Bogotá. Diciembre 2020.
Anahí Markhez
Me mira con esos ojos tan lindos que tiene. Estaba emocionado.
Hace un año, todo se había desmoronado. Pasamos las fiestas solos, sin mensajes, sin llamadas, estaba caída, estaba lejos de él.
Recuerdo mi último año y él está ahí.
Tenemos suerte.
No... la suerte es una cosa de una sola vez. La vida se empeñó en ponerlo en mi camino... es mi guardián. No hay manera de que crea en otra cosa.
— Feliz Navidad.- le contesto y lo beso castamente.
Tengo la costumbre de dar regalos en navidad, sean o no conocidos con quienes lo celebro; por lo que compré en Buenos Aires unas mantas de lana tejidos.
Juan me comentó de que tanto su mamá como su hermana aman el invierno, y que adoran sentarse con su taza de té y pasar el tiempo.
Le pregunté sobre sus espacios en las casas. Y más específicamente los colores.
Su hermana dice que tiene colores claros, que es muy pulcra, pero que ella usa colores fuertes, por eso compré una manta enorme de puntos separados color mostaza. La cual pareció gustarle y agradeció por ello.
Por otro lado, los tonos grises en la casa de sus papás me tiraron a los tonos crema o nude, así que encontré un fino tejido que combinaba los dos.
Regalos para las familias, algo personal...
— Y para mi hermosa novia...- se me acerca y me entrega una bolsa blanca charolada con un moño negro enorme. Lo miro divertida.— Diseño original.- encogiéndose de hombros y eso llamó mi atención.
Muy intrigada, saco una caja charolada con un moño negro de satén.
Lo miro y hace una mueca que me dice que lo habra.
Tiro de la punta y dentro hay un vestido.
Blanco.
Si, blanco.
Lo levanto y veo que es un hermoso vestido blanco, corto, al cuerpo, con una caída irregular sobre las piernas, mangas largas.
Es realmente hermoso, algo revelador, pero era muy lindo.
Lo miro y levanto una ceja.
— Leíste mi cuaderno, sabes que te regalo algo blanco para Año Nuevo, y mis intenciones son para que empieces con las mejores energías, y con esa pureza que te identifica...- me acerco y lo beso prolongadamente, a lo que él inspira y me dice al oído.— además se te verá muy sexy.- haciendo que me ría poniendo los ojos en blanco.
— Gracias. Es muy lindo...- me acerco a su oído.— y combina con uno de los regalos de Marena.-
Me miró con esa cara que dice "Por qué me haces esto?!".
Me reí en su cara y me di vuelta para agarrar su regalo.
— Para vos...- poniendo la caja entre los dos.
Me sonríe y lo mira.
Era un reloj. Trate de que concuerde con la descripción de su sueño.
Cuando me contó toda la situación lo veía algo nostálgico por esa relación.
Esa Ana era todo para él. Y seguramente le tenga que agradecer a su inconsciente por haberle dado mi imagen, pero igual estoy algo celosa.
Es estupido estar celosa de un producto de su imaginación, pero así soy.
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Destino?
Hayran KurguJuan Pablo tuvo un sueño. Pero no fue cualquier sueño. Fue uno que le transmitió una cantidad ínfima de sensaciones y sentimientos que lo descompaginaron. Luego de despertar y ver que nada de eso fue real, va a tener que lidiar con la realidad y co...