♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

46.

El tiempo se congeló. Las alas de los murciélagos se movieron más lento, lo suficiente para mantenerlos en el aire y si pudieran, demostrarían lo asombrados que se encontraban. Chanyeol y Jongin no parecían entender porque el ambiente había cambiado tan drásticamente, solo había aparecido una hermosa mujer pálida con el cabello largo y negro como la noche, un pomposo vestido de color vino-tinto y unos ojos rojos como la sangre, una vampiresa.

—¿Por qué estás aquí?— JungMyeon no tenía expresión.

La vampiresa sonrió, una sonrisa dulce, encantadoramente letal. En un parpadeo estuvo frente a él, JungMyeon no reaccionó, aún cuando su rostro fue acunado entre dos manos en apariencia delicadas pero frías como el hielo. Ella amplió su sonrisa con sorna antes de mirar hacia los murciélagos, soltó el rostro contrario para mover una de sus manos a modo de saludo.

—Si mal no recuerdo, éste también es mi hogar, cariño— su voz suave, empalagosa.

—No tienes derecho a estar aquí, lo sabes— JungMyeon apretó los puños.

—No deberías tratar así a tu madre, JungMyeon— regañó con diversión.

JungMyeon apretó la mandíbula con rabia contenida y miró de reojo a Jongin, el menor tenía el ceño fruncido y apretaba la mano de Chanyeol con fuerza, parecía no entender por completo. De hecho, tenía emociones encontradas. Si ella era la madre de JungMyeon, también era la suya, ¿no? Pasó saliva mirando a su hermano mayor y luego a los murciélagos que revoloteaban con desespero.

—Veo que hay una gran reunión aquí— mencionó paseándose —Sehun, querido ven aquí— pidió mirando hacia los murciélagos.

Uno de ellos bajó lentamente pero se dirigió al lado de JungMyeon, el humo verdoso envolvió su pequeño cuerpo para mostrar su verdadera forma, se quedó de pie junto a su pareja mientras miraba inexpresivo a esa despreciable vampiresa. Ella sonrió de manera extraña mientras caminaba hacia ellos, tomó la mano izquierda de Sehun con algo de brusquedad y admiró el aro plateado que adornaba su dedo anular.

—Esta bella argolla debió ser mía, pero por supuesto...— se oía molesta pero no dejaba de sonreír.

—Nunca debió ser suya porque nunca la ha merecido— interrumpió Sehun con elocuencia.

JungMyeon tomó la mano de su pareja y lo alejó de su madre, ella sólo sonrió con gracia mientras miraba alrededor, les hizo señas a los murciélagos para que bajarán. Obedecieron, humo de diferentes colores envolvieron sus cuerpos para dejarse ver, Jin se quedó frente a ellos, mirándola con rencor mal contenido. Ella lo miró por unos segundos para chasquear la lengua con desprecio, el odio era mutuo, nuevamente mostró aquella extraña sonrisa al ver la pareja que sostenían sus manos sin saber lo que sucedía.

—Sólo vine a conocer a la pareja de mi hijo menor— comentó caminando hacia ellos —Por lo que veo es muy guapo, demasiado— susurró con picardia.