59. Contrariada.

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Buenos Aires. Septiembre 2019.

Anahí Markhez

Entonces...

Entonces...

Entonces...

Entonces nos despertamos con este oso hibernador que aparentemente no se baña y nos va a olfatear cada tanto para asegurarse de que nos bañemos solo una vez a la semana.

Diu.

Literal nos olfateó. Quién hace eso?!

Convengamos que yo lo olí un poco.

Pero para sentir su perfume que huele como los dioses, no para saber si necesita un baño.

Me voy a bañar, no me interesa tu opinión, no lo voy a poner en discusión.-

— No la pienso dejar.- dice y ajusta su abrazo y enreda sus piernas con las mías. Dejando sus labios en mi frente, sintiendo su respiración en mi crecimiento capilar.

— Maduro. Muy maduro Villamil.-

Se ríe internamente.— Viyamil.-

— Ah, ahora te vas a burlar de cómo hablo?.-

— Convengamos que si resulta gracioso. Pero resultaría más gracioso oírte decir mi apellido como debería pronunciarse.-

Aysh que pesado.

Es muy tierno.

— Acabas de hacerme repensar todo esto.- mi conciencia se burla de él.

— Nananan... usted ya me aceptó y encima me besó, no hay devoluciones.-

— Grandes espamentos por un beso...-

Él nos gira y termina encima mío.— no cualquier beso... tus besos.- acto seguido planta sus labios sobre los míos.

— Basta! Me tengo que acostumbrar a estar sin todo este circo por la mañana.- rezongo con total razón y suspiro.— no quiero matar el mood pero... cuando...?-

El suspira y se esconde en mi cuello y comienza a dar besos.

— Entonces... hoy o mañana...-

— Mañana.- me dice dejándose caer y aplastarme un rato.— pero estoy pensando en que quizá pueda atrasar mi vuelo un par de días más.-

Qué?!

No Juan!.- tratando de sacármelo de encima.

— No me interesa tu opinión, no lo voy a poner en discusión.- dice con un tono bastante agudo imitando mi expresión de hace unos minutos.— quiero estar contigo Ana.- agarrando una de mis manos que tratan de sacármelo de encima.

— Vos tenes obligaciones.- le amenazo.

— No aún... por eso quiero quedarme. Y si no me aceptas aquí, me buscaré un hotel.-

— No es que no te quiero...- suspiro frustradamente.— no se en realidad qué es...-

— Ya te vio tu familia?.-

— No.-

— Tienes planes respecto de todo esto que tienes en puerta? Porque estimo que quieres volver a tu trabajo.- yo asiento.

— Pensaba pedir turno con quienes llevaron mi recuperación. Son doctores, psicólogos y nutricionistas.- el asiente.

— Me parece un gran paso.- yo hago un ligero movimiento en afirmativa.

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