10. Duerme

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Bue- nas a todos y todas las y los lectores, bellxs lectorxs.
Adelantamos el día de hoy, compensación por esa TERRIBLE metida de pata que me mandé anoche a las 3.30 am, dónde publiqué por error el capítulo 35. Despertamos a alguien de el otro lado del mundo y no se si lo saben, pero para mí, el sueño es sa-gra-do.
Disculpen esa falsa notificación.
Mi recompensa, adelantar el capítulo de hoy!

Dedicado a @hissadv que se acaba de bajar Wattpad, démosle nuestras condolencias por haber encontrado la peor droga. Vas a recibir muchas quejas de tu entorno social. Jajaja

Sigamos!!

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Madrid. Octubre 2018

Anahí Markhez.

Mensajes y mensajes de Juan Pablo. Un par de Simón. Isaza me habla por el del grupo. Parecen no entender. No quiero saber nada con ellos. Se que sus intenciones fueron buenas, pero los modos...Honestamente  me asusté mucho. Me trajo muchos recuerdos. Todo es una maldita mierda.

Ya quiero empezar la expedición. Para poder irme de acá. Lado bueno, estuve en Barcelona. Ese lugar es hermoso, era mi obsesión poder llegar hasta ahí, y si bien había m u c h a gente, turista y demás, la disfruté mucho.

Volví a Madrid. Cambie de piso. Me di el gusto y no more Hostels, nada de compartir habitaciones. Tengo un piso para mi sola. Es una casa hermosa, un ventanal victoriano que da a la calle, unas escaleritas que anticipan la entrada de una puerta blanca. Una cocina, un desayunador en el medio, un hermoso espacio para sentarse en la ventana, un sillón y una mesita que aprovechan la luz que entra por ahí. Unas escaleras pegadas a la pared, llevan al piso abierto donde está la cama. Me encanta este espacio, es chico, pero está bien aprovechado.

Otro gusto que decidí darme que no hice en Madrid hasta hoy (en otros lados si), salir a tomar algo. Así de simple que suena, no disfrute de mi soledad. Hay quienes dicen que es triste en extremo, pero después estamos los que queremos disfrutar cada momento. Y yo, sola... este es mi momento. Sin familias, sin amigos, sin trabajo, sin estrellitas secuestradoras...

Sentada en un bar. Disfrutando de un tinto de verano, que aplacaba mi sed terriblemente, viendo cómo la gente se iba cerca de las dos de la mañana, porque el bar ya cerraba, lo cual me pareció muy temprano, veo un cuerpo conocido. Villamil, sentado en la barra cabizbajo ahogado en su vaso.

Decido ignorarlo, seguro está con los demás, aunque a su lado no había nadie. Mi noche siguió, mis copas pasaron.

— Señorita.- levanto mi mirada. Era una de las mozas del lugar.—ya estamos cerrando, pero tómese su tiempo.

— Si, gracias.- sigo con lo mío. Pero no puedo evitar escuchar.

— Villa, ya no puedo seguir, debemos cerrar, lo sabes joder!-

— Vamos José, sólo unos más, te ayudare a limpiar.- le ruega tirado en la barra.

— Que no chaval! Por favor.- le responde quien está detrás de la barra.

— Y me dejarás así?! Tendré que ir a otro lado!! No volveré aquí.- dramático.

— Los demás dijeron que vuelvas temprano y eso deberías de estar haciendo tío. Ve a casa, venga. Hala- le quiere ayudar a levantarse pero alguien esta muy ebrio como para aceptarlo.

Deberíamos.

Ni se te ocurra.

Sabes que si.

No es mi problema.

Claro que es tu problema, porque ya lo viste, tenes que ayudarlo, no vas a poder dormir sino.

Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora