♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo]

71.

Despertó con el sol de medio día cuando el calor era sofocante y los rayos eran mucho más fuertes, de hecho, era el punto más alto que lograba alcanzar durante el día. Un suspiro abandonó sus labios entreabiertos y una sonrisa perezosa se formó al bajar la mirada, sobre su pecho descansaba la cabeza de la persona que más amaba, nunca imaginó llegar a amar (de forma romántica) a alguien así.

Sus dedos picaron y no pudo resistirlo por más tiempo, delicadamente y con movimientos rápidos e imperceptibles hundió sus dedos en el cabello desordenado que tenía a su total disposición. Mordió su labio inferior mientras escuchaba una especie de ronroneo, al parecer a Chanyeol le había gustado ese tacto, aún en sueños. Miró hacia la ventana perdiéndose en lo que había pasado en los últimos días.

—Ridículo— se quejó para sí mismo.

Aclararon la situación con el clan del mayor; al principio hubo silencio, después murmullos y por último preguntas llenas de preocupación pero terminó bastante bien la charla. Ningún vampiro podía salir solo y si era posible, salían en grupo a cazar y alimentarse. La situación que le pareció ridícula fue cuando Chanyeol tuvo que ir a la tribu de lobos y ofrecer una disculpa al alfa Siwon ¡Qué ridiculez! Ellos habían sido atacados por cuatro lobos pero ¿a quién le importaba?

Chanyeol se removió en sueños llamando nuevamente su atención, acarició suavemente sus rebeldes cabellos y sonrió bobamente, a pesar de que realmente le había molestado, no lo demostró. El Príncipe Kang por supuesto había ido con ellos para asegurarse de que no crearán más problemas, frunció el ceño con ese pensamiento, ellos no eran los que buscaban problemas, eran los problemas los que los buscaba. Suspiró relajándose.

—Nini— Chanyeol lo llamó en sueños.

Lo miró con atención, tal vez esperando que dijera algo más pero solo escuchó una risa suave, al menos soñaba con él y parecía muy feliz. Su sonrisa se amplio con gusto, un calor extraño se extendió desde su pecho hasta rodearlo por completo, era extraño que sintiera eso cada vez que experimentaba una especie de felicidad absoluta o algo así. Chanyeol se movió abandonando su pecho y sacándolo de su ensoñación, pensó que había despertado pero al parecer el mayor solo buscaba cambiar de posición.

Terminaron frente a frente, abrazándose con fuerza. Bueno, Chanyeol se aferraba a su delgado cuerpo como si temiera perderlo. Se relajó dejando que el mayor hiciera lo que quería, además se sentía cómodo y cálido, parecía estar cayendo en un pozo que en vez de aterrarlo, lo encantaba y envolvía en una magia imposible de describir. No había logrado entender lo que era estar enamorado hasta que lo conoció ¿Así se sentían su hermano y primo?

—¡Jongin!— Chanyeol volvió a llamarlo en sueños pero se oía más desesperado.

Tuvo que separarse un poco para poder ver su rostro, fruncía el ceño y hacia muecas, parecía estar hundido en alguna pesadilla. Se movió para atrapar el rostro contrario entre sus delgadas manos, acarició las mejillas y beso el mentón esperando ayudarlo, Chanyeol se calmó un poco bajo su tacto pero no despertó ni salió de su pesadilla. Seguía llamándolo y apretando su cuerpo, no podía saber lo que estaba soñando pero realmente no quería verlo sufrir ni siquiera si no era la realidad.

Era extraño, Chanyeol no solía dormir tanto ni tan profundamente pero aún después de moverse con algo de brusquedad y liberarse de su fuerte agarre, el mayor no despertó, solo se quejó y maldijo entre dientes. Sus piernas estaban enredadas pero eso no importaba, deslizó su nariz por ese cuello niveo que le exigía ser mordido, se contuvo. Suspiró temblorosamente mientras dejaba que sus colmillos se acercarán al pectoral derecho.

—¡Ah!— había logrado despertarlo.

Chanyeol jadeó sorprendido, sus ojos abiertos de par en par pero rápidamente se cerraron disfrutando de la única sensación que le brindaba tener los colmillos de su compañero de la eternidad hundidos en su piel, la sangre salía brindándole tanto satisfacción como placer. Jongin se separó relamiendo con gusto sus labios y mirándolo con una sonrisa juguetona, se dejó caer nuevamente a su lado y volvió a abrazarlo. El mayor suspiró, mordió su labio inferior y se giró quedando acostado de lado para ver al menor.

—¿Qué?— lo miró devuelta con inocencia —Tenías una pesadilla y te desperté— se encogió de hombros.

—Hay mejores métodos— Chanyeol le recriminó.

—¿Sí? ¿Cómo cuál?— elevó una ceja.

Chanyeol entrecerró los ojos y se acercó uniendo sus labios en un beso lento pero pasional, lo abrazó con fuerza, con la desesperación que solo demostraría alguien que teme perder lo que lo mantiene vivo. No quería reconocerlo, no quería admitirlo en voz alta y mucho menos quería que Jongin lo supiera pero tenía miedo. Le había temido a su padre, había temido perder a su madre y quedarse sólo pero esos miedos ya no significaban nada.

Mientras dormía, había estado soñando; viviendo junto a Jongin una vida tranquila y feliz, incluso podían correr bajo el sol sin temer a ser quemados pero todo se desplomó. Shin HyeSung había aparecido transformando su hermoso deseo en lo que podría volverse una cruel realidad, intentando llevarse al menor de su lado, tocando su cuerpo descaradamente y tomando posesión de esos labios que solo le pertenecían a él. JungMyeon estaba ahí mirándolo con suficiencia y burlándose de él.

—¿Qué soñaste?— preguntó Jongin al separar sus bocas.

—Solo fue una pesadilla— le resto importancia.

Lo miró intensamente como si quisiera leer su mente pero asintió resignado dándole un nuevo beso, correspondió pensando en nunca permitir aquello, el miedo de perder a su madre se hizo realidad debido a que era un niño enclenque y débil pero ya no lo era, había crecido y obtenido poder. Nunca permitiría que Jongin corriera peligro. Jamás. Sus bocas volvieron a separarse para permitir que sus frentes se unieran con cariño.

—Te amo— susurró viéndolo directo a los ojos.

—Yo también, Chan— susurró risueño Jongin.

—Realmente te amo, Jongin. Nunca lo dudes— lo reafirmó con seriedad.

El menor lo miró en silencio, tal vez entendiendo que esa confesión habitual no era tan habitual como había pensado, parecía tener un significado oculto pero no pudo deducirlo, pues Chanyeol lo había besado nuevamente. Sus ojos cerrados entregándose por completo a ese deseo de permanecer juntos, de demostrar que el amor guiaba sus acciones, de prometerse hacer todo lo posible por protegerse y tal vez de pertenencia mutua. Tanto sus sentimientos como sus cuerpos tenían dueños.

—JungMyeon ha tardado más de lo normal— mencionó Jongin distraídamente.

—Es un tema delicado, después de todo— murmuró Chanyeol con la mirada pérdida.

—Lo único que nos ha dicho es 'no decir nada' — se quejó, haciendo un puchero.

Chanyeol rio besando castamente su puchero ¿Cómo podía pasar de terriblemente sexy a imposiblemente tierno? Ninguno lo había mencionado pero ambos sabían que su paz no duraría mucho más, habían disfrutado de la paz por demasiado tiempo y al destino parecía no agradarle mucho, los tiempos de paz no eran eternos. Después de todo, nada era para siempre, ¿cierto?