20.

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Se sentía extrañamente bien, sentía calor. Extraño. No podían generar calor ni sentirlo a menos que estuvieran ardiendo bajo los crueles rayos solares pero ese no era el mismo tipo de calor, el que sentía era simplemente cálido, no lastimaba y se sentía cómodo. Al parecer estuvo durmiendo. También extraño. Desde que había llegado a la adolescencia (en términos humanos) no había dormido ni una vez.

Abrió los ojos perezosamente e intentó moverse pero no lo consiguió, un peso extra lo impidió, miró hacia su pecho donde la cabeza de Chanyeol descansaba. Sonrió, se veía muy lindo durmiendo, acarició esos rizos rebeldes y rió suavemente, evitando despertarlo ¿Así era encontrar al compañero de la eternidad? Se sentía tan cómodo y seguro, tan... Bien.


Huele bien— murmuró cerrando los ojos.


Su cabeza se movió al frente, siguiendo su nariz, era el olor de Chanyeol pero no provenía de él, sino de la camisa que estaba usando. Estaba usando una de las camisas de Chanyeol. Era vergonzoso pero olía tan bien, podría pasar todo el día con la nariz en aquella camisa, abrió los ojos y miró su brazo derecho con curiosidad. Tenía la muñeca vendada, eso explicaba porque la sentía apretada. Su mirada viajó hacia la ventana y las cortinas abiertas.


—¡Rayos!— se levantó de golpe.


Caminó hacia la ventana, ignorando las quejas de Chanyeol, miró al cielo con el ceño fruncido. Por la posición de la luna podía afirmar que pasaba la media noche, murmuró una maldición y se giró dispuesto a abandonar la habitación, un amplio pecho y unos musculosos brazos se lo impidieron. El mayor lo abrazaba con una gigantesca sonrisa.


—Buenos días...— rió divertido Buenas noches, Jonginse corrigió con una sonrisa divertida.


Se separaron, dejando el espacio suficiente para mirarse a los ojos y besarse, Jongin parecía reacio pero terminó correspondiendo gustoso. Sus cuerpos estaban completamente pegados, Jongin se separó con un puchero mientras Chanyeol lo observaba sin entender pero sonriendo, el menor era tan tierno y lucia comestible. Volvió a besarlo siendo correspondido de inmediato.


Debo irmenuevamente se separó e hizo un puchero.


¿Por qué tan rápido?— murmuró con tristeza.


Se alejó los pasos que Chanyeol daba hacia él, realmente tenía que irse, además lo colocaba nervioso que el mayor tuviera la parte superior de su cuerpo desnuda. Ese pecho firme, los abdominales bien formados y los brazos en el punto perfecto de ejercicio incluso su cuello parecía tan atrayente... Desvío la mirada a la cama y sonrió, dispuesto a excusarse.


—¡Está invadiendo nuestro territorio!— ¿era Jaebum?


—¡Está invadiendo nuestra casa!— una voz que no reconocía.


—¡Tenemos que matarlo!—  ¿Changkyun?


—¡¿También es un Kim?!— KyungSoo.


Al escuchar el último grito, se soltó de Chanyeol, quien había vuelto a abrazarlo y salió de la habitación. No podría ser Mark, él nunca invadiría el territorio de los Park, a menos que pensará que estaba en peligro... Taehyung podría ser, quería conocer el Aquelarre pero Mark no dejaría que lo hiciera, a menos que hubiera escapado... Llegó al recibidor.


♥ Aquelarre ♥ Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora