ni siquiera había sentido cuando se acercó, solo escuchó la voz contraria al tiempo que sentía como clavaba las rodillas en su espalda y lo obligaba a caer de cara al suelo, se giró buscando contraatacar pero JungMyeon fue más rápido al separase lo suficiente para tomarlo del cuello con sólo una mano y hundirlo con fuerza en la tierra creando un pequeño cráter a su alrededor. Abrió la boca pero ningún sonido salió, algunas gotas de sangre combinada con saliva salieron salpicando el rostro endurecido de su contrincante.

—Podría matarte ahora...— susurró en voz baja y una sonrisa siniestra.

JungMyeon observó el rostro pálido y moribundo que sostenía bajo su cuerpo, su oscura mirada se elevó para conectarla con la vidriosa de su hermano menor, un solo pensamiento invadió su mente: Si mataba a Park, dañaría permanentemente a Jongin. Eso bastó para que se distrajera y perdiera la concentración en el poder que mantenía inmovilizado a su clan, permitiendo que Jongin pudiera moverse y actuará rápidamente sin llegar siquiera a considerar más opciones. Los hermanos Kim cerraron los ojos al mismo pero por diferentes motivos.

—Arg...

Chanyeol se quejó al sentirse libre y abrió los ojos enfocando la mirada en la figura de pie a su lado, se sentó frunciendo el ceño y masajeando su cuello con la mano derecha, pues JungMyeon había roto su brazo izquierdo en algún momento, junto a más huesos que prefirió ignorar. Jongin estaba llorando con los ojos cerrados mientras con una mano arrugaba la carta y con la otra hacía un puño tembloroso. Miró hacia el castillo donde un gran agujero en el muro frontal y una nube de polvo, saliendo de éste, resaltaban.

—Ah...

Era un suspiro, un suspiro que pertenecía al vampiro que se levantaba de abajo de una pila de escombros y sacudía su ropa con una mueca de fastidio. JungMyeon levantó la mirada para fijarla en su hermano menor, su rostro era inexpresivo pero su interior ardía, ardía en las llamas del dolor y la desconfianza. Cuando cerró los ojos solo pudo pensar en lo que sería lo mejor para Jongin pero si tenía que ser sincero, le dolió comprobar que el menor lo atacaría para proteger a su enemigo, ni siquiera pareció considerar que su hermano mayor nunca haría algo para dañarlo.

—Vete— susurró para su hermano con tono insensible —Abandonen mi territorio ¡Ahora mismo!— ordenó molesto hacia los invasores.

Jongin abrió los ojos al escuchar eso y miró anonadado a su hermano mayor ¿Lo estaba echando de su hogar? Chanyeol se levantó por fin mirando asombrado la expresión de odio de JungMyeon y luego miró al Kim menor con pesar, le tendió su mano sana, esperó pacientemente hasta que su acción fue notada y aceptada con una expresión destrozada por la tristeza. Miró hacia el castillo, en uno de los grandes ventanales estaba Jin, el Kim mayor lloraba en silencio mientras miraba y escuchaba todo con decepción.

JungMyeon esperó hasta no ver ni percibir la presencia de los Park y su hermano, cuando estuvo completamente seguro de que estaban fuera de su territorio comenzó a caminar por el pasillo, adentrándose más en el castillo aprovechando que ya estaba dentro gracias al golpe de Jongin. Sus pasos lucían inseguros y poco a poco perdió la inexpresividad, sus ojos iban del negro al rojo constantemente hasta que se detuvo en seco y estrelló uno de sus puños en el muro que estaba usando para sostenerse.

—¿JungMyeon?— Sehun se acercaba.

No prestó atención al menor ni siquiera notó su cercanía, sacó su puño del muro, ya que había atravesado de lado a lado y cayó de rodillas sosteniendo su pecho ¿Qué había hecho? El arrepentimiento lo estaba golpeando con más fuerza que el dolor que le causó la "traición" de su hermano menor, su corazón se oprimía con cada desesperado latido que daba, estaba al borde. Sin darse cuenta de cuando, se estaba aferrando al cuerpo de Sehun, quien estaba arrodillado en frente y lo sostenía intentando consolarlo.

—Amigo...— era la voz de YiFan.

Levantó la cabeza del hombro de su pareja sintiendo como sus mejillas se humedecían ¿Estaba llorando? YiFan tenía esa mirada entristecida que le demostraba entendimiento, que entendía lo que sentía y el por qué de su actuar, como quería que Jongin también lo entendiera. Esa fue la única forma. Sí, habían muchas más maneras de protegerlo. Sí, pudo haberle contado su plan pero ¿Valía la pena? Durante ese mes, donde estuvieron encerrados en su castillo, sólo llegó a una conclusión: Ya no podían recuperar su antigua relación.

—Sólo así estará a salvo...— habló entrecortado.

—Está bien, está bien— susurró Sehun en su oído.

Tenía los ojos negros y sin notarlo le estaba transmitiendo todo su dolor a los miembros de su clan, YiFan suspiró desviando la mirada lejos de ambos para girarse y sorprenderse con lo que veía, al final del pasillo se encontraban MinSeok y Jongdae arrodillados en el suelo sosteniendose el pecho mientras lloraban con los ojos cerrados y murmuraban sus propios arrepentimientos. Volvió a mirar a JungMyeon que se aferraba a Sehun con fuerza, no era el momento indicado para decirle, miró por el agujero en el muro hacia el exterior.

Tal vez Jongin estaba fuera de su alcance y no podría sentir lo destrozado que se encontraba su hermano mayor pero ¿Era realmente así? ¿En verdad no sentía como su corazón era arracando por su propia mano? ¿No sentía la necesidad de dejar salir todas esas emociones negativas y dolorosas que eran realmente las que lastimaban su corazón? Miró a Sehun notando que ya lo estaba mirando ¿Por qué tenía que ser tan complicado?