131. Vargas. 4/4

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Colombia. Agosto 2024.

Anahí Markhez.

Decir "mi marido" todavía no se vuelve habitual en mi habla del día a día.

Tuvimos nuestra pequeña fiesta, fue una mesa larga en otro de los patios de invierno, donde todo fue adornado y decorado con las flores y todo eso que Juan eligió.

Si me permiten, estaba hermoso. Luces amarillas de navidad iluminaban el techo junto con velas en el piso. Todo era tan simple y a la vez tan bien decorado, supo superar cualquiera de mis expectativas.

Le agradecí por haberse hecho cargo de todo.

Siendo martes, tres días después de la ceremonia, cargamos todo en el jet que alquilaron los Crestino y nos llevaron a nosotros, a mis papás, a mi hermana, a los papás de Juan, a la hermana y su familia, Marena y Viole, a Ernestina y a mis heladeras, todos a Bogotá.

Papá alquiló una casa de descanso, con un amplio terreno, en las afueras de la ciudad.

Era una exageración, como diez habitaciones, o más... supongo que entran todos.

Cuestión, que tuve que ir a Miami para arreglar algunas cosas como las giras luego de la luna de miel. Sólo fue un par de días, Juan se quedó arreglando todo, esta vez tenía a sus padrinos y a mis damas de honor, mas su familia y la mía.

Insistieron en que lleve a Jeremias conmigo, y así tuvo que ser.

— Señora Villamil!.- un Paul emocionado se aparece mientras cruzaba la puerta del edificio.

— Creo que ya tengo muchos apellidos como para ponerme el de Juan.- saludando a mi jefe.

— Wow...seguridad?.- mirando sobre mi hombro a un Jeremias rígido.

Chasquee mis dedos para despertar a mi heladera que activa y lo saluda con un apretón de manos.

— Digamos que me insistieron en que me acompañe. Él es quien me acompaña cuando estoy en Argentina.-

— Ya veo, entonces bienvenido.- dice enérgicamente.— ahora, tenemos dos días! Rápido, rápido que ésta muchacha se tiene que casar nuevamente.- dice a todos en el edificio.

Sonaba muy extravagante pero no podía hacer nada, quién se casa dos veces? Sólo los famosos.

Bueno, si, Juan es famoso... no me hagan caso.

La cuestión, es que trabaje y me volví loca haciendo todo aquello, tanto que me dormí todo el viaje de vuelta.

Al volver apenas pude ver a Juan, porque sus padrinos se llevaron a mi marido a una "despedida de soltero". Les avisé que ese rolo ya no está soltero, que está bien casado ante la ley de mi país, y que si él hacía algo, quienes lo iban a lamentar iban a ser ellos.

— En serio les digo...- amenazándolo a Alejo con mi dedo.

— Si, claro bonita.- casi que irrespetuosamente.

— Alejo, te vale que así sea, porque me entrenaron para defenderme y eso incluye usar un arma... te voy a perseguir, así que más te vale que sea noche de videojuegos.- Alejo mira sobre mi hombro a Jeremias y a Rodrigo que estaban parados ahí y veo que ellos asienten.

Alejo suspira.— está bien.-

Mis damas hicieron lo mismo.

Nuevamente, pasada en alcohol, pero dormí mejor que la primera vez.

Me había quedado en nuestro departamento y Juan se fue al de alguno de los chicos.

A la mañana siguiente, Laura me despertó y me mandó a bañar.

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