56. Porqué

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Buenos Aires. Septiembre 2019.

Juan Pablo Villamil

— Creí haberte dicho que te alejaras.- le espeta Martín adelantándose a que yo le rompa la cara.

— Por favor, solamente quiero saber qué pasó, si está bien... y-yo yo, n-no puedo...- se lo veía bien afligido, pero era la culpa la que no lo dejaba ser.

— No puedes dormir?!.- le pregunto.— Imagínate las cosas con las que tuvimos que lidiar nosotros cuando llegamos aquí.-

Su cara empalideció aún más de lo que estaba.

— Q-Que... que hizo?.-

— Te sabes su historia? Supongo que ya viste su piel...-

— N-No... déjenme verla.- quiere acercarse a la entrada.

— te dije que la pasarías mal si te acercas a ella.- se impone Martín empujándole del pecho.

— Me pueden hacer lo que quieran, pero dejen que la vea, sólo dos segundos.- agarrando mi camisa.

— Ella quiso incluirte en su vida, contarte el origen de sus problemas y tú qué?! La ignoraste...- le reclamo todo lo que no fue para ella mientras me suelto de su asqueroso agarre. Cómo no serlo? Cómo negarse...?

— Se que hice todo mal, pero realmente quiero ver que esté bi...-

Martín le pone el teléfono delante. Era un video de ella hablando en señas con el niño que la abrazaba entusiasmado y la hacía sonreír. Luego un video donde cantamos y ella está arrodillada atrás mío abrazada a mí con los ojos cerrados sosteniendo mi mano y su sonrisa calma.

— Sólo necesitaba de un compañero. No te necesita para ser feliz, como ves, haciendo lo que le gusta alcanza todo.- le dice Marto.

El tipo tenía un semblante triste.

— Qué haces acá?.- la voz de Ani nos saco de transe a todos.

Me volteo y estaba en su vestido negro de hoy, sin ese chaleco, con un moño en lo alto de su cabeza, descalza.

Los demás se aparecen atrás.

— Emi...-

— Gustavo, podes parar?! Por favor... no soy fuerte. Y cada vez que te veo, me haces peor. Sigo viva si es lo que te carcome. Sigo haciendo mi rutina del día a día.-

— Ya vi amor yo...- quería golpearlo cada vez que la llamaba así. Ella no es su amor, cómo puede hacerle ese mal si fuese tal cosa?

— No me digas así. Yo ya no ocupo nada en tu vida así como vos ya no ocupas nada en la mía. Decidiste hacerte a un lado, perfecto, pero hacelo. Alejate. Si decidiste irte por no afrontar mi realidad, de nada te sirve hacer todo esto. Yo ya no voy a rogarte por que te quedes. Pero si te voy a pedir que me dejes sanar. Porque yo si te amé y ahora tengo que lidiar con los resabios de esos sentimientos...-

Cómo se supone que soporte esas palabras de ella? Le está diciendo que su amor aún le duele.  Me siento excluido de la imagen. No me siento a su lado. Pero supongo que así se habrá sentido cuando yo estaba con Gabriela. Y aún así, ella siempre me aconsejó lo mejor para la relación que llevaba. Y si ella fue capaz de hacer eso por mí, yo puedo ayudarla a olvidarse de este idiota.

— Y lo vas a hacer con él?.- me sacó de mis pensamientos a los golpes.— él te va a ayudar a olvidarte de mí?.- dirigiendo su mirada hacia a mí.

Yo me quedo duro. Se sentía la tensión.

— Bastante contenta estabas encima abrazada con este tipo. Tanto que me reclamaste que te olvide fácil...-

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