Buenos Aires. Septiembre 2019.
Anahí Markhez
Y es por eso... que no le doy lugar a mi conciencia. Muchas veces está más perdida que yo.
Si vos me...
Y como castigo, no vas a tener lugar el día de hoy.
Silencie mi mente. Tengo suerte de que haya estado Juan Pablo conmigo. Aunque haya sido el gran disparador de todo esto, no puedo culparlo.
Por más loco que suene, le creo. Y le creo porque sigue a mi lado sin ser nada, sin haberme exigido una muestra de cariño, sin pedirme nada a cambio, a pesar de haberle dicho millones de cosas horribles.
— Me daré una ducha rápida y volveré contigo, si? Espérame en tú cuarto, bonita.- besa mi cabeza y me acompaña a mi cuarto.
Le tomó quizá menos de diez minutos, pero salió con sus pantalones de franela y una remera blanca vieja.
Yo seguía sentada en el medio de la cama con las piernas cruzadas contra mi pecho.
— No tarde mucho, o si?.- me pregunta y yo niego, aunque me haya parecido una eternidad.
Se sienta a mi lado y lo miro.— qué?.- me pregunta.
— Disculpame Juan.- mirándolo fijo a los ojos, dejando una distancia prudente.
El junta sus cejas extrañado.
Las lágrimas se acumulan en mis ojos esperando a rebalsar.— No te odio.- moviendo mi cabeza en negativa.— y-yo no... no hay forma de que...-
Pero el se tira hacia atrás recostándose sobre su espalda y estira su mano.
Yo no la acepto, estaba bastante avergonzada por haberle dicho todas esas cosas tanto en Chile, como hace un rato.
— No me dejarás con la mano así, no? Ven conmigo.- tira de mi mano y me lleva hacia él delicadamente, posicionando su otra mano en mi cintura.— no necesitas disculparte por nada Ani.-
— Si... yo... te dije cosas muy bajas Juan...- poniéndome de pie, a un lado de la cama, llevando mi enredado pelo a un costado.— sabía dónde golpear, y me aproveche de tus sentimientos para que me dejes ir... no me lo puedo perdonar, fui horrible...-
Se levanta negando y se llega hasta mi con lágrimas en sus ojos.— No tienes...- pero sólo el recordar todo lo que le dije, le dolía... me dolía a mi.
— No te odio. Y todo eso que dije de no sentir nada...- negando con la cabeza.— no se en que momento pasó, es que tenía miedo...- me animo a hacer llegar mi mano a su mejilla para sacar esas lágrimas que me hacían sentir peor. Cierra los ojos como si estuviese aliviado y esa reacción me causó ternura, no podía desconfiar de eso. Y me dejaba más razones para pedir perdón.
Me acerco y dejo un beso a donde llego, su mentón, parece encantarle porque las veces que lo hice, siempre reaccionó de la misma manera.
Él suspira y yo también. Me mira con esos ojos verdes de cristal. Esta vez yo me hago cargo de ese beso. Mis manos rodean su cuello y lo acerco a mi hasta que mis labios hacen un leve contacto con los suyos. Sentía su respiración mezclarse con la mía y eso no era lo único que aceleraba mi corazón. Su perfume era lo que me ponía en trance.
Pero...
Me separa de él.
— No...-
— Qué?.- preocupada por lo que sea que pueda pasar, como haberse arrepentido de todo esto.
— Ani, yo estoy aquí porque quiero, no sólo por mis sentimientos ni por esperar a que sientas algo por mi.- agarra mi mentón.— no lo hago por eso bonita. Lo hago porque te quiero y sea conmigo o sin mí, quiero que seas feliz, de una manera sana. No quiero más sufrimiento en tu vida Ana.-
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Destino?
FanfictionJuan Pablo tuvo un sueño. Pero no fue cualquier sueño. Fue uno que le transmitió una cantidad ínfima de sensaciones y sentimientos que lo descompaginaron. Luego de despertar y ver que nada de eso fue real, va a tener que lidiar con la realidad y co...