14.

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Escúcharlo fue fácil, entenderlo se complicó un poco pero darle un consejo era imposible ¿Qué debería decirle? Nunca en su larga vida había vivido algo semejante ni siquiera había encontrado a su pareja o compañero de la eternidad ¿Cómo podría aconsejarlo? Suspiró mientras masajeaba sus cienes.


—Bueno, esto es...— pensó cuidadosamente que debería decir —No , realmente no qué decirrió nerviosamente.


Jongin también suspiró pero sonrió feliz, al menos había sacado sus inseguridades y emociones, se sentía mucho mejor. Miró a Taehyung sin borrar aquella bella sonrisa y se tomó la libertad de abrazarlo, sorprendiendolo y sorprendiendose pero sin retractarse o verse rechazado.


Graciasmurmuró Gracias por escucharmeestaba tan aliviado.


Taehyung correspondió pero se separó rápidamente, sintiéndose avergonzado por esa muestra de afecto, la sonrisa de Jongin era suficiente para cegarlo. Desvío la mirada hacia la cama y sonrió, tal vez no era necesario vivir algo para dar un buen consejo. Un humo fucsia envolvió su cuerpo, dejando que un murciélago apareciera en su lugar y sobrevolará la habitación en círculos.

Jongin tenía la cabeza inclinada a un lado, mirando cada movimiento con curiosidad y sin entender, se veía realmente adorable. Sus cejas subieron al ver como el murciélago caía en picada desde el techo y se sambullía bajo la almohada, la almohada se removió hasta que el pequeño animal salió con el sobre arrugado, colgando de una de sus patitas.


—¿Qué...?— no pudo siquiera hablar.


El murciélago desapareció en humo fucsia, dejando que Taehyung apareciera en su lugar y cayera sentado a su lado en la única silla disponible junto a la mesa, el sobre era sostenido con delicadeza por una de sus manos. Su sonrisa cuadrada apareció mientras colocaba el sobre en su muslo izquierdo y empezaba a alisarlo con la mano, no se detuvo hasta dejarlo casi como nuevo, era liso y perfecto como se lo había entregado Luhan.


Después de leerla, podrás decidir que hacerdijo sin borrar su única sonrisa.


—No creo que...— no lo dejó negarse.


Vamosanimó —Debe ser divertido vivir un amor prohibidolucia muy convencido.


Jongin tomó el sobre dudoso y lo sostuvo con fuerza, miró hacia el mayor pero ya no estaba, Taehyung había salido de la habitación sin que lo notará. Rió divertido, era un vampiro realmente único, cada acción era inesperada pero no molesta o irritante. Simplemente era él mismo sin temor a ser juzgado. Suspiró mirando el sobre, se sentó en la silla que antes ocupaba Taehyung y apretó los labios.


Tal vez, solo tal vez tenga razónse auto-convenció en voz baja.


Dejó el sobre en la mesa y lo admiró en silencio, sus manos temblaban al momento de acercarlas para abrirlo, rasgó con delicadeza, cuidando no dañarlo más de lo necesario. Suspiró nervioso, movió las manos de un lado a otro, tomando valor y sacó la carta por fin. Una hoja un poco amarilla y algo arrugada, doblada en tres partes apareció ante su roja mirada.


—Ya no puedes arrepentirtese auto-reprendió.


Comenzó a desdoblarla lentamente, torturandose solo pero sin poder impedirlo, tenía miedo de encontrar algo (escrito allí) que pudiera lastimarlo más. Chanyeol parecía ser muy bueno para dañar a los demás solo con palabras. Suspiró con los ojos cerrados, la carta yacía abierta para ser leída pero aún no era capaz de hacerlo. Recordó la conversación con Taehyung y sonrió, sintiendo confianza, subió sus párpados de golpe y fijó sus ojos en el papel.

Lo primero que llamo su atención fue la forma en que estaba escrita, una caligrafía envidiable, ordenada y perfectamente legible. Si Chanyeol la había escrito por sí mismo, debía admitir que tenía una forma hermosa para expresarse. Era obvio que estaba escrita con pluma pero de algún modo lucia cautivadora para sus asombrados ojos.

Suspiró iniciando la lectura, sus expresiones cambiaban conforme leía, sus ojos cristalizados eran suficiente evidencia para demostrar su estado emocional. Estaba conmovido. Sus palabras habían logrado llegar a su frío y casi muerto corazón, llenándolo de varias emociones indescriptibles y revitalizandolo casi como cuando bebía sangre.


Tengo que verlomurmuró al borde del llanto Tocarlosuspiró.


Cerró los ojos, imaginando su olor y el tacto casi nulo que habían tenido durante las pocas veces que pudieron estar juntos, tenía que tenerlo cerca. Sus párpados subieron lentamente, enfocándose en la carta que sostenía entre sus manos con delicadeza, cariño y devoción. Si todo lo escrito allí era cierto, solo tenía que ir con Chanyeol.


—¿Dónde debería...?— murmuró paseando la mirada por su habitación.


Debía encontrar un lugar óptimo para esconder aquella carta, su almohada había sido un lugar seguro pero ya no se sentía igual, quería encontrar un lugar especial, algo más íntimo. Miró alrededor, no tenía idea de donde colocarla; en la mesa era demasiado obvio, el closet también, bajo la cama era sucio y en realidad no contaba con muchos lugares para escoger.


—¡Ahí!— señaló con entusiasmo.


Dobló con cuidado la carta y la devolvió al sobre, lo tomó con cariño y lo envolvió en un pañuelo blanco. El humo grisáceo cubrió su cuerpo, convirtiéndose en un lindo murciélago para elevarse. Se dirigía al techo, hacia el pequeño espacio que había entre este y la viga de madera que lo sostenía, era el lugar perfecto. Escondió el pañuelo con su único y más grande secreto para descender rápidamente.


Reunión familiar— ese susurro era de JungMyeon.


Apretó los labios con nervios, caminó hacia la puerta y miró una última vez hacia donde había escondido su secreto para abandonar su habitación, aquel susurro provenía de la sala y esperaba que no fuera malo. Usó su velocidad sobrehumana para llegar en segundos, a JungMyeon no le gustaba esperar cuando se trataba de temas serios y una reunión familiar solo trataba con temas serios.


—Ya que están todos...— JungMyeon lucia extrañamente feliz —Me gustaría hacer un anunciosu mirada se dirigió a Sehun.


Jongin frunció el ceño confundido ¿Qué hacía Sehun ahí y al lado de su hermano mayor? Miró alrededor, encontrando expresiones similares a la suya por parte del resto del clan, su atención volvió a JungMyeon que tomaba la mano de Sehun y entrelazaba sus dedos. Alzaron sus manos unidas y sonrieron, causando más confusión en la mayoría.


—¡Sehun es mi pareja eterna!— anunció casi gritando.


Abrió sus ojos a más no poder, su quijada podría tocar el suelo de ser posible, estaba demasiado sorprendido como para reaccionar. Hubo un silencio sepulcral mientras era asimilada la noticia tan inesperada. No paso mucho para que hubieran exclamaciones de asombro y felicidad, algunas bromas sutiles y palabras de bendición junto a felicitaciones.

Estaba tan sumido en su miseria que había ignorado lo obvio pero solo le quedaba sonreír con alegría hacia la envidiable pareja. Solo esperaba que algún día pudiera hacer lo mismo con Chanyeol y obtener esas reacciones de felicidad.

♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora