100. No 2/2.

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Segundo capítulo del día a modo de celebración.

"No lo malgasten, polos en tu gorra, ponlos en tu gorra..."

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Buenos Aires. Marzo 2021.

Anahí Markhez

Mi teléfono suena y retumba el mundo entero.

Dios.

Quejidos por parte de los dos aparecen en la habitación.

— Ana...- un Villamil gruñón, debe tener mi misma resaca.

Trato de encontrar mi teléfono con manotazos brutos hasta que doy con él.

- Hola?.-
- Hija!.-

Podemos vivir con un sólo padre, matemos a la gritona de nuestra madre.

- No grites María!.- le digo por lo bajo, e inmediatamente siento el brazo de Juan Pablo pasar sobre mi piel desnuda.
- Seguís durmiendo? Hija, hoy tenemos el cumpleaños de tu primo...-

Ay Jesus bendito, nos olvidamos!

- No... no... pensaba ir más tarde con Juan.- siento cómo el nombrado encuentra mi pecho y lo presiona, una clara señal de que no piensa salir de esta cama.
- Ah... no sabía... bueno, apurate que tenes viaje hasta la casa de tu tía, nosotros ya estamos en camino.- y como siempre, nunca usa el plural cuando se trata de Juan Pablo. Si se juntan con mi suegra, son capaces de aliarse para separarnos.
- si, si... chau.-

— No pienso moverme de aquí. Resaca.- dice sin abrir los ojos.

— Bueno, yo me voy a la casa de mi tía, tengo un cumpleaños que olvidé por completo.- suspira.

— Nos bañamos primero?.-

Yo sonrío y me levanto arrastrándolo conmigo.

Todo fue muy rápido. Nos vestimos casuales y tristemente casi que iguales.

Jeans claros, zapatillas y remeras blancas, sólo que él llevaba una camisa a cuadros.

Me ate el pelo en lo alto y salimos. Compré un par de bebidas y unos antiácidos y analgésicos para tomar, ya que la resaca era obvia, sin importar todo el maquillaje que me puse.

Compré un regalo para mi primo y manejé como mil demonios hasta esa bendita casa.

Tiró de mi mano.

— No se que les habrá dicho tu madre de mí.- me dice con temor.

— Saben que exagera. Además, quizá seamos más de cincuenta personas. Quedate conmigo, te pienso defender de todos.- lo beso y mi prima nos abre.

— Emi!!.- me abraza como si no la hubiese visto en años.

Vino la semana pasada a casa.

Ella es así.

— NOVIO DE EMI!.- Juan le sonríe.

— Juan Pablo, Giselle.- le aclaro.

— Si, si... pasen.- agarrando a Juan del brazo.

Camino y mis otras primas vienen a mí para aplastarme, seguido de sus peque- hijos.

— Hace mucho que no venís.-

— Te extrañábamos.-

— Si vino la semana pasada, pero no estaban.-

— Eso no cuenta.-

— La tía dijo que viniste con el hippie de tu novio.-

— Solange!! No lo digas así.-

— Eso dijo la tía.-

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