Chaotic Sword God - Parte 1

CAP. 2 CHANGYANG XIANG TIAN

De repente, la espada en la mano de Jian Chen comenzó a moverse; era como si la espada larga tuviera una mente propia. Inesperadamente, la espada se disparó hacia Dugu Qiubai como un rayo de luz, viajando a una velocidad muy alta. 

La velocidad de la espada larga era casi inconcebible. Dugu Qiubai solo reaccionó cuando la espada había llegado a su garganta. La espada fue infundida con un Qi de Espada extraordinariamente feroz. Dugu Qiubai abrió los ojos con miedo justo cuando la espada larga le atravesaba el cuello. Después de terminar el golpe, la niebla apareció de la empuñadura de la espada. La niebla se arremolinó en el aire momentáneamente antes de que la espada regresara a la mano de Jian Chen.

Un agujero del tamaño de un puño apareció lentamente en el centro de la garganta de Dugu Qiubai. La punta de la espada se había expandido a medida que atravesaba el cuello de Dugu Qiubai, agrandando la herida. Si no fuera por eso, hubiera sido imposible para una espada tan delgada crear una herida de ese tamaño. 

Los ojos de Dugu Qiubai estaban abiertos mientras miraba la espada, sin creer lo que veía. Después de todo, él había presenciado una hazaña imposible. Lentamente abrió la boca para decir algo, pero desafortunadamente, su garganta ya estaba empalada, dejándolo sin palabras. Con una mirada final de incredulidad y terror, lentamente se desplomó en el suelo, para no pararse nunca más.

Jian Chen apretó su espada en silencio antes de mirar al derrumbado Dugu Qiubai; un jadeo amenazaba con escapar de su propia boca. No pensó que en esta hora final de la vida haría un gran avance en el reino del Dios de la Espada. Pero en cualquier caso fue en vano, ya que él también estaba cerca de la muerte. 

Suspirando interiormente, los ojos de Jian Chen comenzaron a oscurecerse lentamente. A pesar de que el avance le dio poder a su cuerpo, fue muy difícil escapar de la muerte, especialmente cuando las entrañas están ensartadas. 

Poco después, Jian Chen siguió los pasos de Dugu Qiubai hacia la otra vida, su cuerpo cayó al suelo y avanzó hacia el abismo.

Después de que Jian Chen cayó, el área en la que él y Dugu Qiubai habían caído comenzó a temblar. Tanto es así, que los dos picos de las montañas con forma de espada emitieron un fuerte sonido que sacudió los cielos y dividió las dos montañas por la mitad. Innumerables rocas y piedras cayeron por la ladera de la montaña, creando una avalancha en todas direcciones. El cielo se volvió púrpura y verde y los cielos y la tierra se iluminaron. Los colores bailaron y se mezclaron para formar una hermosa imagen, y fue una pena que ni Jian Chen ni Dugu Qiubai estuvieran vivos para verla, o la serie de eventos que seguirían después…

......

Dentro de una mansión espaciosa y lujosa, había una habitación decorada con gran esplendor. Fuera de esta sala, un gran grupo de personas se habían reunido. Un joven hombre paseaba implacablemente frente a las puertas, su rostro estaba lleno de ansiedad y preocupación. Parecía tener treinta años de edad, y emitió un aura majestuosa. A pesar de que había envejecido un poco, todavía se podía ver el atractivo joven que una vez fue. Llevaba un chang pao plateado con forro de oro, que se sumaba a su apariencia hermosa, y estaba rodeado por un aura similar a la de un anfitrión. Su rostro estaba resuelto, incluso sus cejas estaban entrelazadas, casi formando un único bulto.

Tres metros fuera de la sala, un grupo de 30 personas, desde jóvenes hasta adultos, estaban todos alineados nerviosamente. Los ancianos del grupo parecían tener entre 60 y 70 años de edad, con el pelo blanco en sus caras arrugadas. Sin embargo, a pesar de su edad, sus ojos todavía podrían hacer que las personas se estremezcan y teman por las luces divinas que parpadean en su interior. A juzgar por el brillo de sus ojos, la cantidad de miedo que podían infligir a los demás era tanto que la gente no los consideraría hombres viejos frágiles, sino hombres robustos y sanos de mediana edad con las fortalezas de un tigre y Dragón combinado. El resto de los hombres tenían alrededor de 30 a 40 años, con auras y ojos imponentes que no revelaban nada. Era obvio con solo una mirada que este no era un grupo de personas normales.