♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

34.

¡Qué tensión! Todos estaban inmóviles a la espera de que alguien hiciera el primer movimiento, Chanyeol se enderezó abandonando aquella pose de pelea que había tomado por mero instinto cuando Sehun lo atacó, miró hacia él notando que YiFan lo sostenía fuertemente de un brazo para impedir que intentará algo al igual que JungMyeon que seguía ocultando a Jongin tras de sí y lo miraba con un notable odio.

—Es mejor que se marchen ahora— JungMyeon "aconsejó" con dureza.

—¿Por qué deberíamos?— respondió Chanyeol con burla —Después de todo, mis asuntos no le incumben— comentó con una sonrisa de lado.

—¿Acaso te refieres a mi hermano menor, a Jongin?— preguntó fingiendo no saber —Porque si es así, no dejaré que te acerques a él— dictaminó frunciendo el ceño.

—¿Por qué no nos dice cuál es el motivo para no permitirlo?— preguntó Chanyeol aún con tono de burla.

—Eso es sencillo...— mencionó JungMyeon —Porque la última vez que estuvieron juntos, Jongin volvió destrozado— gruñó.

La expresión pretenciosa de Chanyeol desapareció para dar paso a una culpable, por supuesto que recordaba claramente la primera vez que habló con Jongin en su Aquelarre y lo lastimó pero eso había quedado en el pasado, muy atrás y alejado de lo que sucedía en esos momentos. Suspiró y asintió para sí mismo, Jongin ya lo había perdonado y eso era lo único que le importaba, sonrió y miró a JungMyeon pero rápidamente frunció el ceño confundido al verlo alejarse de su hermano para sonreír sin gracia mientras los miraba a ambos.

—Podría apostar a que tu expresión relajada y autosuficiente se debe a algo que creen que no sé...

Mencionó mirando directamente a Chanyeol pero luego rió descolocando a todos, los miembros de su clan aún estaban dentro del castillo (por orden suya) pero veían y escuchaban a través de los grandes ventanales, incluso ellos no entiendían la actitud de su líder.

—¿Creen que no sé que se ven a escondidas y algunos miembros de mi propio clan los ayudan para que yo 'no me entere'?

La risa había muerto al tiempo que giraba señalando a su propio castillo para después mirar herido a Jongin, quien se encogió en su lugar y miró al suelo, la culpa y la traición se sentían horrible. JungMyeon rodó los ojos con aburrimiento.

—Por favor, ese día noté la camisa diferente, ví la venda que envolvía con fuerza una de tus muñecas, además del claro y único brillo en tus ojos. Ese brillo que sólo surge cuando eres realmente feliz y...