Sangre... ¿Sangre? ¿Por qué olía sangre? Lo rodeaba, era mucha, no era suya ni humana. Olía a perro mojado, olía a sangre de vampiro... Dos tipos muy diferentes de vampiros. Había algo mal, todo era negro a su alrededor y a la vez blanco, no veía pero podía sentir. La sangre cubría su cuerpo, la sangre ajena y de diferentes especies sobre su cuerpo entero bañandolo de pies a cabeza. Gritos, muchos gritos, demasiados gritos. Su cabeza daba vueltas, se mareaba.
Se agachó escondiendo el rostro entre sus pequeñas y temblorosas manos, era horrible ¿Qué sucedía? ¿Por qué lo envolvían tantas emociones negativas? Sus ojos se llenaron de lágrimas, lo sabía pero no podía sentir sus propias lágrimas ¿Qué era eso? Más gritos, eran su padre y madre, gritaban porque algo los lastimaba. Intentó levantarse y buscarlos pero su cuerpo permaneció inmóvil, los gritos siguieron, no se detenían, cada vez eran más fuertes, desgarradores, angustiantes.
—¡Ah!— sus ojos se abrieron.
¿Había sido una pesadilla? ¿Un mal sueño? Miró sus manos temblorosas, el día era luminoso, la luz se colaba aún por sobre las cortinas cerradas. Podía ver, podía sentir, podía hablar... Había vuelto a la normalidad. Se vio envuelto y llorando en los brazos de sus padres, ambos intentando reconfortarlo pero nada funcionó, ni siquiera notó cuando volvió a quedarse dormido. Era apenas un niño ¿Por qué tenía ese tipo de sueños?
—Querida— llamó el vampiro de expresión tranquila —¿Crees que sea posible...?— su voz seria.
—Kwon— lo interrumpió la vampiresa —Es sólo un niño— sus ojos brillaban con intensidad.
—Pero, Chaerin, él podría tener un don y...— intentó rebatir.
La vampiresa le dio una mirada de advertencia mientras se alejaba de la cama donde dormía tranquilamente su hijo, tomó la mano de su pareja y lo arrastró fuera de la pequeña habitación, lucia seria y contrariada, estaba preocupada. Kwon le dio una última mirada a la habitación de su hijo y suspiró siguiendo a su pareja, esa vampiresa era alguien temible pero él también estaba preocupado por su hijo, por su pequeño Kunpimuk.
El clan Bhuwahul se consideraba ancestral debido a los dones únicos con los que nacían algunos elegidos, los ejemplos más claros y cercanos al pequeño eran precisamente sus padres; Kwon había nacido con el don de leer mentes a distancia, por supuesto tenía errores y límites, solo podía concentrarse como máximo en cinco personas a menos de diez metros. Por otro lado, Chaerin había adquirido su don después de ser convertida, obteniendo así un poderoso escudo que la protegía de cualquier poder perjudicial, podía extenderlo para proteger solo a una persona a la vez pero se desprotegía a sí misma al hacerlo.
—No importa si tiene o no un don, no diremos nada— le advirtió en voz casi inaudible.
—Lo sé, lo usarán como lo han intentado con nosotros— concordó Kwon.
—Su nombre significa 'bendecido', tal vez debí elegir uno mejor— Chaerin se burló con tristeza.
—Querida— sonrió él —También significa 'libre del mal', no pudiste elegir uno mejor— la reconfortó con cariño.
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♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]
VampireEl amor no está prohibido. No se puede evitar amar. El verdadero problema es ¿Quién esta dispuesto a arriesgarse por vivir aquel sentimiento tan complicado e imposible de controlar? Los clanes siempre están en guerra, aunque no estén peleando físi...