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Despertar junto al menor siempre era lo mejor, sentir su calidez envolviendo su cuerpo, sentir su olor por toda la habitación enloquecía sus sentidos pero ese día fue diferente, todo fue diferente. Sus ojos se abrieron de golpe y retuvo un grito de dolor, despertó sobresaltado y enojado, alguien había abierto la cortina permitiendo que los rayos solares entrarán en la habitación ¡Cayendo directamente sobre su rostro! ¡¿Quién lo había hecho?!

El día anterior él mismo había cerrados las cortinas y estaba completamente seguro de que Jongin nunca haría algo así... ¿Dónde estaba Jongin? Frunció el ceño mientras cubría su rostro con sus manos y caminaba a pasos agigantados hacia la ventana, corrió la cortina bruscamente y esperó a recuperarse para buscar al menor, su olor había desaparecido de la habitación y no lo veía por ningún lado. Eso solo lograba frustrarlo más.


—¿Jongin?— lo llamó en voz baja.


Suspiró ruidosamente mientras buscaba su ropa y se vestía apresurado para salir, ese día no había comenzado como lo había planeado, en realidad no había planeado nada pero tampoco esperaba que fuera desastroso. Torció la boca y caminó hacia la puerta, había mucho silencio, demasiado. Cerró la puerta lentamente sintiendo que no debía romper el ambiente que envolvía el castillo, caminó escuchando sus propios pasos ¿Dónde estaban todos? ¿De eso quería hablarle Jongin el día anterior?


Jongin...— susurró, comenzando a sentirse nervioso.


Qué extraño. No podía sentir el olor de Jongin pero habían varias presencias en el castillo, no estaba completamente sólo como lo había sospechado al comienzo, sus reflejos lo llevaron a reaccionar rápidamente cubriéndose de lo que debió ser un ataque sorpresa. Se giró colocando los brazos cruzados a la altura de su rostro, protegiéndose de una patada por parte de alguien que se dejó caer desde el techo, retrocedió varios pasos para bajar los brazos y ver al causante.


—¿Qué haces?— preguntó desconcertado.


—Lo siento, pero ordenes son ordenes— YuGyeom se encogió de hombros.


Príncipe Park, es un gusto verlo— una voz que poco reconocía.


Se giró evitando un nuevo ataque, miró con el ceño fruncido al recién aparecido, BamBam le devolvió la mirada pero lucia divertido. Relajó su postura y escaneo rápidamente su alrededor, solo estaban ellos tres, mantuvo la guardia arriba mientras veía a YuGyeom rodearlo para ir junto a su pareja, se tomaron de la mano sin dejar de verlo ¿Qué planeaban? Presentía que el Príncipe Kim estaba detrás de eso.


Debería relajarse— le aconsejó BamBam.


Además si logra vencernos, le diremos todo— mencionó YuGyeom.


Suspiró tomándose el puente de la nariz con dos de sus dedos ¿Tenía otra opción? No, ya sabía que no. Asintió con un suspiró, rindiéndose a lo que estuviera pasando y tomó su posición de ataque; un poco inclinado al frente (encorvado), sus brazos caídos hacia adelante y sus piernas separadas. La pareja le sonrió de una manera extraña antes de soltar sus manos y lanzarse, cada uno por un lado, sobre él.

La pelea con JungMyeon, aunque había perdido miserablemente, le enseñó mucho. Sus ojos no perdían de vista los movimientos contrarios, su cuerpo reaccionaba a tiempo y su mente estaba completamente en esa extraña pelea. Eran dos contra él sólo pero no se sentía en desventaja y no lo estaba, sonrió de lado al ver lo divertido que resultaba después de tener algo de experiencia, se declaró vencedor al tener a la pareja en el suelo con una mano en cada cuello.


♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora