29. Pasajero

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Madrid. Octubre 2018.

Juan Pablo Villamil.

—Nn-no.- su preocupación comienza a incrementar y sus golpes en la puerta son más fuertes.— pueden abrir? Por fas...- tratando de mantener la calma.

Pongo mi mano en su hombro, pero Martín me gana de antemano.— Pues... el otro día me quede encerrado ahí hasta que lograron sacarme.-

— No.- vuelve a intentar ya con desesperación.— Ayude... ayúdenme por favor... sáquenme de acá.-

Su respiración se dificulta y veía que cada vez resbalaba más sobre la puerta hacia el piso.

— Ana... Ana.- me acerco a ella pero veo que le cuesta más respirar y diría que era casi nulo el aire que consumía.

— Ana! Óyeme Ana!.- le llama Diego, pero ella sólo mira un punto fijo y se toma las piernas.— Juan Pablo dime que pasa?.-

— N-No lo se! Ella solo está en el piso, no resp...- Entonces lo recuerdo. La Ana de mis sueños sufría de ataques de pánico y ...—claustrofobia.-

— Si! Ella sufre de eso! No me escuchará porque no me ve, toma su cara y trata de que te vea.- me dice la voz del otro lado de la puerta.

— Q-Qué...?- dudo, Ana se estaba poniendo roja sin la respiración necesaria.

— Que no la dejes sola tío joder!! Tómala de la cara y has que la mujer te vea, que no se encierre más.-

Yo bajo el móvil y pongo luz en donde ella estaba.

— Ana?.- trato pero ella se exalta y se hace más bolita contra el rincón, sollozando y respirando con dificultad. Agarro sus manos, pero ella se opone, por lo que la tomo de los brazos.— Ana!.-

Niega con la cabeza y se lleva las manos a los oídos. Vuelvo a tomar sus manos y las llevo a mi cara, presiono sus manos en mis mejillas y ahí las dejo hasta que dejó de pelear.

— Ana, mírame.- ella niega mientras trataba de respirar.

Subo mis manos a su rostro y trato de que me vea. Sus lágrimas caían por montón.— Bonita por favor escúchame. No te haré daño, necesito que abras los ojos por favor, mírame.- le digo casi en un susurro y ella abre esos ojos cargados de preocupación y desesperación. Su cabeza subía y baja al compás de una respiración ronca que peleaba por cada bocanada de aire, le era imposible respirar.— Tranquila, no estás sola... estoy aquí. No quites la mirada, no me sueltes.-

Me había ganado su confianza pero le seguía costando respirar.

— Sólo piensa en algún lugar lindo... recuerdas Segovia?- ella asiente.— Ese día tomaste mucho vino.- me río y ella algo soltó.— recuerdas la vista? Terrible paisaje. Pero a ti te parecía algo tan simple... sólo era la naturaleza siendo ella misma. Y eso fue lo que más te gustó.-

Ana de a poco se va calmando, pero no del todo.

Juan?- recuerdo una parte de mi sueño. Estábamos los dos en la cama, ella parecía estar preocupada.
—Mmh?-
—Me cantarías?- me pregunta en un susurro.

Yo cierro mis ojos. Sintiendo aún el calor de sus manos en mi rostro.

—Look at the stars.
Look how they shine for you,
and everything you do
yeah they were all yellow.
I came along,
I wrote a song for you
and all the things you do
And it was called "Yellow"...-

Ya no sentí su respiración pesada. La miro fijo a esos ojos profundos y cristalinos, ya estaban calmos.

Ella hace una mueca.— Coldplay.- resopla.— es mi favorita.-

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