14. Memoria

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Día larguísimo y laborioso el de hoy, además del calorcito de Buenos Aires. Pero aún así, no me quejo, prefiero cincuenta grados de calor antes que el invierno.

A Anahí tampoco le gusta el invierno.

Nada, eso.

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Madrid. Octubre 2018.

Juan Pablo Villamil.

Ni bien Gaby dijo que Ana estaba con Martín pretendía salir corriendo, no me fío de Marto estando cerca de ella.

Me los encuentro a medio camino y puedo oírla a Anahí ultimándole que no la vuelva a tocar. Acaso Martín se atrevió a ponerle un dedo encima?

Lo interrogo junto con Isaza pero ninguno de los dos soltará la verdad.

Una mano se posa en el hombro de Anahí y no puedo evitar quemarle con la mirada. Demonios, estaba hermosa. Tenía un vestido negro que marcaba sus curvas, con un aplique de tela que cubría sólo un hombro. Su cabello estaba recogido en una especie de moño perfectamente desaliñado, con algunos mechones enmarcando su rostro delicadamente maquillado.

Este tipo no tiene ningún derecho sobre Ana. A pesar mío, se la lleva a la mesa y el muy babas la ayuda con la silla.

Nosotros volvemos con Gaby y con Simón. — Qué paso?.- pregunta Gaby.

—Sólo hablamos un par de cosas.- le resta importancia Isaza.

No dejo de inspeccionar. El la toma de la mano y la escucha hablar. Ella no se lo quita de encima, simplemente le permite ese privilegio, mientras le habla desanimada.

Isaza me hace caras que me dicen que no sea tan idiota y que supere todo. Esta muy enojado conmigo y con Martín. Martín está enojado conmigo y con Ana. Yo estoy bravo con Martín, con Ana y con el idiota ese que no se le quita de encima. Y Ana... bueno, creo que es obvio.

El color se me subió al ver que el acompañante de Anahí besa su mano. Isaza me golpea la pierna por lo bajo.— Te calmas.- me susurra. Nada funciona. El le ofrece su mano y se la lleva, vaya a saber Dios a dónde. Ana en ningún momento miró hacia atrás, hacia a mí.

Isaza se levanta y la sigue. Estoy seguro que para pedirle perdón una vez más. Segundos después se levanta Martín para ir tras él. No podía dejarla a Gabriela nuevamente, por lo que miro a Simón para que vaya tras él.

Pasaron un par de minutos.— Mejor vamos a buscarlos.- dice Gaby.

Pagamos la cuenta y cuando salimos, quedo atónito con lo que veo.

La secuencia es la siguiente. Ana tira de su acompañante para irse. Martín la toma bruscamente del brazo. Isaza y Simón lo están por tomar de los hombros. El acompañante apretaba los puños listos para pelear. Yo estaba por correr encima de Vargas, pero todos quedamos inmóviles al ver que Anahí le mete terrible puñetazo, lleno de ira acumulada, tirando a Martín al piso, haciendo sangrar su boca.

Ella pretendía seguir yéndose encima de él, pero tanto el dichoso Diego como Isaza, la convencen y se la llevan llorando.

— Ven Marto.- Gaby se apresura y lo revisa.— Martín... qué está pasando? No eres así.- algo dolida de las acciones de Martín.

— No quiero hablar de eso.-

— Esto se termina Vargas.- le digo mientras me lo llevo.— Gaby, nos esperas? Métete y toma un té por favor.- ella comprende que este es asunto de la banda y hace como le digo.

— Me sueltas.- se zafa de mi agarre.

— La humillaste socio... le dijiste de todo menos que es bonita. Martín cómo se te ocurre tratarla así? No viste lo dolida que estaba? La violencia física nunca es la solución y mucho menos obligar a esa mujer a que te oiga, teniendo en cuenta todo lo que le hicimos pasar.- Le dice Moncho.

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