30. Ibamos

387 29 4
                                    

NUEVAMENTE AQUÍ ARRIBA!
Señoras y señores soy una niña...
Mentira. Pequeño aviso, esta personita tendría que armar valijas, pero deja todo a último momento. Me voy el día de hoy a visitar a mi amigo que tuvo que mudarse lejos. Mi otro amigo que vive en la ciudad se adelantó y me esperan allá. Les cuento, porque internet está complicado en el campo, pero prometo que haré lo posible. Si me salteo un día, lo recompensaré con doble actualización.
Me fui... mi viaje sale a las 14.30 y ni idea de qué poner en la condenada valija.

____________________

Madrid. Octubre 2018.

Ana Markhez.

Cómo es posible que nunca salga bien de esa casa?

Dios... necesito alejarme. O no...?

Ya no se que hacer... sólo venía alejándome y nada de eso me sirvió.

Si vuelve, lo vamos a hacer de otra manera.

Supongo.

No dejo de recordarlo todo... Dios... no dejo de sonrojarme. En qué momento me tiré encima de él?.

Te desquitaste todo lo que venías acumulando.

Eso no es justificativo.

Estoy segura de que mis palabras lo hirieron, y no puedo evitar pensar en su cara cuando se lo dije. Es algo pasajero...

Es?

No se. Pero era lo único que me iba a dejar estar sola, no estoy dispuesta a perseguir a alguien por el mundo, por el simple hecho de que lo conocí y me besé con el tipo.

Y ahora está Diego. No lo había pensado. A dónde nos lleva esto? Claramente a ningún lado. Él se va a quedar acá, tiene su trabajo, la asociación... y yo tengo mi vida allá. Tampoco me pidió nada así que... estamos en la misma. Para qué posponer algo que ya tiene su sentenciado final?

Pasó un día. Le pedí a Diego que me dejara estar sola, puse la excusa de que todo esto me había dejado mal. Tengo la suerte de que nunca cuestiona nada. Simplemente quiere cosas buenas para mí.

Es un ser hermoso.

Definitivamente.

Me pasé la mañana durmiendo, estaba mentalmente agotada.

Desperté, tomé mi medicación, me bañé... a todo tiempo estuve pensando en Diego y en mi.

Creo que podría funcionar. Somos adultos jóvenes, si, hace poco que nos conocemos, pero disfrutamos mucho de la compañía del otro. Se de su pasado, sus traumas de la niñez, no tuvo una vida difícil a grandes rasgos. Su mamá murió cuando el tenía diez años, eso le marcó mucho su adolescencia. Con su papá tienen una muy buena relación, tiene mucha suerte de tenerlo.

Tampoco es que fue algo que le preocupó a él... digo, el hecho de que me vuelva en unos días. Se supone que estoy por sacar pasaje para volver y sin embargo no soltó palabra al respecto.

Todo era más simple con Juan Pablo lejos, sin que me metiera esa idea en la cabeza.

Me puse con la portátil a buscar vuelos para volver, después de diez minutos golpean a la puerta del piso que había alquilado antes de las excavaciones, había vuelto a quedarme en ese lugar.

Abri la puerta creyendo que era la casera, pero me llevé la sorpresa de que era Villamil con una bolsa.

— Apuesto mi banjo y dos cargadas de equipo por el aeropuerto a que no has comido nada en todo el día.- me dice con un gesto que no termina de ser del todo alegre.

Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora