Aquí para decirles que aparentemente le dan el alta a mi hermana. YAY! No se hacen una idea de lo cansador que es la vida del hospital.
Admiro muchísimo a todas esas personas que les toca vivir de esta manera y a las que la eligen por profesión.Gracias a todxs lxs que dejaron sus mensajitos de buenos augurios.
Festejemos.
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Buenos Aires. Septiembre 2021Anahí Markhez.
Estoy frente a mi director de tesis.
Está golpeteando esas hojas anilladas con mi nombre en frente.
Mi pequeña hija... la Tesis.
Dudo mucho sobre los padres.
Me mira, no quita su mirada.
— Esta Tesis estaba lista hace cuatro correcciones atrás.-
Yo asiento.
— Asi que deja de ser tan paranoica, mañana lo estoy enviando a quienes van a ser tus evaluadores... tienen tiempo hasta el ...- revisa el calendario.— diecisiete de noviembre para entregar la aprobación, y supongo que para el diez o quince de diciembre, estás dando la defensa.-
Ay Jesus...
Asentí bien nerviosa. No sabía qué hacer o qué decir, ya estaba a sólo meses de llegar a la gran meta.
— Tengo entendido Emilia, que tuviste unos meses difíciles...- yo asentí.— es por eso que no vamos a develar el lugar de la ponencia hasta ese mismo día, dos horas antes, y solamente van a asistir las personas que vos indiques en una lista con nombre y apellido.-
Asentí con algo de pena, pero tendría que aceptar las precauciones.
Me despedí de mi director y mientras establecían la seguridad de mi salida, salimos.
Jeremias viene a mi lado.
— A dónde señorita?.-
— A la casa Crestino... supongo que ya terminamos.- le sonrío y subo.
Él sube del otro lado, a mi lado y me mira.— Podremos ir a otro lado? Si está libre...-
Achino mis ojos.— Tengo novio.- muy divertida.-
Sus ojos se vuelven enormes.
— Qué?! N-No... sólo será un rato.-
Asentí y le dijo a su compañero a dónde llevarnos.
Era un club de tiro.
Lo miro con una ceja levantada y él agarra un arma, al igual que sus compañeros.
Me ponen un chaleco antibalas, unos lentes y audífonos ensordecedores.
— Bien... esta.- me muestra la que tiene él.— es un arma semiautomática, ya la conoce.- asentí.
La desarmó por completo y la dejó para mí.— Armela, pónganle el seguro y luego lo libera para desarmar.-
Hago como me dice... balas en el cargador, cargador en la culata, golpeo para que trabe, tiro de la corredera.— lista para usar.- el asiente, pongo el seguro.— seguro...- vuelve a asentir y luego de quitarlo, suelto el cargador y saco la bala que queda preparada.—descargada.-
—Muy bien... ahora veamos una automática...-
La cuestión es que según mi heladera, el día del ataque, habían varios tipos de armas y me enseñó a usar las más comunes, para luego probar mi puntería.
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Destino?
Hayran KurguJuan Pablo tuvo un sueño. Pero no fue cualquier sueño. Fue uno que le transmitió una cantidad ínfima de sensaciones y sentimientos que lo descompaginaron. Luego de despertar y ver que nada de eso fue real, va a tener que lidiar con la realidad y co...