70. De vuelta.

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Colombia. Diciembre 2019.

Juan Pablo Villamil

Finalizada la gira en España y las promos para el año que viene.

Finalizado nuestro año a puras giras y conciertos.

Finalizado el conteo regresivo para volver con Ana.

— MI NIÑO!- se me acerca mamá a toda velocidad para abrazarme y estrujarme como sólo Encarnación Cortes sabe hacerlo.

— Mamá!.-

— Cielo, el niño!- dice papá que se acerca por atrás.— Hijo!.-

— Hola pa...- recibiendo otro cálido abrazo.

Una vez instalado en casa, puesta la ropa a lavar, duchado, me siento con mi familia a cenar.

— Bueno, nos cuentas...- dice papá.

— Pues, España estuvo intensa, agregamos algunos lugares, las localidades volaron, nos dimos cuenta de como incrementa nuestra popula...-

— Eso no hijo... queremos saber sobre esta niña de quien nos vienes hablando hace tiempo... Ana.-

— Qué quieren saber?.- luego de un gran suspiro, preparado para ser atacado.

— Quién es, qué es lo que hace, cómo se conocieron, qué es lo que te llevó a tener una relación con ella luego de verla dos días y en especial... a sólo seis meses de haberlo terminado con Gabriela.- Encarna está enojada, y mucho.

Verán, Gabriela siempre estuvo a mi lado, en las buenas y en las malas. Estuvo cuando mis abuelo sufrieron lo peor de sus enfermedades, en mis dramas sobre si seguir con la banda o meterme en la universidad, pero sobre todo... ella siempre me esperó a que volviera de cada gira. Y sobre todo, siempre se hicieron compañía con mamá. Si, las dos tienen una rutina, pero igual la venía a ver y tomaban el té o cosas similares.

Mamá le había tomado gran cariño a Gabriela.

Me costaba contarles, pero era necesario.

— Verán... tuve un sueño...-

Les conté la locura por la que pasamos el último año. Les conté de mi sueño, de nuestro accidentado encuentro, del aeropuerto, España, Diego, Marto, el medio, las llamadas, Chile, el cuaderno, sus problemas, omití lo de mi estadía en la carcel, la ruptura con Gaby, esos cinco meses sin noticias de Ana, su noviazgo con el disque-doctor, su pérdida de peso, sus cicatrices, el gran susto, su colapso, la increíble empresaria y excelente humanitaria que resulta ser. Evite lo más privado e importante para ella, su pasado. Les dije que no sabía cómo empezó todo, pero aún así les dije que estoy aprobado para poder acompañarla en la terapia y que eso estaba haciendo.

No pude evitar demostrar lo orgulloso que me siento por ella, por afrontar todo esto.

— Espérate hijo...- me detiene papá.— eso quiere decir... que su novio, la dejó porque ella no quería cuidarse.-

— Según él, le dolía verla morir lentamente mientras ella no hacía nada y el no se podía quedar así... pero... no entiendo, no me entra en la cabeza cómo pudo dejarla así de sola...-

— A veces hijo... es difícil, simplemente debes caminar para evitar que esto te termine consumiendo a ti.- dice papá y Encarna concuerda con él.

— Personalmente creo que termina hasta por ser egoísta no querer recibir ayuda...-

Y ahí es cuando sabes que tu madre no te la pondrá fácil.

— Yo elijo quedarme...- señalándome con el dedo índice.— corrí atrás de ella y casi muero al verla ahí llena de sangre y luego entender que eso es lo que hace para olvidar un dolor que alguien más le ocasionó.- me seguía doliendo igual que en el sueño.— y no me importa... porque sé que no podré conmigo mismo si la dejo así. Tengo la suerte de que me dejó quedarme, que me aceptó y además de ello, que decidió volver a la clínica y comenzar su rehabilitación...-

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